━primer capítulo.

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se acabó, ya todo había acabado.

la guerra acabó, ganaron, vivieron. la guerra fría había terminado, y los soldados ya estaban de vuelta en sus hogares, rebozando alegría al poder respirar por algunos años más con la gente que amaban.

aunque james barnes no estaba del todo felíz.

había visto a su mejor amigo convertirse en el capitán américa, el héroe ícono de la nación. lo vio luchar, ganar, perder, lo vio cuando pensaba que ya no lo haría más. él lo salvó, lo salvó y entonces lo vio por primera vez. había cambiado, era más alto que él, más fuerte, más musculoso y más resistente, sano y sin problemas respiratorios como solía tener.

ahora tenía el cuerpo que combinaba con su corazón, fuerte.

bucky creía que steve era hermoso desde que nació; su rostro reflejaba inocencia y fuerza al mismo tiempo, sus ojos dirían muchas cosas, pero el miedo no sería una de ellas. no era un chico físicamente fuerte, pero sus ideales y opiniones eran incorrompibles, y bucky sabía que eso lo hacía la persona más poderosa del planeta, con o sin el suero.

amaba esos ojos celestes que le observaban con admiración y respeto, esos labios que le decían las cosas más dulces que pudiera soñar, y casi podía sentir la baba caer de su boca al ver, por accidente, el torso desnudo de su delgado mejor amigo junto a su sonrisita nerviosa y esas mejillas salpicadas en un hermoso carmesí que daban ganas de comérselo a besos.

un día, un buen amigo de steve les había regalado un trozo de carne de buen tamaño que le había sobrado, como regalo de cumpleaños para el castaño, y el pequeño, mientras intentaba decifrar una receta, hacía unas muecas que a su amigo le parecían muy graciosas; mostraba un ceño fruncido con los labios entreabiertos, entre curioso y confundido. james alucinaba con besarlo hasta desgastar sus labios.

cuando steve terminó de cocinar, sin ayuda de el castaño, a petición suya, porque bucky quería ayudarlo, se sentó a su lado y le dijo que lo hizo con todo el amor del mundo, le dió un pequeño abrazo y le susurró felíz cumpleaños al oído.

fue la comida más deliciosa que james haya probado jamás en toda su vida.

y ahora... eran recuerdos. recuerdos que permanecía nítidos en su mente.

steven rogers y james barnes lucharon codo a codo, cuidándose la espalda, salvándose mutuamene, celebrando la victoria, planeando la siguente, disfrutando de un trago y una que otra charla profunda.

ya todo había acabado, y bucky no sabía que haría.

volvieron a casa, con los bolsillos más llenos que nunca, compraron una cama, sólo una, que se sentía como una nube; compraron un nuevo sofá, que no estuviera a punto de romperse, repararon las paredes y se compraron uno que otro lujo.

cuando steve lo salvó de las garras de hydra, estaba tan contento, pensó, ha cambiado mucho físicamente, pero si se arriesgó la vida para venir a rescatarme, nada debe haber cambiado, seguimos siendo los dos, sólo los dos, hasta el final de la línea.

se equivocó, ya no eran sólo los dos.

al llegar al campamento, se fijó en la cercanía de una hermosa mujer con su hermoso amigo. vió amor en los ojos de ambos cuando ella dijo "llegas tarde", y él respondiéndole con esa voz dulce con la que solía decirle a barnes las cosas más dulces cuando este le hacía cariñitos, "no pude avisar mi llegada" mientras sacaba de su bolsillo el comunicador roto, que había guardado sólo para que aquella agente lo viera.

se sonrieron, y, dios, bucky odió a su mente por susurrarle, son el uno para el otro.

pero luego sólo podía pensar, parece que se van a besar, ¿se van a besar? oh dios, se van a besar, haz algo rápido, no lo vas a soportar, y te van a descubrir.

"¡hey!" exclamó con su voz raspada, llamando la atención de los soldados y de la agente. "¡escuchémoslo por el capitán américa!" terminó con una nota de sorna en su voz, que el idiota de steve no notó.

recibió como respuesta a todos los soldados haciendo una alabanza hacia el hombre del que alguna vez se burlaron.

volviendo al punto, al llegar a casa, como decía, ya no eran steve y bucky, ahora eran steve y peggy, y bucky.

el rubio ya no se acostaba en su pecho para dormir, sino que manenía una distancia (categorizada como heterosexual), y el ojigris ya no podía dormir tranquilo.

dormía sólo cuando sus ojos ya no daban más, porque las únicas veces que descansaba y despertaba con toda la energía del mundo, era cuando steve se pegaba a él en lss noches.

y eso ya no ocurría.

quería gritarle en la cara que qué se creía como para cambiarlo, como para cambiar sus rutinas. pero no lo haría, porque al final del día, recordaba la sonrisa que le dedicaba a peggy cuando salían a bailar, o cuando ella lo invitaba a un trago, o cuando hablaban, o cuando se miraban.

pfff, yo le enseñé a bailar, sólo yo debería bailar con él.

ugh, se odiaba a sí mismo, porque no podía odiar a aquella hermosa dama; carter era una mujer única, entendía a steve por estar revoloteando todo el tiempo a su alrededor.

¡me odio por entenderlo!

pero bucky barnes sólo era un idiota por no darse cuenta de lo evidente.

steve amaba a peggy, sí, pero no la veía como un interés romántico, aunque hubo un momento en el que sí lo pensó, pero luego estaba bucky, y ya no quedaban dudas.

la castaña, sin decirle a steve, intentaba poner celoso al ojigris, para que de una vez por todas reaccionara; así que besaba las mejillas del rubio más seguido en la presencia del sargento, viendo de reojo como este tensaba la mandíbula y cerraba sus puños con fuerza.

peggy amaba a steve, de verdad que lo hacía, si decía que esos besitos en las mejillas no los disfrutaba estaría mintiendo, pero veía el amor puro rebosando los ojos azules de su amigo al ver a james, o todas las veces en las que el castaño lo abrazaba con la excusa de ¿acaso ya no puedo abrazar a mi mejor amigo?, y ella creía firmemente que juntos, ambos encontrarían la felicidad.

él le contó su secreto, y ella cada día lo alentaba para decirlo, no a todos, sino a ese hombre del que hablaba tanto y tan bien, y ella conoció a barnes, y supo que todo lo que decía rogers era verdad, y entendía como pudo enamorarse de él, incluso cuando era algo ilegal e incorrecto, ¡joder, si es que estamos hablando del capitán américa! ¡la definición de la ley!

ni hablar de lo que se le pasaba por la cabeza cuando la temperatura en su cuerpo aumentaba sólo por imaginar cosas.

mira lo que hace el amor, corrompe hasta el alma más pura...

need you ━ stuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora