Capítulo 5.

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Un irritante sonido en la lejanía interrumpió el pacífico sueño de Louis. Era música, ¿quién demonios ponía música de madrugada un Lunes?

Pero entonces escuchó la voz de Chris Martin cantando Yellow y supo que era su móvil. Estiró la mano hasta tu mesita de noche y con pereza puso el móvil en su oreja mientras contestaba. Ni si quiera se fijó en quien llamaba pero como fuera una broma, les diría a los que estaban al otro lado por donde iba a meterles su llamada.

Pero escuchó unos sollozos junto a una voz ronca pero suave y rota, muy rota. Que hablaba muy lentamente. Lo que provocó que se despertará casi instantáneamente. Sabía quien era, por supuesto.

Harry.

El chico no paraba de repetir el nombre de Louis una y otra vez, con ansia y dolor, como si lo necesitara.

–Harry, Harry. Tranquilo, escúchame y cálmate. Por favor.

Pero él no le hacía caso y decía su nombre mientas al mismo tiempo repetía que todo era su culpa. Y a Louis le frustraba no entenderlo.

Harry había entrado en una maldita crisis nerviosa y temía por las cosas que éste podría hacer en ese estado. Porque si bien las crisis no son ninguna tontería, había que sumarle los antecedentes de Harry formando una bomba que Louis deseaba con toda su alma que no estallase.

Asi que con desesperación no colgó y solo buscó sus zapatos, chaqueta y llaves del coche. Harry lo necesitaba y él estaría allí para él. Era lo mínimo que podía hacer, era su paciente y que a parte, algo dentro de él le decía que debía hacerlo.

Condujo hasta el apartamento mientras sin colgar Harry seguía diciendo al otro lado de la línea que era todo su culpa y por más que Louis le preguntase, él no respondía. Se limitaba a repetir la misma frase una y otra vez.

Una vez llegó frente al edificio, salió del coche y subió rápidamente las escaleras. Ahora estaba frente a la misma puerta que vió hacía varias horas por la mañana.

Tocó varias veces a la puerta y el chico no lo escuchaba o simplemente lo ignoraba.

Louis no colgaba, tenía aún el móvil en su mano con Harry allí diciendo lo mismo.

–Harry, estoy en tu puerta, por favor abre la puerta. Quiero ayudarte.

No hubo respuesta alguna en un primer momento pero entonces la voz de Harry se apagó y se escucharon pasos.

Abrió la puerta y Louis se encontró con un Harry devastado con una cara roja de tanto llorar y unas manos temblorosas.
Estaba al borde del colapso y Louis sintió como se rompía por dentro.

Pasó, colgó el móvil y cerró la puerta con el pie.

Ahora si que no pudo evitarlo y lo abrazó porque a la mierda el ser profesional, Harry era lo que necesitaba en esos momentos y nada más. Porque algo que le habían enseñado en la facultad era que los psicólogos tenían que ser fríos con sus pacientes, nada de sentimientos que pudiesen interferir en el tratamiento pero ahora mismo creía que lo que Harry estaba buscando eran sentimientos, sentirse querido. Y bueno, quizá él también quería recibir un poquito del amor de Harry.

Realmente Louis no supo cuanto tiempo estuvieron así, de pie, abrazados el uno al otro mientras esperaba que Harry se calmase al menos un poco.

–¿Estás mejor? –Murmuró Louis lentamente.

Harry estaba más calmado, sus sollozos habían disminuido considerablemente y ahora simplemente temblaba mientras escondía su cabeza y prácticamente todo él entre los abrazos de Louis. Y no importaba que Harry fuera más alto  porque de algún extraño modo se sentía como ambos encajaban.

Efectos Secundarios.|| Larry Stylinson. [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora