Esto es... ¿Amor?

Capitulo 4 (No pasará a más)

-Me gusta Dylan- soltó en un momento.

-¿Enserio?- Pregunté sorprendida. Solo habia llegado a escuchar pocas cosas de él pero nada seguro pues yo aun no lo habia tratado directamente-¿Como es él?- pregunté emocionada.

Diana me apunto discretamente a un lado y yo pude visualizar a un chico ni muy alto ni muy bajito, delgado, piel aperlada, ojos cafes, y lo poco que lo habia llegado a escuchar muy buena persona.

-Enserio! que bien, me alegro por ti, se ve muy buena persona, además guapo- dijo Alejandra con una sonrisa picara.

Yo estube buscandoló con la mirada hasta que di con él, estaba sentado en una banca esperando su turno para jugar futbol, estaba con otros dos compañeros uno a cada lado, enseguida reaccione y dije:

-A mi me gusta el del sueter azul- dije con picardia, y una gran sonrisa en mi rostro, era uno de los compañeros que estaban alado de Dylan si soy sincera solo lo dije en sentido de juego, era algo solo por ese dia, nada pasaría, de eso estaba segura, aunque cabe resaltar que el joven estaba muy guapo al menos para mi. Pero tenia a muchas admiradoras por asi desirlo y el nunca estaria a mi alcanze. Sí, desde ese momento empezó mi inseguridad. Pero no lo demostraría.

-¿Blas?- Dijo Diana.

-¿Asi se llama?- conteste en seguida conteniendo una risa.

-Si-contestó- se sienta cerca de mi, es muy escandaloso- dijo enseguida.

-Entonces ami me gusta el de sueter gris- dijo Alejandra continuando con el juego. Total estabamos seguras de que no pasaría de eso. Solo un simple juego.

-El se llama Carlos, es muy callado.- informó Diana.

En ese momento deje de poner atención a la conversación que ellas tenía. Y busque con la mirada a Blas estube alrededor de 5 minutos mirandolo y planeaba seguir ya que el estaba muy concentrado viendo el partido de futbol que tenia delante, pero de repente el volteó justo conmigo me sonroje y rei nerviosa, en ese momento desvie la mirada y no le volví a prestar atención, Tenia un presentimiento con él de solo verlo sentia que algo diferente pasaria nose porque yo no soy de las personas que se ponia nerviosa frente a un chico fuera quien fuera, y sinceramente aun no queria sentirlo, el resto del dia estubimos platicando Alejandra, Diana y yo. Trate de ignorarlo asi que no volví a prestarle atención.

Pasó el fin de semana. Yeyder a este punto era un amigo muy sercano a mi, ya no me sentía incomoda estando con el, al contrario me hacia sentir como si pudiera confiar mucho en el, me hacia reir y sentir especial, era muy bueno conmigo, un sábado salimos juntos a platicar un rato a la plaza. Platicamos reimos e incluso jugamos e hicimos ejercisio, hablamos de diferentes temas sin importancia hasta que sólto una pregunta inesperada.

-¿Te gusta alguien del salón?- preguntó de pronto.

Me sorprendio pues en mi aun tenia la duda de si a él yo le seguia gustando, pero contesté con una risita- ¿Y ati?

-Si- contesto rápidamente mirandome a los ojos. Se me hizo algó incomodo.

-También-contesté para proceguir con el tema y el dejará de mirárme asi.

-¿Enserio?¿Quién?- Preguntó muy interesado en el tema. Acercandose un poco más a mi ya que estabamos en unos columpios.

-Blas...- contesté,me queda pensativa y seria, él solo se quedo mirandome y luego pensando, en un momento me parecio ver que se entristeció pero no le tome mucha importancia talvez solo fue alucinación mia.-¿Y ati quién?- pregunté curiosa y retóme mi sonrisra.

-Alguién que jamás me hará cazo- contestó un poco cabizbajo.

-Vamos, yo tampoco creo que algún dia llegé a tener algo con Blas, nisiquiera una relación de amigos el se ve muy altanero y no creo nisiquiera que el me tome en cuenta, pero yo por lo menos te dije quien me gusta .- Esperé una respuesta de el pero nunca llegó,nos quedamos un momento pensando, yo pensaba en que sí, efectivamente Blas me gustaba y mucho pero por alguna extraña razón yo me sentiá inferior a él, me ponia nerviosa como nunca nadie me habia puesto, trataba de no llamar la atención porque me sentía muy poca cosa para él, estaba muy undida en mis pensamientos hasta que por fin habló.