CÓMO CREAR UN MOVIMIENTO DE DISCIPULADO EN LA IGLESIA LOCAL
Se debe tener un panorama completo de lo que queremos lograr en el creyente, bien delineado el proceso de crecimiento. No se puede continuar solamente teniendo dirigidas las clases para el bautismo y después que crezcan como quieran o puedan. Debe haber un plan de crecimiento espiritual. El discipulado es un proceso y hay que comprender el proceso entero y saber cómo trabajar en cada etapa para lograr el resultado 8 deseado al final de invertir horas y horas de su vida en otra persona. El Pastor debe comenzar. Pero no debe discipular a todos sus miembros. Tampoco debe dar el discipulado como una clase de la escuela dominical. El pastor debe seleccionar un equipo de discípulos para que sean transformados en discipuladores.
El grupo puede ser de 5 a 10 discípulos de acuerdo al tamaño de la iglesia. El pastor los selecciona, llama y presenta la visión de comenzar un movimiento de discipulado con el propósito de transformar los miembros en discipuladores. Consideramos los miembros como discípulos y nuestro trabajo es que lleguen a ser discipuladores. Debe organizar una reunión semanal de una o dos horas. Debe tener el material a usar para prepararles.
El libro que estamos presentados consta de cuatro libros que marcan el proceso de ser discipuladores. Comienza con Prepárese para discipular, Mi identidad en Cristo, Formando un carácter cristocéntrico y entendiendo el llamado de Dios. La suma de los cuatro libros son 39 lecciones y se dan en un periodo de 10 meses. El pastor trabajará durante esos 10 meses con su equipo que puede tener entre cinco a 15 discípulos y desde el comienzo ayudará a su equipo a formar sus grupos de cinco discípulos. A partir de la cuarta semana animara a sus discipuladores a comenzar con su grupo. De esa manera cada semana el Pastor podrá preguntar a sus discipuladores acerca del desarrollo de sus grupos. Cuando el pastor tenga sus discipuladores y estos a su vez su grupo de discípulos entonces se lanzará el movimiento de discipulado en la iglesia con esa plataforma de discipuladores.
La fase 1 dura 31 semanas (aprox. 8 meses) usaremos como material de apoyo los libros: mi identidad en Cristo (dos meses), formando un carácter cristocéntrico (tres meses) y entendiendo el llamado (tres meses).
La fase 2 dura 39 semanas (aprox. 10 meses) usaremos como material de apoyo este libro: Ser y hacer discípulos en el siglo XXI que contiene cuatro libros: Prepárese para discipular y los tres libros de la fase 1 ampliados.
Este libro es para la fase 2. El propósito es que cada pastor pueda usarlo para iniciar el movimiento de discipulado en su iglesia local. El movimiento de discipulado en la iglesia local no comienza en la fase 1 discipulando a los nuevos creyentes; comienza en la fase 2 seleccionando, llamando y preparando los discipuladores. Jesús lo hizo así: preparó a doce discipuladores y en pocos años había una multitud de discípulos. Nuestra recomendación es que el pastor forme su equipo de discipuladores y dependiendo del tamaño de su iglesia, involucre a todos sus miembros en el movimiento o proceso de discipulado. El llamado a ser y hacer discípulos es a toda la iglesia. No es a los pastores y misioneros solamente. No es un asunto de don espiritual.
ROYECCIONES
Al terminar la fase dos, es decir, luego de 10 meses, el desafío será que cada discipulador forme un discipulador cada año. Si hacemos las proyecciones en un periodo de 5 años sería así:
Primer año: 61 discipuladores
Segundo año: 122 discipuladores
Tercer año: 244 discipuladores
Cuarto año: 488 discipuladores
Quinto año: 976 discipuladores
Algunos dirán, ya hemos visto esos números y esas proyecciones y nadie ha logrado cumplirlas. Emprender lo que nadie ha logrado puede ser un motivo para desalentarnos y no intentar nada o un desafío que nos motiva en el Señor. No estamos pensando y confiando en nuestras habilidades porque estamos conscientes que si el Señor no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican (Salmo 127) creemos que si es Dios que nos ha puesto esta inquietud, nos ha dado estas herramientas y nos proporciona esta oportunidad es porque Él y solo Él va hacer grandes cosas en y a través de su iglesia. Hemos respondido al llamado del Señor diciéndole: Dios si tú quieres hacer algo en esta generación aquí estamos, aquí está tu iglesia, heme aquí, envíame a mí.
UN SUEÑO DIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE
Piense por un momento: ¿Cómo sería su iglesia si sus miembros son transformados en discípulos y hacedores de discípulos? ¿Cómo sería su iglesia si sus miembros son discípulos con una identidad definida en Cristo, con un carácter centrado en Cristo, convencidos del llamado de Dios y comprometidos con esa misión y además de esto, preparados para discipular a otros? ¿Qué sucedería si todas las iglesias bautistas en Venezuela logramos esto? ¿Serian diferentes las iglesias a lo que son ahora? ¿Valdría la pena realizar un esfuerzo e invertir tiempo y recursos en esto? ¿Tendríamos más confianza en emprender un movimiento de multiplicación? ¿Tendríamos la seguridad y satisfacción que realmente estamos cumpliendo la gran comisión? ¿Impactaríamos nuestra sociedad? ¿Cumpliríamos lo que Pablo enseñó a los romanos en el cap. 12 de ser transformados para no vivir haciendo la voluntad de Dios y no en conformidad a este mundo? ¿Viviríamos como Pablo dijo a los filipenses como hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa? (Fi.2: ¿Dejaríamos como iglesia de padecer de crisis de identidad, de valores y de compromiso y de preparación de nuestros miembros? ¿Le gustaría alcanzar todo esto? Le invito a ser parte de este proceso de transformación de la iglesia de Cristo.
Hace algunos años en un campamento de nuestra iglesia hicimos comenzamos a reflexionar sobre este pensamiento: ¿Hasta dónde puede llegar un discípulo, una iglesia entregado completamente al Señor e hicimos esta oración y este compromiso: "Dios, si tú quieres hacer algo en esta generación, aquí estamos listos, comprometidos con nuestra vida entera para lo que tú quieras hacer" le invito a que se una a este grupo de hombres y mujeres dispuestos a hacer la voluntad de Dios en esta generación, dispuestos a ser usados por Dios en esta generación, dispuestos a entregarse por completo a ser y hacer discípulos en el siglo XXI.
La meta es que cada persona que haga una decisión por Cristo sea discipulado inmediatamente.
Que la iglesia tenga personas preparadas y comprometidas para atender los nuevos creyentes. Que cada iglesia tenga establecido su sistema de discipulado.
Que todos los creyentes hayan completado su proceso de discipulado.
Qué todos entiendan el proceso de crecimiento.
El problema que tenemos en esto es que en una iglesia de 50 miembros solo el pastor y algún otro hermano están preparados para discipular a otros. En una iglesia de 100 hay 5 discipuladores. En una iglesia de 300 miembros hay 10 discipuladores. El proceso de formar discipuladores es muy lento porque esperamos que suceda y no tenemos planes para lograr esto.
ES NECESARIO EL DISCIPULADO INTENCIONAL
Cuando el evangelio se extendió a Antioquia, la iglesia envió a Bernabé para discipular a los nuevos creyentes. Es uno de los primeros cuadros que nos presenta el libro de Hechos del proceso del discipulado. La iglesia no pensó: -si ellos creyeron que los discipulen los que le anunciaron el evangelio- o -si ellos creyeron crecerán espiritualmente sin necesidad que enviemos a alguien-. La iglesia envió a Bernabé y este dio muestras que era un buen discipulador con identidad, carácter y compromiso bien desarrollados. Cuando la iglesia envió a Bernabé a atender los nuevos creyentes en Antioquia; sabía que solo él no podía atender a todos los creyentes. Bernabé buscó un compañero para que estuviera con él y lo ayudara a atender los nuevos creyentes. Bernabé buscó a Saulo y ellos discípularon a los hermanos de Antioquia. El proceso duró todo un año. Al final del año ya había líderes en la iglesia. Ellos habían cumplido llevando los hermanos a la madurez en Cristo y ahora esos mismos líderes junto con los demás hermanos les enviaron y posiblemente le sostuvieron en los primeros años de su ministerio o su primer viaje misionero (véase Hechos 11.19-30).
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SER Y HACER DISCIPULOS EN EL SIGLO XXI
SpiritualFormando discipuladores en la iglesia local Manual del discipulador. SER Y HACER DISCÍPULOS EN EL SIGLO XXI es un recurso especial para formar discipuladores. El propósito es que sea una herramienta afilada en las manos de los pastores y maestros pa...