*(Aviso de que en este capítulo habrá lemon así que a quien no le guste que no mire. El resto de mis pequeños pecadores, disfrutad! ;-) )*
Las palabras de Yuki retumbaron en la cabeza de Leen. Pareció salir un momento a una especie de plano astral y luego volver súbitamente a la tierra.
-Pero si hace un momento has dicho...
-YA! YA SÉ LO QUE HE DICHO! Y LO SIENTO, VALE?! LO SIENTO MUCHO! NO QUERÍA INSULTARTE A TÍ NI A TU TRABAJO!
Yuki pegó su cara al pecho de Leen y notó el latido de su corazón a través de su camisa. Sus ojos estaban enrojecidos por las lágrimas y sus piernas temblaban un poco, como si fuera a desplomarse ahí en medio. Leen le miró. Estaba completamente vulnerable. Nunca se había sentido así en su vida. Sólo con él. No lo pensó demasiado. Cogió a Yuki en brazos y lo llevó a la misma habitación que anteriormente habían invadido. Leen lanzó suavemente a Yuki sobre la cama y cerró con pestillo antes de bajar la intensidad de la luz.
-Estás seguro de que quieres seguir?
Yuki titubeó un poco pero, por una vez, dió una respuesta sólida.
-Sí. No voy a echarme atrás. Tengo muchas ganas de tí.
-Bien.- Leen sonrió con ironía. Abrió las piernas de Yuki y empezó a trepar por ellas haciendo movimientos sensuales.- Esta vez no pienso parar.
Leen pasó sus uñas por la espalda de Yuki al mismo tiempo que lamía su cuello. De nuevo, esa sensación mágica volvió. Ese sentimiento que los unía de forma que fuese imposible separarlos. Algo creció en las entrañas de Yuki que le impulsó a deshacer la coleta de Leen para juguetear con su pelo. Leen le acarició la cara con suavidad, aunque ahora mismo ese pequeño y simple movimiento era todo un mundo para Yuki. Ambos se fundieron en un torbellino de emociones, besándose y acariciándose a la vez que se iban quitando la ropa. Leen besó el abdomen de Yuki, bajando por su ombligo y caderas hasta la pelvis. Miró sus boxers con ansia, desesperado por actuar.
-¿Puedo?- preguntó.
-Claro que sí.- le respondió él con la cara roja del calor y la vergüenza.
Leen pasó sus dedos por encima de la tela primero. Luego deslizó su mano por debajo del elástico y, con extremo cuidado, retiró el boxer, dejando el miembro al descubierto y su entrada abierta de par en par. Leen, que siempre iba preparado, se bajó los pantalones y se puso el condón antes de erguirse sobre Yuki.
-Voy a entrar.- susurró Leen en su oreja.
No le dio tiempo a responder. Cuando metió su miembro, Yuki ahogó un grito que se convirtió en gemidos cada vez más fuertes guiados por las embestidas de Leen. El chico de pelo rosado se agarró a las sábanas con todas las fuerzas de su alma para no caerse de la cama. Leen, en cambio, embestía cada vez con más fuerza, usando como apoyo el cabecero de la cama y agarrando de cuando en cuando los muslos de Yuki para coger más impulso.
-Ah! Leen! E-Espera! No t-tan rápido! Ah! Ah! Me vas a romper!
-No seas ridículo. Apenas he empezado.
Yuki empezó a morder las sábanas para intentar dejar de gemir pero Leen se las arrebató.
-No hagas eso. Quiero oírte. Quiero seguir escuchando esos preciosos gemidos tuyos que me ponen tan duro.
Leen dió la vuelta a ambos, tumbándose sobre la cama y poniendo a Yuki encima, aún penetrándole violentamente. Yuki intentó colaborar, subiendo y bajando sus caderas sin mucho éxito. Se notaba que estaban ya cerca del éxtasis. Leen jugueteó con los pezones de Yuki, pellizcándolos y acariciándolos suavemente.
-L-Leen!! Leen!! M-Me voy a...Ah!!
-Entonces hagámoslo juntos!
Los dos chicos se vinieron a la vez, soltando algunos gemidos entre tanto. Los dos cuerpos cayeron rendidos sobre el colchón. Yuki temblaba como un cervatillo recién nacido pero Leen se irguió y le dió un beso suave en los labios, sonriendo ampliamente.
-Estoy muy orgulloso de tí.- le susurró en la oreja mientras retomaba su posición encima de Yuki.
De pronto, cogió un collar con un boliche pegado a él y se lo puso a Yuki alrededor de la cara, metiéndole la bola dentro de la boca.
-Ahora, te apetece repetir?~🖤
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My sweet Stripper
RomanceEsto es Yaoi hard. Mis queridos personajes serán los protagonistas de esta historia llena de amor, perversión y violaciones. Bienvenidos y bienvenidas, mis pequeños pecadores 7u7.