Capítulo 5

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2 meses de embarazo

Narra Emilia

Mañana se acabaría todo, mi vida, mis aventuras, mis amistades, mi familia, aunque iniciaría una nueva aventura con mis frijolitos, así había apodado a mis mellis.
Lucas todavía no se enteraba de la existencia de ellos ya que yo me estaba alejando de a poco de el
con Carlos, pues, al principio quiso ir tras el padre pero logre tranquilizarlo, argumentando de que el también estaría en la vida de mis frijolitos, pero me advirtió que le dijera de ellos antes de que me fuera, Así que hoy estoy en la puerta de su departamento, gracias a dios apenas tengo un bulto en la panza, lo que hacía más facil ocultar mi embarazo, 1 timbre, 2 timbres, al 3er timbre me atendió, tenía cara de cansado y de que no había dormido durante dias además de su barba de 1 semana.

-Ehhh Hola Lucas ¿Puedo pasar?

- Luego de 1 semana sin poder contactarme contigo Emilia, ¿Te apareces de la nada? Pasa

-No te quitaré mucho tiempo.

-¿Qué pasa?

-Quiero que terminemos, ya nada tiene sentido, ya no estaré junto a ti, además de que...-me quedé callada.

-¿Además de que Emilia?¿Además de que?

- E-estoy emba-embarazada- agache la cabeza, en ese momento la cara de Lucas había palidecido

- No, no puede ser Emilia ¡No puede ser!- estaba demasiado enojado- No se que harás pero no me pienso hacer cargo de ese niño y es más ¿quien me asegura de que es mio?

-No pienso abortar a mis frijolitos, sólo venía a decirte, porque es mi deber avisarte, además eres el único con el que he estado

-¿Quieres saber algo? Fuiste mi juego, mi diversión, porque yo realmente estoy casado y con una hija, sólo quería llevarte un par de veces a la cama, para saciar mis ganas sobre una chica linda- en ese momento mi furia era tan grande que no dude en darle una bofetada en su mejilla- así que ya estoy, ya no quiero volver a verte ni a ti ni a esos bastardos.

-Desde este momento, tu dejas de ser el padre de mis hijos, para ellos y para mi estas MUERTO- comence a llorar- espero que te arrepientas de haberle deseado la muerte a tus hijos.

En ese momento salí del departamento, hacia mi casa, necesitaba tranquilizarme por mi bien y por el de mis hijos.

Al día siguiente

Hoy me iba, con un corazón roto, pero por dos personitas que crecían dentro de mi por las cuales luchar, estaba terminando de empacar cuando comenzó a sonar el teléfono

-Hola, habla Emilia

-Hola Em, habla tu mejor amigo, Carlos.

-Ah, Hola Carlos ¿cómo estás?

-Mal porque mi mejor amiga se va y me deja abandonado acá

-Sabes que te llevaría en la maleta pero no entras- escuche una carcajada al otro lado de la línea.

-Que triste, bueno sólo quería avisarte que iré contigo al aeropuerto para despedirme de ti.

-Ok aquí te espero, rulitos- ese era su apodo ya que su cabeza estaba repleta de rulitos pequeños los cuales me encantaban

-Ok nos vemos en un rato.

-Adios.

Termine de empacar y baje la maleta hasta la puerta donde mi padre la subiría al auto después, bueno, cuando mi padre se enteró de mis frijolitos, se enojó al principio pero luego se disculpó y dijo que me ayudaría.
Estaba llegando a la cocina cuando percibí un olor a chocolates con esas galletas vainillas que tanto amo.

-Hola mami, Hola papi.

-Hola hija- respondieron al unísono.

-Mi amor yo se que esto es difícil para ti, pero, ¿Ya le dijiste al padre sobre tu embarazo?

Tome una gran bocanada- Si mamá, pero el quiso que yo abortara.  Pero le dije que no y que desde ese momento para mi y mis hijos el estaba muerto.

-Ay mi niña, yo se que es una decisión difícil, pero sabes que estaremos aquí para ayudarte.

-Gracias papi.

Luego de desayunar nos montamos al auto y nos fuimos directo al aeropuerto ya que el avión en el que iríamos despegaba en 3 horas pero el camino desde mi casa hasta allá era de 1 hora y media, al llegar, reconocí a Carlos, el cual estaba sentado mirando su móvil.

- Carlos!!!- grite para que me escuchara mientras corría en su dirección.

-Emi, no sabes lo que te voy a extrañar mi vida, y a ustedes también mis bolitas, porque desde que me enteré de su existencia se ganaron un lugar especial en mi corazón

-Ya déjate de cursilerias que ya voy a llorar- en ese momento llegaron mis padres con cara de pocos amigos- mamá, papá el es Carlos, mi mejor amigo, el es el que casi va a romperle la cara al ex padre de mis frijolitos.

-Hola señores Castro, como dijo Emilia soy Carlos su mejor amigo, ella me hablo cosas muy buenas de ustedes.

-Eso espero- miraba divertido mi padre.

Estuvimos hablando de cosas triviales  hasta que comenzaron a llamar.

-Pasajeros con destino a Miami, Estados Unidos, abordar por la puerta 7e, gracias- decía una mujer por el altavoz.

-Bueno, creo que ya es hora de irme

- Si, no sabes lo que voy a extrañarte, quiero ser parte de la vida de tus hijos, así sea a distancia.

-Asi será rulitos, es más quiero que tu seas el padre adoptivo de ellos.

-Nada me haría más feliz, bueno, vete que perderás tu vuelo- ya tenía lágrimas en sus ojos

- Te voy a extrañar Carlos Díaz!!!- gritaba junto con lágrimas en los ojos mientras me dirigía a la puerta indicada.

Una etapa vieja dejaba atrás y una nueva me esperaba por delante junto a mis hijos

Volveré A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora