c i n c o

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Ya habían pasado unas semanas desde lo sucedido con Jongdae, no podía dejar de sentirme estúpida por haberle hablado así. El por su parte nunca me dirigió la palabra; es más fue como si yo no existiera. Cada vez que lo veía platicando animadamente intentaba acercarme a el, pero siempre huía...cobarde.

A Chanyeol lo había visto un par de veces, solo me miraba de pies a cabeza y se iba con una sonrisa.

Hoy decidí enfrentar a Jongdae, ponerme cara a cara a el, era una de las personas que más he querido en mi vida.

- Jongdae

Hablé firme acercándome a el que estaba sentado a la sombra de un árbol, leyendo un libro histórico. El sólo alzó su mirada y pude notar sorpresa.

- Tenemos que hablar

No deje que articulara ninguna palabra, yo tomé el mando.

- Perdón he cagado todo, yo te quiero a ti y el simple echo de que estemos peleados me hace sentir mal

Dije sentandome a su lado, mirando al cielo. Y poco a poco sentí como lágrimas se acumulaban en mis ojos, sin querer sacarlas me limpié.

- Habla, quiero que vuelvas a ser el mismo conmigo quiero revivir esos grandes momentos

Lo miré a los ojos, el a mí y por unos instantes con sólo apreciar su rostro pude saber que ha esto había acabado, el malentendido se había solucionado y el y yo volveríamos a ser lo mismo de antes incluso tal vez algo más, estaba equivocada. Miró mis labios y yo los suyos. Me acerqué lentamente a el y eliminé el poco espacio que había entre ambos. Yo iba a mi ritmo, aún no había notado que el hiciera algo solo estaba ahí como estatua. Abrí los ojos de golpe y el los tenía abiertos, me separé de el y lo miré confundida.

- Lo siento

Fue lo que dijo y miro al piso ¿Lo siento por qué? La que pedía disculpas era yo, ni el.

- ¡Chennie!

Escuché un grito muy agudo, miré a la izquierda y venía Hye Min, mierda. Se acercó a nosotros y lo beso descaradamente note como el correspondía a tan salvaje beso y posaba sus manos en las caderas de la chica poniendo su delgado cuerpo encima de él ¿Cómo pudo?.

Reí adolorida.

- Mira las cosas, yo pidiendo perdón y tú... Bah tú tirandote a otra chica eso sí que es estúpido

El me vió, sabiendo que el había terminado por cagar esto, la cuestión aquí era que si por razones del destino el regresaba arrepentido yo ya me habría tirado varios "tíos". Salí de ahí, no quería que me vieran soltar lágrimas, quería convencerme de que eso no dolía que no me importaba aunque tenía bien en claro que eso había acabado conmigo, había roto mi alma y mi corazón tan veloz como la luz.

Fui al club y empecé a beber como loca, iban y venían los tragos para la mesa 4. Estaba rota, incompleta una buena parte de mi había desaparecido, nada sería igual. Quería ahogar su recuerdo con alcohol así que sin importarme el qué dirán me puse a cantar una canción que mi padre le había dedicado a mi madre antes de separarse, era buena.

- En mi mano izquierda tome tu retrato y en la otra mano una copa de vino y brinde contigo sin estar presente y brinde contigo por tu amor ausente y metí la foto dentro de mi copa y en ella tu imagen se fue disolviendo y poquito a poco y muy lentamente todo tu recuerdo me lo fuí bebiendo ¡Y ME BEBÍ TU RECUERDO PARA QUE JAMÁS VUELVA A LASTIMARME!.......

Deje llevarme por la canción, tanto que no me había percatado de la presencia del peli gris que estaba enfrente de mi mirándome ¿Molesto?.

- ¿Por qué cuando más quieres a una persona esta te falla?

Dije de la nada, a pesar de haber bebido tanto aún tenía la mayoría de mis sentidos trabajando bien.

- No se

Durante la noche yo lo llenaba de preguntas y el sólo respondía "No se".

- Joder... Di algo más que tú puto "No se"

Traté de imitar su voz lo que ocasionó que este y yo rieramos.

De un momento a otro, ambos estábamos bastante pegaditos, demasiado; el también se había puesto a beber, pero se veía que aún estaba en sus cabales. Sin pensar lo bese, casi igual de desesperadamente como la otra vez.

Me gustaban sus besos, en ellos había fuego, pasión y demás cosas... Sabía que sería una adicta a el, a sus putos labios. Cuando el aire tenía que llegar a nuestros pulmones, nos separamos, no soltamos sin decir ningúna palabra, pero con nuestras sonrisas era de saber que no las necesitábamos. Sólo esperaba no equivocarme está vez.

Dejamos de besarnos para mirarnos a los ojos, baje mi mirada directo a sus labios, estaban rojos e hinchados como los míos. Sonreí.

Debía irme de ahí si no quería hacer una locura, iba a pasar cuando el alto con un movimiento rápido hizo que me poscecionara arriba de él, sus manos habían bajado hasta mis glúteos y este los apretó haciendo que yo soltará un quejido.

- Deberías quedarte

Me susurró al oido

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2019 ⏰

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