Homura Takeru caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad, regresaba de su trabajo, estaba preparado para las clases de defensa que recibiría de su abuelo. Aunque estuviera agotado, tenía que enfrentar a su abuelo, de alguna manera, era como un apoyo de ambos por la pedida de sus padres y donde podía hablar con este para aclarar algunas dudas. Realmente, nadie quería meterse con él. Aquella mala mirada que les dirigía, hacia que todos huyeran como perros cobardes, aunque sería más de decir, que el los miraba de esa manera porqué tenía una muy mala vista pero para mantener su perfil de un chico delincuente, prefería no ponerse sus lentes.
En fin. Caminaba por esas calles mientras tarareaba las canciones que escuchaba, ignoraba a todo el mundo por culpa de los audífonos en sus oídos. Giró a la esquina cuando la vio. Detuvo su andar para ver a Yusaku Fujiki sentada en esos viejos columpios. Curioso se acercó, sabía que la chica sólo iba a ese lugar cuando tenía problemas con el mundo. Y aunque esta lo negara, esa mirada triste y enfada, le decía todo. La manera en la que movía sus pies y las palabras que ella susurraba. Cualquiera que la viera, podían sentir miedo de ella.
--Hola Yusa-chan --Saludo amigablemente mientras tomaba asiendo a su lado.
--Hola Taku --Trato de sonreír.
--¿Sucede algo? --Preguntó curioso.-- Han sido muy pocas veces pero siempre vienes a este lugar cuando algo te pasa --Sonrió.-- Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea
--Gracias Taku --Yusaku suspiro.-- Hubo una discusión en mi casa y preferí salir antes de ver como creaban una tercera guerra
Takeru miro un tanto confundido. ¿Había tenido una discusión con sus padres? Por lo que sabía, era la mejor hija que unos padres quisiera tener, siempre ayudaba en casa después de sus clases en la Universidad y su trabajo de medio tiempo. Ayudaba en la tienda de su padre y nunca contestaba mal a los mismos. Incluso, aún sueño hija de un militar retirado y una maestra de nivel preescolar, Yusaku era una hija muy atenta.
--¿A tus padres? --No pudo evitar preguntar.
--En realidad --Balbuceo un poco para al final suspirar.-- No fue por culpa de ellos, papá sólo me quería proteger y mi mamá sólo quería detenerlo pero fue culpa de alguien más --Miro a Takeru.-- Es sólo que lo encontré Taku, encontré a mi alma gemela y es un maldito bastardo
Takeru suspiro. Acarició la mejilla de Yusaku, apartó un poco su cabello para ver ese ojo de otro color. Ese color celeste que ocultaba de todos y que el tenía ese privilegio de verlo primero. No sabía el porque lo ocultaba, solo podía decir que se veía tierna, como sea, ella se veía bien.
--Bueno, al menos lo encontraste --Takeru sonrió.--He escuchado que muchos tardan en encontrarlo ¿Y ahora que harás?
--Estaba pensando en engañarlo --Hablo Yusaku tranquila.-- Estoy segura que eso es lo que el haría de igual manera, me utilizaría para que al final tenga lo que todo este tiempo ha buscado --Sonrió.-- No sería malo si yo lo utilizará
--¿Estas segura? --Preguntó Takeru con burla.--¿Y si te enamoras de él?
--No lo haría --Enlazó su mano con la de Takeru.-- No podría enamorarme de alguien como él -- Yusaku le miro de mala manera.-- Y ni se te ocurra decir que eso puede pasar por el simple echo de ser mi alma gemela
--Esta bien, no hablaré de más, no quiero que me des otra paliza
--¿Aún recuerdas esa paliza que te di cuando éramos niños? --Pregunto Yusaku con burla.-- Tu tuviste la culpa por burlarte de mis ojos --Sonrió con superioridad.-- Y te seguiré ganando Homura Takeru ¿Qué dirán de una simple chica que le ganó al delincuente numero uno?
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Almas gemelas
FanfictionSi tu felicidad dependiera de tu alma gemela.¿Que harías? Si un desconocido tuviera algo que te pertenece y que sólo haría que tu futuro fuera más próspero. ¿Confiarias en él o ella? Ese era el destino que tenían que enfrentar las almas gemelas cuan...