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Pendejo p: Esto... Lamento haberte empujado, no tenía la intención de hacer que te lastimaras, ¿Meper d0nas?.(perdón, soy imbécil)

El pequeño Sou no podía estar más desconcertado, Eve no podía sentirse más inseguro, Las profesoras no podían estar más enternecidas y el resto de la clase estaba confundido.

Sou era el tipo de niño que solía echarse la culpa por todo, debido a eso era muy llorón. En ésta situación, según la versión de Sou, fue su culpa que terminara lastimado ya que estaba interrumpiendo la diversión de los demás niños al tener miedo y no saltar. En su pequeño mundo, Sou siempre era el causante de los problemas de los demás. Nadie sabía de dónde salía esa inseguridad.

-y bien Sou, ¿Cuál es tu respuesta?- interrumpió una de las profesoras, Eve entró en algo así como un estad de alerta.

El pequeño Sou se puso nervioso.

-Esto... E-es que... no creo que haya algo que perdonar, ¡Desde el principio fue mí culpa que me lastimara! Así que...- trató de decir nervioso, levantando ligeramente el tono de a voz al final.

-Oye, Sou, ¿Qué se supone que estás diciendo? Por supuesto que no fue tu culpa, es culpa de ellos por ser tan violentos. En primer lugar, ¡¿En serio piensas perdonarlo, Sou?!.- Un ligeramente exaltado Eve apareció.

Eve sabía que estaba poniendo presión innecesaria a Sou, sabía que eso no ayudaría en nada. Pero Eve realmente se molestaba cuando Sou mostraba esa actitud tan sumisa y excesivamente tímida con alguien que no fuera él, en especial en éste tipo de situaciones donde Sou ya había sido previamente lastimado.

El pendejo observaba a Sou con una mirada desesperante, como tratando de decirle que por ahora sólo dijera que sí, y que, si Sou lo deseaba, podían arreglar de mejor manera el tema después. Milagrosamente y para suerte del pendejito, Sou pareció entender ésta mirada y dió su respuesta.

-Y, ¿Qué dices Sou? ¿Perdonarás a tu compañero?- habló gentilmente una profesora.

Sou hizo un pequeño ruido y asintió levemente con la cabeza y la mirada gacha. Eve se sentía indignado y sin mirar a Sou se regresó enojado a su mesa/escritorio, el cual por casi obviedad, compartía con Sou.

Antes de dar la vuelta, Eve pudo notar como el pendejo le hacia unas señas a Sou, señas las cuales Sou, al perecer, comprendió con completa claridad. Eve se extrañó.

El resto de la clase trascurrió con completa normalidad, el resto de niños pareció olvidar rápidamente el asunto.

Al llegar nuevamente el receso, Sou salió rápidamente de la sala de clases dirigiéndose a quién sabe donde, a Eve esto claramente le molestó y no dudó en seguirlo.

El lugar al que Sou se dirigió era algo alejado del patio principal, sin embargo era tranquilo y acogedor. Sou se sentó en el suelo mientras parecía esperar a alguien. Eve se escondió detrás de un muro para ver qué sucedía.

Al rato de Sou haberse sentado, por otro lado del lugar llega el pendejito al cual Eve ya le estaba tomando muy mala onda.

Eve estaba casi rojo de furia, no podía entender para nada la situación, ¿Por qué Sou estaba juntándose con aquel niño? ¿Será que lo estaba obligando, o Sou fue por cuenta propia? ¿Acaso debían hablar de algo? ¿El niño le haría algo malo a Sou?. Éstas y muchas otras preguntas pasaban por la mente de Eve, sin embargo, ni una posible respuesta.

El niño se acerca a Sou y se sienta a su lado, entonces comienza a hablar.

-Este... Te pedí que vinieras aquí para poder disculparme de manera más sincera, haya en la sala rodeado de profesoras y de otros niños es más incómodo. No quería lastimarte, tampoco quería presionarte, debí haber entendido que estabas nervioso, ¿Podrías perdonarme?- "Alguien directo" pensó Eve.

Sou por un momento razonó, si alargaba más el problema probablemente haría que aquel niño de sintiera peor de lo que, al parecer, ya se sentía. Sin embargo, Sou no estaba de acuerdo con aceptar las disculpas, porque para Sou, él era el único culpable.

-No pienso que sea tu culpa, fue mía por terminar molestándote a ti y a tus amigos. No estoy de acuerdo con tus disculpas, pero si te sentir mejor y más tranquilo, las aceptaré.- Dijo, al final sintiéndole al niño que estaba a su lado, el cual se alegró.

-Muchas gracias- dijo riendo- ¿Te gustaría empezar de nuevo?- Sou sólo asintió, tímido.- Mi nombre es Isubokuro, espero que podamos llevarnos bien de ahora en adelante.- Y le ofreció una mano de manera amistosa a Sou.

-Ah... Y-yo soy Sou, un gusto- sonrió tímidamente y tomó la mano del contrario.

Isubokuro se puso de pie.

-Ah, sonó la campana, ¿Volvemos a clase?- y aún con la mano de Sou en la de él, comenzaron a caminar a su salón.

Eve se encontraba de una forma indescriptible, se sentía enojado, confundido, celoso, exaltado, alerta, entre muchas otras.

¿Por qué estaba enojado? Sou fue sin avisarle.
¿Por qué estaba confundido? Pensaba que Sou quería ocultarle cosas.
¿Por qué estaba celoso? Aquel chico tomó confianza y la mano de Sou muy rápido.
¿Por qué estaba exaltado? Lo anterior lo exaltaba.
¿Por qué estaba alerta? Podían quitarle a su Sou.

Con todos esos pensamientos y sentimientos Eve comenzó a caminar lentamente hasta el salón, con la mirada baja.
Al llegar, la profesora que en ese momento estaba, quedó curiosa, al ver como Eve llegaba retrasado a la sala y se sentaba al lado de Sou, callado.

Entonces Eve comenzó a pensar qué era lo mejor que podía hacerlo. Él pequeño rápidamente empezó a pensar que Sou había perdido la confianza con él, sin embargo, había otra parte de Eve que no quería creer eso, una que quería pensar que sólo era una tonta suposición.

¿Entonces qué podía hacer? Considerando que Sou es olvidadizo, pero que esto resultaba ser un suceso importante, Eve llegó a la siguiente conclusión. Esperaría hasta la tarde del día siguiente haciendo como si no supiera nada, como si no hubiera escuchado aquella conversación. Si en ese tiempo Sou no le comentaba nada respecto al tema, Eve, real y sinceramente, no sabría que hacer.
Él solo quería confiar en que Sou le contaría.

Terminó la jornada del primer día de clases. Era algo chocante para Eve, puesto que nunca esperó que sucedieran tantas cosas, y no esperó sentir tantas emociones desconocidas. Era normal que se sintiera en shock.

Eve y Sou caminaban juntos a sus casas, obvio, si al fin y al cabo eran vecinos. Sou avanzaba feliz y con energía, a Eve, que caminaba como siempre lo hacía, le molestaba la forma en la que Sou avanzaba, ya que él sabía que probablemente el causante de esa felicidad era aquel niño, el tal Isubokuro.

Llegaron a sus respectivas casas y apenas Sou saludó a su mamá y dejó sus cosas en su habitación, partió a la casa de Eve, saludando a la madre de éste y dirigiéndose a la habitación.

Ya había pasado un rato, Sou jugaba con las cosas de Eve, mientras éste lo observaba. De repente Sou habló.

-Eve quiero contarte algo- dijo al parecer emocionado y feliz.

-...

🐷🐖🐷🐖🐷🐖🐷🐖🐷🐖

Sí, era Isubokuro.

Jaja.

🐷🐖そらいか🐖🐷

•My Senpai• [~EveSou~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora