Capítulo 4: Bonito Omega.

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—Muy bien Len... —el doctor buscó rápidamente entre sus papeles del escritorio algún detalle—. Len Kagamine. Su hijo está en perfecta condiciones, poseyendo con una defensa bastante alta. Por lo visto, la flema que tenía en sus pulmones desapareció completamente, supongo que el remedio que le había recetado fue bastante eficaz en destruir cuya patología gripal. Por otro lado, su comportamiento en cuanto a su instinto animal es un poco incontrolable, pero no te preocupes, es normal, es un proceso. Su lobo interno en ocasiones toma el control de su cuerpo por unos diez minutos; puede tener una leve erección y sus pupilas pueden tornarse de un color más oscuro en cuanto al tono que conlleve. Su vista está 20/20 y el desarrollo de sus huesos es muy apreciable. Por la mañana le puede dar de tomar leche tibia con la medicina que le voy a recetar para que siga fortaleciendo su crecimiento, por las noches se lo puede dar igual, hasta con un jugo ligero de naranja.

—O sea, ¿mi hijo está completamente sano? ¿La gripe desapareció por completo? —Len estaba en el pediatra, no cabe la menor duda. Tenía cita con el doctor para consultar cómo iba la salud de su cachorro. Claro, tuvo que pedir un permiso en el trabajo para poder asistir con su hijo y fue raro que su jefe no lo trató tan mal como otras ocaciones.

—Efectivamente. Estate tranquilo, por lo que veo está comiendo saludablemente y eso es muy bueno. Tu cachorro es bastante fuerte y siéntete orgulloso de eso —el doctor sacó de un pequeño cajón una paletita de naranja y se la extendió al pequeño alpha, quien estaba sentado sobre el regazo de su padre omega.

—Dale las gracias Ken —el rubio le susurró en el oído, peinando su cabellera dorada mientras miraba al amable beta.

Aparentemente se sentía más calmado. Todo estaba bien en su cachorro y eso era lo que más le estaba importando hasta ahora.

—Gracias —espetó con timidez el niño, a lo que el doctor le respondió que no era necesario agradecer.

—Por cierto, perdón que me entrometa pero desde que entraste a mi consultorio, pude oler que andas con un poco de tensión encima y quiero preguntarte si está todo bien —Len lo miró, haciendo una mueca en sus labios al terminar de escuchar eso. Bueno... Len había llegado con suma incomodidad a la clínica y no ha sabido disimular aquello del todo.

Pero ¿cómo explicarle que su maldito ex alpha lo había traído en su auto y que en el trayecto del camino había expulsado unas fulminantes feromonas que quizás resultaron ser bastantes tóxicas? Aquel bastardo casi lo obligaba a irse con él, insistiendo por mil maneras diferentes y... Se arrepintió de contarle a Piko que hoy tenía que venir con su hijo, porque claro, ese maldito roedor a veces conversa con ese alpha y le cuenta todo sobre su cachorro ya que Len lo ignora completamente en la mayoría de las ocasiones en que se topan.

Es todo un mentiroso y traidor, se había convertido en el compañero más pérfido de toda Rusia.

—Eh... sí. Todo está bien. —En realidad todo no andaba bien pero Len no tenía que ir hablando de sus problemas, ¿verdad?

God is an omega » |Kailen| •OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora