Sentimientos Rotos

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Quisiera empezar diciendo que está es una historia que me llena de felicidad, más no es así, tengo dentro de mí una sensación de vacío, tengo 10 años fuera de Japón, hui, no hay mejor manera de describirlo, el destino de mi huida, Londres, estudié Derecho, soy parte de la firma más grande e importante de abogados en el mundo, por obra del universo me tocó volver, sería la encargada de la firma en su sucursal de Tokio, el imponente edificio donde trabajaré se encuentra en el centro de la ciudad. Al darle aviso a mi familia que volvería, se llenaron de felicidad, mi madre me hizo un contacto para ingresar a dar clases a una importante universidad, "están encantados con la idea de una especialista en Derecho Internacional" fueron sus palabras, creo que está muy orgullosa y lo entiendo, sin embargo, yo no me siento completa, lleno mi día con estudios y trabajo, olvidé completamente mi vida personal y amorosa, no está en mis planes, ya no más.

Llegué al aeropuerto, estaban ahí esperándome mis padres, mi hermano y mi única amiga de esos años, lloraron al verme, emocionados y muy eufóricos, pero algo en mí ya no era igual, fría y calculadora, una "hermosa reina de hielo" o por lo menos eso era lo que oía en los pasillos de mi trabajo, nunca me importó.

Entré a mi hogar, o más bien casa, no tenía hogar al cual pertenecer, me invadieron recuerdos, miles de ellos, dibujó por pocos segundos una sonrisa tonta en mi rostro, deseche moviendo mi cabeza, que tonto pensé, subí a la que era mi habitación, no desempaqué nada más que sólo lo necesario, después de todo no viviría ahí, incluso cuando la insistencia de mis padres aún era visible, ya había hecho arreglos desde Londres y había comprado un departamento en medio de mi trabajo en el estudio y la universidad, un pent-house, bastante exclusivo y costoso, pero el dinero no me importaba mucho.

Dormí bien, esa mañana me levanté temprano, me di un baño y bajé a desayunar, fue ameno, estar con mi familia después de años, era gratificante, pero no lo suficiente para derretir el tempano de hielo que se ha vuelto mi corazón, apenas acabe, salí dando las gracias, tenía entrevista con quien se convertirá en mi jefe, el Rector de la universidad.

Llegue en un taxi, puesto que aún no iba a ver un auto para movilizarme, el ambiente era bueno, toda una ciudad universitaria, en el mismo campus convivían las facultades de Derecho e Ingeniería. El Rector y decano fueron amables y estaban felices por mi incorporación, las clases comenzarían a finales de marzo por lo que tendría tiempo de preparar mis cátedras, me informaron y solicitaron que participara en un Seminario multidisciplinario, acepte con gusto, es mi vocación, debería ir con algunos académicos más que me presentarían en una cena esa misma noche.

________Kazuto________

Me enviaron a llamar, como ya estamos ad portas del periodo de receso no hay casi alumnos y tengo tiempo libre...

-Sr. Rector, Decano, buenos días, en qué les soy útil?... ingresé saludando a los presentes.

-Sr. Kirigaya, es solo para informarle del Seminario y por supuesto confirmar su asistencia a la cena de hoy... -Dijo el Rector con una sonrisa

-Claro que iré

-Me alegra Kazuto, sabes que eres de los mejores en tu área, por cierto podrás conocer a la nueva académica, ella te acompañará en representación de la universidad, es de Derecho – Lo miré con duda, ya que su cara era de picardía...

-Está bien, no hay problema, será bueno conocerla antes de pasar 5 días juntos...- Alice se enojará un poco con esto, pensé...

-Obviamente, es una eminencia en su área, y es bellísima, una mujer seria eso sí, pero bellísima – Comentaba el decano con una miraba embobada

Terco CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora