Capitulo 13.

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La infancia de Taeyong había sido bastante ordinaria, su padre era un profesor universitario mientras su madre que era ama de casa tenía un pequeño negocio de postres en casa, ambas cosas habían influido profundamente en su vida.

Las cosas se complicaron cuando entro a su pubertad.

La universidad donde trabajaba su padre quedaba lejos de la casa familiar, por eso cuando sus clases terminaban muy tarde no era raro que no volviera a casa, su madre lidiaba con ello bastante bien hasta que tuvo un accidente. Ella iba por Taeyong a la escuela cuando un auto que se pasó un alto la impacto, tuvo una lesión en el cuello y la espalda que la dejo incapacitada por varios meses y sufriendo fuertes dolores.

Su padre se tomó un mes para cuidarla pero acabado ese periodo tuvo que volver al trabajo después de lo cual la abuela materna de Taeyong se encargó de cuidarla. Pasados dos meses más ella igual se retiró dejando solos a su hija y nieto, como había sido siempre solo que ya nada era como antes.

Taeyong no sabría señalar con exactitud cuándo cambio su madre, pero no podía negar que empezó a notar algunas cosas. La mujer que conocía pasó de ser alegre y calmada a malhumorada y enojona cuando no estaba con analgésicos, los cuales empezó a tomar como si fueran dulces, pero eso no fue lo peor, después llego el alcohol.

Una copa por la noche se convirtió en media botella de whisky por la tarde y luego incluso por la mañana. Ya bebida no era raro que despotricara contra todos, en especial su padre que no podía tomarse un día para cuidar de su pobre esposa, aquello obviamente causo mucho tensión en el matrimonio. Su padre que procuraba volver todos los días a casa después de la universidad de pronto solo se aparecía los fines de semana y al final un divorcio fue la conclusión inevitable.

Taeyong quedo bajo el cuidado de su madre, aunque básicamente era el quien cuidaba de ella, evitando que se ahogara en alcohol mientras intentaba mantenerse en la escuela, demasiadas responsabilidades para alguien de quince años. En cuanto a su padre este prácticamente había desaparecido del mapa así que le tocaba sobrellevar aquello y espera la mayoría de edad para poder salir de casa, solo que las cosas no salieron como esperaba.

Su abuela falleció, habían acordado que cuando Taeyong fuera mayor se iría con ella pues su hija se había negado a darle la custodia o siquiera dejarlo ir a vivir con ella en lo que lidiaba con su adicción, la cual sea dicho de paso tampoco admitía. Sin su abuela no tenía a donde ir. Como si eso no hubiera sido un golpe lo suficientemente duro para Taeyong de pronto intervinieron servicios infantiles cuando una profesora hizo un reporte al verlo llegar con un claro golpe en la cara el cual no pudo explicar. Su madre a veces se tornaba violenta cuando bebía pero normalmente era rápido al esquivarla y huir, sin embargo en aquella ocasión lo tomo desprevenido.

Después de que una trabajadora social fuera a su domicilio solo les tomo un vistazo para decidir que ella no era apta para cuidarlo. Intentaron contactarse con su padre pero no hubo respuesta así que fue enviado a una casa adoptiva, no fue mejor que su casa, después que intentara huir cinco veces fue reubicado a otra de la cual si tuvo éxito al escapar.

Habían sido años tristes y dolorosos para Taeyong pero al final todo aquello lo había llevado hasta Yixing y Junmyeon quienes lo acogieron y trataron como un hijo, ciertamente eran ellos quienes merecían que él les llamara padres.

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- ¿TY? – llamó Suho abriendo la puerta de la habitación del otro - ¿Sigues en la cama? – entre las cobijas pudo ver como un bulto se removía hasta que se asomó una cabeza –

- Si – le respondió una voz rasposa, ante eso entro el mayor encendiendo la luz, pudo ver que el rostro del otro estaba rojo y su expresión decaída, al sentarse a la orilla de la cama toco su frente –

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