Capitulo 6.

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Si a Taeyong le preguntaran sobre su trabajo podría decir sin titubeos que se encontraba bastante satisfecho con este. El trabajar como acompañante lo había ayudado con ciertas cosas sobre si, como su confianza, autoestima y su ansiedad. Por otro lado la agencia donde trabajaba era bastante exclusiva por lo que la paga era considerable. Y si para muchos el horario mayormente nocturno del trabajo pudiera representar un problema, para Taeyong que sufría de insomnio era perfecto, siempre podía descansar mejor después de una larga noche de trabajo. De hecho eran las raras citas por la mañana las que le pesaban, hacia lo posible para evitarlas.

Pero se sentía diferente respecto a la cita que tenía aquella mañana. No era en si la cita lo que le interesaba, sino lo que pasaría después de esta. En el tiempo que llevaba de conocer a Johnny, y más que nada debido a su trabajo, nunca habían salido de noche. Ahora debido al repentino cambio en su rutina lo harían, y eso lo emocionaba pues el fotógrafo le había asegurado que tenía una gran idea de cómo pasar esa primera salida nocturna.

- ¿Siempre estás de tan buen humor en las mañanas? – pregunto Jungwoo que noto la forma en la que sonreía Taeyong mientras lo arreglaba para su cita –

- No realmente – respondió el mayor riendo, Jungwoo hizo un puchero confundido –

- ¿Qué te parece? – pregunto el estilista al dar los últimos toques a su aspecto –

- Perfecto como siempre – respondió el mayor –

Ya que su cita era un almuerzo empresarial en un jardín sus ropas oscuras habían sido reemplazadas por un pantalón beige, una camisa azul pastel y zapatos marrones. Su maquillaje usualmente fuerte en los ojos ahora apenas se notaba y su cabello normalmente estilizado a la perfección lucia más natural. Al verse en el espejo de repente deseo que Johnny pudiera verlo en ese momento. Tan pronto como el pensamiento cruzo su mente lo aparto apenado, no era el momento de pensar en esas cosas, debía enfocarse en su trabajo.

La persona que lo había solicitado para el almuerzo era uno de sus clientes habituales, lo cual de cierta forma lo hacía sentirse cómodo.

- Te ves espectacular hoy, Taeyong –

- Gracias, - respondió con su mejor sonrisa de trabajo - ¿Cómo puedo ayudarte hoy? –

- Nada en específico, - respondió su cliente – de hecho mi padre es el que hará la charla mayormente hoy. Lo cierto es que solo quería un poco de compañía de mi edad – admitió el otro con una sonrisa –

- Entiendo –

Si bien la mayoría del tiempo los acompañantes de Royal Company eran contratados para lucirse en los eventos, más que nada debido al precio que se pagaba por cita, había personas que podían darse el lujo de llevarlos solo para tener con quien charlar. El hijo de aquel empresario tailandés ciertamente era de esos que podía permitirse tal capricho.

Cuando Taeyong había entrado a la agencia aquel tipo de citas eran las que más le costaban, pues a diferencia de las citas en las que le pedían apoyo para algo en específico y podía preparar un guion estas debían contar con cierto aire de naturalidad y familiaridad. Con el tiempo y los consejos de los demás acompañantes había aprendido a manejarlas llevando una conversación centrada en la otra persona y revelando muy poco de sí mismo.

- Así que vine a Corea hace un par de años cursar la Universidad en economía pero a medio semestre hice el cambio a danza y a mi padre casi le da un infarto – conto el otro cuando Taeyong le pregunto cómo había llegado a Corea –

- A mi igual me gusta bailar, es decir lo hago como hobby –

- Eso es increíble, deberíamos bailar juntos en alguna ocasión – dijo el otro emocionado – disculpa, no citas de verdad con los clientes ¿Cierto? – Taeyong asintió cortésmente - ¿Y tienes novia o novio, Taeyong? – no era la primera vez que recibía ese tipo de preguntas, y normalmente era bueno en darles la vuelta pero la imagen de un sonriente Johnny en su mente le hizo tropezarse con sus palabras – ya veo – dijo el otro con una sonrisa – debe ser una persona atractiva y exitosa –

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