Itinerantes.

6. Un viaje

El camino sería silencioso como la muerte de no ser por la multitud que camina junto a ellos y que llena el ambiente constantemente con charlas y sonidos porque sí. Además, el tigre que transportan enjaulado ruge sonoramente cada cierto tiempo, logrando siempre robarle algún respingo al castaño.

La caravana del circo es extensa y por lo tanto él se mantiene en la retaguardia y Tenten va al frente, siempre atenta, o eso quiere creer, puesto que recuerda haberla visto siendo demasiado simpática con el sujeto del otro día, y la simple idea le revuelve las tripas. Tan solo espera que sea ella intentando sacarlo de quicio por los celos y nada más. 

Dado a que los arboles son cada vez más frondosos, pronto la oscuridad se hace presente en el camino. Todos parecen cansados y es entonces cuando el jefe de ceremonias propone armar las tiendas para pasar la noche. Neji sabe que espera una extensa guardia, pero al menos tiene la intención de utilizar ese tiempo para hablar con ella, entender lo que sucede, arreglar las cosas.

Muy en el fondo sabe que siente cosas por ella, sabe que no hay nadie más en el mundo que le importe así, pero por otro lado no se imagina en el rol de novio, ni haciendo cosas estúpidas o cursis. Sus ojos blancos la buscan entre la muchedumbre y al fin la encuentran. Tenten le sonríe de lado con expresión cansada y se acerca a él lentamente. 

-Creo que será una larga noche...-

-Quiero hablar contigo, Tenten.- 

La castaña cierra los ojos con cierto malestar en su expresión pero termina por asentir. 

-Seré directo. Quiero cosas contigo que no he querido hasta ahora con ninguna mujer... Siento lo que sea que haya hecho para que te distancies de mi, siento haberte seguido hasta aquí sin importarme tu decisión, pero no podía permitir que te vayas de mi vida.-

La kunoichi no cabe en sí misma de la sorpresa al oír al genio de su generación diciendo aquellas palabras. Lo recuerda de niño, siendo un imbécil, un arrogante,  y no puede evitar sonreír orgullosa de todo lo que creció. 

-Tu sabes que te quiero, tonto.- Suspira y apoya su frente en el hombro de su compañero intentando recuperar la compostura. No quiere que vea sus ojos llorosos de la emoción. Es una shinobi, nadie debería verlos.

Luego de un momento en silencio y de mucha tensión física entre los dos, Tenten se aleja con la intención de traer leña. Empieza a refrescar y tienen mucho por conversar así que una fogata suena tentadora.