DEBEMOS Y PODEMOS SER DISCIPULADORES (Intro. p2)

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DEBEMOS Y PODEMOS SER DISCIPULADORES

El imperativo en la gran comisión, es haced discípulos (véase Mt. 28:18-20). Usted debe y puede ser un hacedor de discípulos. Debemos hacer discípulos porque es un mandato. El mandato de hacer discípulos es para la iglesia de todas las generaciones hasta el fin. "El pronombre "vosotros" no puede referirse solo a los apóstoles porque ellos 5 murieron antes del fin del mundo." ...si hubiese sido solo para los apóstoles, la promesa de estar con ellos sería, yo estaré con ustedes hasta el final, hasta

· Debemos hacer discípulos porque es la estrategia de Dios para llevar el evangelio a todas las naciones. "Jesús no titubeó cuando dio el mandato de predicar el evangelio a toda criatura". Él tenía un plan que debemos rescatar. Una parte de su plan fue seleccionar unos pocos hombres y dedicarles su vida. Los instruyó y por medio de su ejemplo les enseñó a discipular a otros. Su plan fue puesto en práctica por los cristianos del primer siglo, tanto que el evangelio se extendió por todo el mundo conocido. En palabras sencillas, el plan es este: Cada uno ha de discipular a uno o más hasta que estas personas discipuladas puedan discipular a una tercera persona. Entonces los dos ganarían a dos más, 6 discipulándolos también y así sucesivamente." De igual manera, el apóstol Pablo al comisionar a Timoteo muestra que esa era su estrategia. "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros" (2 Timoteo 2:2).

· Podemos hacer discípulos porque la validez de la gran comisión descansa en la permanente autoridad de Cristo sobre todas las cosas. "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18). · Podemos hacer discípulos porque Él nos ha dado el poder para testificar. Por eso dijo: "Recibiréis poder..." (Hch. 1:8). · Podemos hacer discípulos mientras vamos. "...id y haced discípulos..." (Mt. 28:19). Este mandato no es solo para los misioneros de carrera, todos podemos hacer discípulos por donde quiera que vayamos. Cuando visitamos nuestra familia extendida, en nuestro trabajo, en el colegio, la universidad y en todo lugar.

· Podemos hacer discípulos enseñando a otros lo que hemos aprendido. "Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado..." (Mt. 28:20).

· Podemos hacer discípulos porque su presencia irá y permanecerá con nosotros. "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). Su Espíritu nos capacita, nos guía, nos impulsa y nos da aliento.

Avery Willis dice: "Satanás parece tener una estrategia de cuatro pasos para sabotear el plan de Dios. Primero ciega a los hombres ante el evangelio para impedir que crean en Cristo. Segundo, tienta a los nuevos convertidos para impedirles que obedezcan a Cristo y se conviertan en verdaderos discípulos. Tercero, engaña y desanima a los discípulos para que no se reproduzcan. Cuarto, distrae a los hacedores de discípulos y les impide 7 capacitar a otros hacedores de discípulos."

UNA NUEVA PERSPECTIVA

Si consideramos que la vida espiritual comienza cuando la persona recibe a Cristo como su Salvador y Señor, entonces, no debemos ver a la persona que hace decisión de fe como un recién nacido sino como un Embrión. Si lo comparamos con la vida natural sabemos que la vida comienza en la concepción y no cuando la mujer da a luz. El asunto es cuando vemos el nuevo creyente como un recién nacido esperamos que responda positiva y rápidamente a las disciplinas espirituales como la oración, la lectura bíblica, congregarse y un abandono inmediato al pecado. Cuando esto no sucede así nos frustramos y abandonamos a las personas que hicieron decisión de fe considerando que sus decisiones no eran verdaderas. Pero la realidad es que una buena parte de esas personas que hicieron decisión de fe y dejamos de atenderlos, en el transcurso de unos cinco años los vemos asistiendo alguna otra congregación. Es necesario tomar más en serio la decisión de fe que hace una persona al ser evangelizada y tener mayor dedicación y paciencia en el proceso de discipulado inicial. Aunque no vamos a copiar exactamente todo el proceso natural al proceso espiritual sin embargo es recomendable que entendamos lo más claro posible el proceso de transformación de un Embrión a un niño recién nacido y de un niño recién nacido a un joven completamente desarrollado. De igual manera es importante conocer el proceso de transformación de un nuevo creyente a un discípulo plenamente desarrollado o habiendo alcanzado la madurez espiritual. El autor de los hebreos escribe a los hermanos "Porque debiendo ser ya maestros a causa del tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados cuáles sean los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido. Que cualquiera que participa de la leche, es inhábil para la palabra de la justicia, porque es niño; Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Heb 5:12-14).

Al referirnos al crecimiento natural no pensemos solamente en el desarrollo físico, sino en el desarrollo o crecimiento integral como nos presenta el proceso de crecimiento de Jesús el evangelio de Lucas. "Y Jesús crecía en sabiduría en estatura y en gracia para con Dios y los hombres" (Lucas 2:52). La nueva perspectiva es entonces ver el nuevo creyente como un embrión y no un recién nacido.

SER Y HACER  DISCIPULOS EN EL SIGLO XXIWhere stories live. Discover now