No puedo resistir

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Leen juntó sus labios con los de Yuki en un lento y apasionado beso con sabor a licor de manzana. Yuki abrió muchísimo los ojos por la impresión y trató de decir algo. El problema era que Leen lo había acorralado contra la pared y había construido una pequeña jaula con los brazos para evitar que se escapara. Además, Leen era mucho más alto y fuerte que Yuki así que no podía hacer nada. Yuki tuvo que sucumbir al placer de los besos de Leen.

-Dulce... Tan dulce...- susurró Leen en la oreja de Yuki.-No puedo dejar de saborearlo.

Leen le acarición el pecho con las yemas de los dedos. Un escalofrío recorrió la espalda de Yuki. Un millón de sensaciones pasaron por su cuerpo entero. Vergüenza, lujuria, deseo,...Yuki no tenía control sobre su propio cuerpo. No soportaba estar junto a ese chico que le ponía tan nervioso. Le encontraba interesante y sexy, si eso era posible. Él sólo sabía una cosa. Quería tenerlo junto a él. El miembro de Yuki comenzó a hacer bulto en su pantalón. Leen lo miró y se relamió.

-Llevo esperando este momento desde que te vi entrar al bar...

Leen desabrochó la bragueta de su pantalón y le quitó los calzoncillos con los dientes. Yuki se tapó la cara de la vergüenza pero Leen se la destapó. 

-No te escondas. Quiero ver esa cara perfecta mientras trabajo.

Leen agarró el pene de Yuki y se lo metió en la boca. Empezó a chupar en movimientos ascendentes y descendentes con pura ansia. Yuki gemía de puro placer, empujando la cabeza de Leen hacia abajo sin darle tiempo siquiera a respirar. Leen pareció impresionado pero no se detuvo y comenzó a usar su lengua, envolviendo su miembro con ella y jugueteando. Yuki no pudo aguantar más y se corrió en la boca de Leen. Él se lo tragó mientras acariciaba la carita de Yuki.

-No puedo resistir más.- dijo Leen mientras se bajaba la bragueta y sacaba su miembro erecto.- Te necesito.

Leen colocó a Yuki en posición pero cuando estaba a punto de penetrarle, a Yuki pareció invadirle el pánico. Empujó a Leen contra la cama y se puso de nuevo los pantalones.

-P-Pero que haces??!!! Porqué has hecho eso??!!!

-Que? Que pasa?- preguntó Leen desconcertado.- Te he hecho daño? Ni siquiera lo he metido.

-Se te ha ido la cabeza??? Ni siquiera nos conocemos!!!

-Eso no importa, conejito.- Leen se irguió sobre Yuki de nuevo y le acarició suavemente el pelo.- Déjame cuidar de ti.

Yuki se apartó, totalmente sonrojado.

-No!!! No voy a dejar que me toques nada!!!

-Pues antes no te estabas quejando tanto.- dijo divertido mientras veía como la cara de Yuki se ponía más roja todavía.- Que es lo que te molesta tanto? Es el lugar? Podemos ir a mi casa, si lo prefieres...

-Yo solo iba a comer con un amigo!! No sabía que en este sitio se hacían cosas tan asquerosas como estas.

Esta vez la cara de Leen sí que cambió. Ahora parecía realmente ofendido y enfadado. Con un solo empujón lanzó a Yuki sobre la cama y sujetó sus muñecas contra el colchón. Puso su cuerpo musculoso sobre el suyo, asegurándose de que no podría moverse.

-Asqueroso dices? Para tu información, estás hablando de mi trabajo. Y no voy a permitir que un niñato inexperto como tú sin ninguna experiencia en la vida se ponga a insultarme a mí o a mi trabajo.

Leen estaba a punto de actuar pero al ver como las lágrimas se acumulaban en los ojos rosas de Yuki, decidió parar. Se levantó, recogió su camisa del suelo y se la puso con rapidez.

-Ya veo que no tienes ningún interés en mis servicios. En ese caso, no tienes porqué seguir aquí. Coge tus cosas y vete.

Leen le quitó la sudadera a Yuki con un gesto brusco.

-Me quedaré con esto, si no te importa.- dijo mientras le devolvía su ropa mojada.

-P-Pero....tú has empezado a besarme! Esto no es culpa mía...

-Que yo sepa, si a una persona no le gusta lo que ocurre o se siente incómodo, se queja, trata de escapar, pide que pare,... Acaso has hecho algo de eso? Me has pedido que parase en algún momento?

El silencio de Yuki fue suficiente respuesta para él. Leen se volvió a hacer la coleta mientras miraba decepcionado al suelo.

 Leen se volvió a hacer la coleta mientras miraba decepcionado al suelo

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-Y pensar que en algún momento me llegaste a gustar...Búscate a otro para jugar con sus sentimientos. A mí déjame tranquilo con mi "asqueroso trabajo".- dijo antes de salir, dando un portazo en su camino.

Yuki se quedó ahí, en medio de la habitación vacía, que ahora parecía más pequeña y asfixiante que nunca. Se puso lentamente la ropa con cuidado de no mojarse el pelo y, con un nudo en la garganta, salió de la habitación.

My sweet StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora