Pêrdīdįt Čarńatîøns.

Čąpüt Prįmûm.

"Quia vocavi te perdere somnum Ego vero fateor me non patitur. Ego attracted fornicatur ..."

>$$$<

¿Es que acaso no había más gente? ¡En todo Hogwarts no tenían suficiente personal!¿No era una broma de mal gusto?

Fastidiado por no tener más opción que apelar a sus órdenes y dejar sus pociones a medio hacer, Severus se dirigía a la casa de los Dursley.

En todo el camino estuvo susurrando sobre lo arrogante y estúpido que tenía que ser Harry para requerir que fuesen a buscarlo en bandeja de plata.

-Ni que no pudiese venir solo...-
Esa era una de las muchas otras frases que Snape murmuraba.

Esperó con ansias que el camino fuese más corto, ya que fue a pie. Pensó que era más cerca...

Cuando llegó, fue mucha su, para nada grata, sorpresa...en vez de encontrar a Harry presumiendo sobre algo, como creía suponer, lo halló en el suelo tirado. Lo miró por unos segundos, todavía procesando. ¿Qué había pasado?

Potter estaba en una postura inusual, como si se hubiese desmayado, pero en posición fetal. A su lado, pero bastante lejos de él, se encontraban sus gafas, rotas, y su ropa muggle se apegaba rasgada a su cuerpo.

Por fin dándose cuenta de la situación en la que estaba, rápidamente conjuró un Patronus dirigido a Minerva, explicándole lo que había encontrado. Cosa que todavía le costaba creer. ¿Cómo Harry Potter había llegado a tal punto? ¿Quién y cómo lo había causado?

La animaga se sorprendió al ver una cierva de color plateado entrando en su despacho. Se alarmó, nada bueno podría salir de eso.

Al enterarse de que Harry estaba herido, casi se podría tomar de forma literal al decir que envió a medio San Mungo a buscarlo y revisarlo.

A Snape ésto le dejo dubitativo. ¿Por qué Potter siempre andaba metido en problemas?

¿En qué andaba metido 'El elegido'?

Se suponía que al ya haber acabado con Voldemort, los problemas para aquel alumno desaparecerían.

Vaya que estaban equivocados.