-Capítulo 1-

883 30 1
                                    

Fanny

Estaba tan emocionada porque al fin ese día había llegado, después de tanto esperar por que la banda “Heaven” ya había conseguido un lugar donde tocar en Belfort y no dudé un segundo en pagar la entrada para ir a verlos.

Las entradas salieron a la venta, y de la emoción no sabía qué hacer, pedí la tarjeta de crédito a mis padres para comprarlas y al segundo día ya las tenía en mi mano. No todo era color de rosa, llegué al estadio y tendí mis entradas a la que las analizaba detenidamente.

-Perdón, pero su entrada está truchada.

-¿Cómo es eso? –el corazón se me había paralizado-

-No es la original, le vendieron una falsa.

-Pero si la quiere, puede pagar una multa de 200 euros.

-Claro, ¿puede ser con tarjeta de crédito?

-Sí.

-Tome –pude pronunciar y enseguida pude entrar-

Inmediatamente fui al baño para arreglar el maquillaje que estaba recientemente corrido por las lágrimas. Desesperación: eso fue lo que me causó cuando vi a uno de los chicos de Heaven asomarse para saludar a las fans. Y era Jack. Lo saludé alegremente y se acercó para abrazarme.

-¿Qué ha pasado?

-Me han truchado la entrada, tuve que pagar más.

-Oh, lo siento cariño… lo bueno es que estás aquí.

-Claro –sonrío-

-¿Quieres una foto?

-¡Por supuesto!

Saqué mi teléfono y nos sacamos una foto, fue el mejor momento de toda mi vida. Salí hacia el baño cuando él ya se hubo marchado, me posé delante el espejo y escuché cómo la puerta se cerraba fuertemente.

-Hola preciosa –me dice un señor, de mayor edad. Era todo tan confuso-

Pero al momento en que me cogió de la cintura y me tiró al suelo para sacarme las bragas, todo había quedado claro. Estaba siendo violada.

Jack

*9 meses después del concierto*

Era un sábado a la mañana, un día más de la semana. Ya saben… esos días en lo que se acostumbran levantarse a bajas horas de  la mañana, almuerzayunar, y bueno, de esa clase de cosas. Estaba más cansado que nunca, ya que el viernes por la noche estuve hasta tarde practicando con mi banda, porque tendríamos una presentación dentro de unos días.

Pero hoy era un día distinto; me desperté sobresaltado, alguien había tocado el timbre, entre mi pensé <<No quiero ir, pero podría ser importante…>>, me senté al borde de la cama estirando mis brazos y piernas; me paré y bajé lentamente las escaleras, me paré frente la puerta mirando el reloj de pared que marcaba las 7.38. Abrí la puerta, mire hacia los costados y no vi a nadie, pero cuando estaba por cerrarla escuché un fuerte llanto provenirte de una canasta, la agarré y la llevé hasta la sala. Estaba realmente confundido… ¿De quién sería este bebé? ¿Por qué lo habrán dejado frente mi puerta… y a estas horas de la mañana? Me senté sobre el sofá, con esa pequeña personita a mi lado y lo único que se me ocurrió hacer es llamar a Avril, mi mejor amiga… ella esta con migo siempre.

*Llamada telefónica*

-¿Hola? -Pude notar en su vos, que estaba dormida-

-Hola Avril, soy yo Jack, disculpa que te moleste a esta hora, pero… es una emergencia.

Un bebé inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora