CAP. 2:1-16
Recuerdo hace unos 25 años cuando era misionero de la Primera Iglesia Bautista de Venezuela en Acarigua que estaba discipulando a un joven mecánico y un día encontraron en su taller una camioneta con contenía esa mercancía robada. Él no sabía de esto. Su familia lo escondió en una casa mientras se preparaban para aclarar el asunto y asumir el proceso. Fui a visitarle al lugar donde estaba escondido y allí le di el discipulado, oré con él y le di algunas instrucciones. Luego el enfrentó la situación y quedo libre de toda responsabilidad, pero él se sintió muy sorprendido cuando me vio llegar al lugar donde estaba escondido.
El discipulado es transferencia de vida. En la vida cristiana no se espera menos del discipulador, ni se demanda menos del discípulo que la entrega de la vida. El discipulado no es un asunto de libros o lecciones. El discipulado es un asunto de vida. Pablo estaba dispuesto a dar su propia vida por los hermanos. "Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque habéis llegado a sernos muy queridos" (1Ts. 2:8). Debe sentirse lo mismo que cuando uno tiene un hijo. Son sus hijos espirituales y es necesita asumir la responsabilidad por su crecimiento y consolidación.
Otro ejemplo que podría señalar es el de una familia que vivía a una hora de nuestra ciudad y luego había que caminar cinco kilómetros, atravesar un rio para poder llegar al caserío. Algunas veces conseguíamos camionetas que nos daban la cola, pero en la mayoría de los casos teníamos que caminar todo el trayecto. Yo iba los sábados y visitaba, discipulaba y hacia servicios por la noche. Muchas veces mi esposa fue conmigo. Recuerdo que, estando embarazada de nuestra primera hija, caminamos junto los cinco kilómetros. Atendimos a los nuevos creyentes y ellos vieron el amor de Dios en nuestros corazones por ellos. Al consolidarlos en la fe, de ese grupo salimos a la ciudad para comenzar una nueva iglesia.
Hace nueve años ya funciona allí una iglesia. Una hija de esta familia es esposa del pastor de la iglesia en la ciudad. Otra hija de esta familia junto a su esposo le invitamos a formar parte del equipo misionero de la iglesia por cinco años y ahora son pastores de otra de las iglesias que hemos constituido en otra ciudad.
El amor hace que nos salgamos de la formalidad, quizás de una visita y lección semanal para estar con los nuevos creyentes en cualquier situación que lo amerite.
El apóstol Pablo llegó a quererlos mucho.
Haga una comparación de 1Ts. 2:8 y Jn 3:16. El amor por los nuevos creyentes debe ser grande, así como el amor de Cristo por nosotros. Cuando Pablo dice: "Tan grande es nuestro afecto por vosotros" es como cuando Juan dice "Porque de tal manera amo Dios al mundo" . Jn. 3:16 dice: "dio a su hijo unigénito" y 1Ts 2:8 dice "hubiéramos querido entregarles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas. Uno habla del amor y la entrega de Dios por nosotros y el otro del amor y la entrega que debemos tener por los discípulos.
La motivación para evangelizar y discipular era el amor a los hermanos. "El amor de Cristo nos constriñe" (2 Co. 5:14). En todas las cartas Pablo habla del amor que le impulsaba a atender a los hermanos. "Y yo, con el mayor placer, gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos" (2 Co. 12:15).
Uno de los méritos de Timoteo como discipulador era el interés sincero que tenía por los demás (véase Fi.2:20).
Piense: ¿Qué puedo hacer para demostrar mi amor por los discípulos? Recuerde que la esencia del evangelio es el amor de Dios que dio a su hijo unigénito (Jn. 3:16). El amor que Cristo mostró por nosotros "Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Ro. 5: 8).

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SER Y HACER DISCIPULOS EN EL SIGLO XXI
EspiritualFormando discipuladores en la iglesia local Manual del discipulador. SER Y HACER DISCÍPULOS EN EL SIGLO XXI es un recurso especial para formar discipuladores. El propósito es que sea una herramienta afilada en las manos de los pastores y maestros pa...