La barra del bar

2.8K 116 22
                                    

Alba's POV

Al acabar exámenes montamos un fiestote, como prácticamente todo el Colegio Mayor. La gente gritaba por los pasillos, llena de adrenalina provocada por una mezcla entre libertad y falta de horas de sueño.

-Montamos una buena en el sótano hoy entonces, ¿no?- pregunté yo.

-¡Cómo lo sabes, amiga!- respondió Miriam.

-Pero espero que hoy no ataques a otra en los baños- comentó Natalia haciéndose la indignada.

-Ellllaaaaa, celosaaaaa- añadió Miriam.

-No tienes ningún motivo para estarlo. Yo te quiero a ti- respondí acariciándole la cara.

Seguimos hablando de cosas aleatorias como siempre, conversaciones sin sentido que se mezclaban con las de las otras mesas.

-Uy, lo siento, Albi- dijo Natalia al hacer un ruido con el  cuchillo en el plato.

-No pasa nada- respondí sonriéndola.

Me molestaba un montón el ruido de los cubiertos contra los platos y tenía la suerte de que mis amigas respetaban eso y hacían lo posible para evitarlo.

-¿Sabéis qué palabra me hace gracia?- preguntó Amaia así, sin más, porque ella era así, con comentarios random todo el rato.

-Almorrana- añadió de nuevo.

-¿Te gusta la palabra almorrana?- preguntó Sabela llena de asombro.

-No pienses en su significado, piensa en su sonoridad. AL-MO-RRA-NA- añadió.

-¿Qué la pasa? ¿Qué la ocurra?- preguntó Natalia.

-Debe de ser algo que os dan en Pamplona- añadí yo.

-Pero, serás- contestó ella atacándome con las cosquillas.

A eso de las 10 ya estábamos otra vez todas en el sótano con nuestras botellas de sangría calentorra dispuestas a vivir una nueva noche de travesuras de la que nos acordaríamos mínimamente al día siguiente.

Había bastante más gente en esa sala, lo normal cuando acabábamos justo exámenes. Se oía bastante ruido pero hasta las doce no pasaba nada. Después de esta hora, si nos excedíamos, bajaba el portero a poner orden.

Nos echamos muchas risas, cantamos algunas canciones mientras las botellas iban bajando.

Iniciamos la ruta de bares de chupitos, en realidad hacíamos lo mismo casi siempre pero supongo que nos dejábamos llevar por esa rutina como tantos otros jóvenes que desperdiciaban sus noches entre litros de alcohol.

Entramos en uno de los típicos bares finales para bailar hasta que nos doliesen los pies.

-Oye, esa mujer le está haciendo un buen repaso a tu chica- dijo Sabela señalándome a una chica que teníamos a la izquierda.

Lo cierto es que sí, le estaba dando repasos de arriba a abajo descaradamente.

-¿No vas a hacer nada?- insistió la gallega.

-¿Qué quieres que haga?- pregunté yo.

-No sé, yo veo que una tía mira así a mi chica y me dan los siete males-.

-Que mire lo  que quiera, es más hasta yo miro a otras a veces. Es natural y es normal que otras chicas la miren, Natalia está tremenda-.

La chica no se quedó ahí y aprovechó un momento que Natalia fue hasta su abrigo a pedirle un cigarro. Yo seguía la escena, me estaba resultando muy divertida. Mientras hablaban, mi chica no hacía nada más que mirarme todo el rato como pidiéndome perdón.

El Yin y el Yang - Natalia Y Alba (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora