Capítulo 1 (editado)

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Narra Emilia

Como siempre digo, hoy era otro monótono día mas, ahora solo faltaban 3 meses para que me fuera y dejase todo a lo que yo le llamaba vida.

Baje a desayunar algo de lo más simple que puedo porque ya no me quedaban ánimos ni fuerzas para seguir con esto.

Al principio estaba emocionada al saber que este viaje sería una nueva aventura, pero, al recordar las consecuencias que tendría, todo se derrumbó.

De pronto, mi madre apareció por el umbral de la cocina.

-Buenos días hija ¿cómo estás?

-Hola mamá, supongo que estoy bien.

-Hija sabes que me duele verte así, pero ánimo que allá conocerás a nuevas personas, vivirás nuevas aventuras, y aquí viene lo mejor, tus primas estarán contigo- sonreía feliz.

-Lo se mamá, eso no me preocupa, lo que si lo hace es que tendré que dejar todo aquí, tu sabes que tengo a mis amigos y mis cosas.

Mi madre no estaba al tanto de que yo tenía novio, el cual era Leonardo y que es 8 años mayor que yo... Si ella tan solo lo supiera se pondría como loca, y me daría sermones del típico: "no puedes estar con el" "busca a un chico de tu edad" "eres muy joven para tener novio" entre otros que no quiero ni imaginar.

-Ok hija pero no puedes seguir así de depresiva, sabes que a esto lo hacemos por la economía que estamos pasando, nosotros sólo queremos darte lo mejor para ti.

-Ya lo sé, ¿sabes qué? Mejor me voy a mi habitación que debo de hacer unos pendientes, luego hablamos.

-Ok, yo me iré al trabajo, cualquier cosa hay comida en el refrigerador y si necesitas ayuda llámame sabes, te quiero.

-Yo también te quiero, adiós.

Fui a mi cuarto solo porque había olvidado mi celular, pero al llegar vi que todo estaba hecho un desastre, así que me dispuse a limpiar. Al terminar con la limpieza, agarre mi móvil y comencé a ver las notificaciones, las cuales solo eran mensajes de Leonardo y Dante

Leo

Hola amor ¿cómo estás?

Yo

Ya sabes, estoy igual que siempre

Leo

Ya, deja esa tristeza sabes que no te hace bien

Yo

Ya lo sé, pero sabes que me pongo así porque me iré y dejare todo lo que tengo aquí, incluyéndote

Leo

Pero si sabes de que no me iré a ninguna parte porque te AMO

Yo

Yo también te amo y eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida

Leo

Tú también eres la cosa más bella que me paso en toda pero en toda la vida.

Estaba por responderle, pero no lo hice ya que me habían llegado varios mensajes de mi mejor amigo, el cual se llamaba Dante.

Mj amigo

EY, ¿Cómo está la loca ms hermosa que conozco?

Yo

Te soy sincera? Me siento fatal porque te extrañare más de lo que te piensas.

Mj amigo

China hermosa no te pongas triste, sabes que siempre podrás contar conmigo además de que me puedes llamar las veces que tú quieras al día para platicar.

Yo

Sabes que te amodoro con todo mi corazón ¿cierto?

Mj amigo

Eso ya lo sé querida

Con Dante me sentía más a gusto a la hora de hablar de todo tipo de temas, desde lo más absurdo hasta lo más delicado, aunque eso a veces me hacía sentir mal ya que ciertas cosas no le contaba a Leo debido a que simplemente no me gusta agobiarlo con mis problemas.

La historia de cómo conocí a Dante es un poco extraña pero a la vez divertida, aunque lo recuerdo como si hubiese sido ayer, ya que lo había conocido al poco tiempo después de haber conocido a Leo.

Esa mañana me encontraba caminando por el medio de la ciudad, ya que debía de ir a buscar un pedido que había hecho hacia unos días, mientras tanto iba hablando por teléfono con una amiga, cuando de la nada, me caí de bruces al suelo además de que algo caliente se corría en toda mi blusa, al momento de levantar mi cabeza vi a un joven vestido de traje con una cara de pocos amigos

-Oye, fíjate por donde vas, idiota- eso último lo dije en un susurro.

- Tú fíjate por donde vas, se nota que ni siquiera ibas viendo el camino

-Por lo menos yo no iba con un café caliente destapado.

-Y qué esperas para levantarte ¿Qué yo te ayude? Pues ni te pienses

-Pues sí, esperaba a que tú me ayudes a levantarme porque me chocaste y para colmo derramaste tu café en mí.

-Ay bueno, discúlpeme ¿señorita...?- lo decía mientras me levantaba.

-Emilia, Emilia Castro

- Bueno señorita Emilia, yo me llamo Dante, Dante Lombardi

-Un gusto señor Lombardi

-Llámame por mi nombre apenas tengo 25 años

- Bueno Dante gracias por la charla pero tengo que irme

-Espere señorita Emilia, que le parece que para compensar el hecho que provocó que yo le tirara café en su blusa, la invitó a salir para que nos conozcamos ¿qué dice, le parece?

-Pues... me parece una buena idea

- Bueno, ¿qué te parece en la tarde?

- Si, me va bien en la tarde

- ¿En Legión Coffee?

-Perfecto, a las 18 en Legión Coffee

-Ok, hasta luego Emilia.

-Hasta luego Dante

Nos pasamos nuestros números telefónicos para poder quedar en el café más tarde y cada uno siguió su camino sin saber que luego de ese encuentro comenzaríamos a ser amigos para luego ser mejores amigos.

Volveré A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora