Donde Park JiMin, un esplendoroso y amable vendedor, roba las flores de el Jardín de Jeon Jeongguk, el rey de las tinieblas, el cual siempre observaba al joven desde la distancia, cayendo profundamente enamorado de el jovencito.
Pero no la tendrán f...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo ocurría tan rápido que sin duda los sentimientos de dolor y desesperación comenzaron a abrumarlo. Una fuerte presión en su pecho lo hizo detenerse de un golpe, ¿Escapar era la solución de todos sus problemas?, su madre sabría que hacer ante todo esto. Siempre trataba de escucharlo pese a todo para seguidamente tratar de darle un buen consejo o alguna lección de vida que terminaría ayudandolo más adelante en alguna situación problemática.
Lastimosamente esta no era aquella ocasión.
Varias veces su madre le había inculcado que afrontar sus problemas era lo mejor, no pasarlos por encima o huir de ellos como lo hizo hace un momento. Pero el miedo y la inseguridad lo vencio, había estado con muchos chicos, pero siempre era lo mismo. O iba demasiado rápido con ellos, o su inseguridad lo dominaba.
No negaba que el beso había sido asombroso, pero igualmente la situación no era la mejor. Yoongi estaba detrás de el y si mantenía contacto con Jeongguk seguramente haría algo que atentara contra su persona y...oh no, el jamás dejaría que ese tonto hiriera a el amor de su vida. Ese sujeto era capaz de todo y se lo había demostrado en el poco tiempo que hablaron; la maldad que corría por su corazón era inmensa y temía tanto eso. El poder con el que contaba era tremendo, aparte de que su descendencia era sagrada y un humano común no podría hacer nada contra alguien tan poderoso como Yoongi.
Si iba a ir encontra de el angel, buscaría pruebas para retirarlo de el gran mando en el que estaba.
Su plan era sencillo.
Buscar toda la información posible de el, y desenmascarar varias cosas terribles. Los angeles son seres llenos de amor y paz, lastimosamente Yoongi lo único que desprendía era odio y furia. ¿Por qué?, ¿Por qué mantenía esa aura tan terrible, si pertenecía a un mundo tan bello?.
Si tuvieran la oportunidad de conocerlos, estarían seguros de que eran totalmente opuestos a su apariencia.
--Nunca juzges un libro por su portada...Minnie.-El susurro de alguien fue un golpe tan duro a su persona, que no dudo ni un poco en levantarse por una fuerza sobre humana.--Eres tan joven y pequeño aun hijo mio...inexperto en un sin fin de cosas, pero aprendes tan rápido que es abrumador, el ardor de tú corazón me llamo, hay una situación que enmendar, y yo estoy para ti siempre mi pequeño.--
Esa voz...era tan celestial y terriblemente conocida que, si no fuera por la irradiante luz que la persona frente a el derramaba, estaba seguro que lo tomaría como alguna emboscada. El en un ataque de nerviosismo, se oculto en una pequeña cueva junto a un hermoso riachuelo cristalino. Solía venir con su madre los fines de semana a dejar flores en el lugar donde su padre murió. Fue atacado por algo, no se supo jamás por que o por quien, sencillamente paso, como si estuviera destinado a pasar, eso aterró a JiMin. Por que en su mente estaría entrelazando a Yoongi y su padre...¿Qué tenían que ver ambos juntos?, los dos deseaban poder. Tenían un gran ápice de avariciosos, querían tener el mundo en sus manos, mandar y regir como una especie de dios.
