Itinerantes.

1.Sabor a muerte

Cuando le llegó la noticia en el frente de batalla su corazón se encogió con fuerza. Era como si de pronto nada más importara, solo sus pies avanzando lo más rápido posible, corriendo entre cuerpos aliados y enemigos. El cielo estaba oscuro cuando llegó. A lo lejos se libraba un combate en el que no podía tomar parte. Unas monstruosas y gigantescas figuras traslucidas se erguían en el horizonte... Algo que nunca había visto. Siguió a una ninja médico hasta una carpa donde pudo verlo.

Las lágrimas se agolparon en sus ojos cuando distinguió aquella protuberancia en su pecho. Aparentemente lo atravesaba de lado a lado. Supo en ese instante que no había forma de sobrevivir a tal herida. Sin embargo allí estaba Shizune, practicando ninjutsu médico en su cuerpo.

-Aun queda un poco de vida en él... Puedo sentirlo...- La pelinegra rompió el silencio sin levantar siquiera la vista. Sabía que Tenten estaba allí por él, sabía además que aquellas lágrimas eran de amor.

Los ojos de la especialista en armas se abrieron mucho. Apretó sus puños y negó con la cabeza. No quería falsas ilusiones, no quería que aquello doliera más. Se arrodilló frente a la cama, junto a la asistente de la quinta Hokage. Siempre la había admirado por tener lo necesario para ser estudiante de la legendaria reina de las babosas, pero en ese momento no podía confiar en ella ni sus talentos. La suerte no estaba del lado de Neji.  Miró con atención su cuerpo. Su blanco abdomen estaba manchado de sangre, de suciedad. Sus manos vendadas descansaban a los lados de su cuerpo y no se reprimió cuando el deseo de tomar una de ellas y acercarla a su rostro la invadió. Aquella caricia ya la había sentido antes. La aspereza de aquellas vendas, el aroma de Neji. Quería captarlo para siempre, no quería olvidarlo jamás.

Minutos después, aún sosteniendo su mano, se quedó dormida, presa de la realidad de la guerra. Su cuerpo agotado y adolorido. Shizune entonces la miró con tristeza. Aquella muchacha enamorada, en plena incertidumbre, temiendo por su amor... Se prometió mantener a aquel chico con vida al menos hasta que Lady Tsunade apareciera y pudiera hacer algo por él.

Tenten fue derivada a cuidados luego de que se enteraron de que usó una de las armas legendarias y desde entonces la castaña no pudo enterarse de nada.

No fue la quinta quién apareció, sino una muchacha se rojos cabellos. Usumaki Karin, así se presentó. En medio de la madrugada y con ayuda de otro ninja médico, le suministraron de su sangre al Hyuga que agonizaba luego de retirar aquella enorme púa de su cuerpo.

El tsukuyomi infinito le mostró un mundo distinto al que conoció, pero parecido, para su fascinación, con un Neji vivo y sano. Aunque ella estaba segura de que algo andaba mal, ver a su compañero le tranquilizaba y tentaba para quedarse allí para siempre, aún con todo lo que no encajaba.

Cuando despertó de aquel sueño, lo único que pudo sentir fue la amargura de la muerte...

Nota de autora: Bienvenidos a esta nueva historia y gracias, como siempre, por leer estas humildes palabras. Este primer capítulo es bastante corto por una cuestión sencilla, tan solo coloca un contexto para que la cosa empiece a suceder.
Saludos💓 actualizaré en breve.