Bon corría tan rápido como se lo permitían sus piernas que ya temblaban un poco por tanto correr, sentía su corazón palpitando rápidamente y su respiración estaba demasiado agitada. Al llegar a la recepción del Hospital se detuvo respirando hondo tratando de regularizar su aliento, acomodó sus manos en sus rodillas mientras inhalaba y exhalaba.
-buenas noches, ¿Lo puedo ayudar en algo?
-s-si... ¿D-Dónde está el señor Go-Golden?
-¿Qué es de usted?
El Moreno se enderezó sin decir una respuesta, la enfermera lo miraba extrañada y antes de que pudiera decirle algo se escucho una voz gruesa y ronca llamando al menor, este y la recepcionista lo miraron.
-amor llegaste, ¿Éstas bien?
Dijo biendo el leve sonrojo de las mejillas de Bon debido al calor, el Albino miro a la joven.
-se llama Bon James Smith y el puede ver a mi abuelo, ¿Entendido?
-si señor, lo anotare en la lista.
Gold le tomó la mano a su novio para después caminar hacia la habitación donde se encontraba su abuelo.
Al llegar al cuarto vieron a un señor mayor de unos ochenta años aproximadamente con varias máquinas conectadas, Gold abrazó por detrás a su novio tomándolo de la cintura y ocultando su rostro en el hueco de su cuello con el hombro. El menor suspiro al ver al señor acariciando el cabello Albino.
-ya veras que todo estará bien.
-perdoname...
-¿Huh?
-por hacer que te levantaras a esta hora para acompañarme.
-no tengo ningún problema con ello amor, para eso estoy. Para apoyarte y amarte.
El de ojos grises sonrió apretando el abrazo más sacándole una sonrisa al menor.
-te amo Bon.
-yo también te amo.
Se quedaron en silencio un momento, el más bajo miro al señor moverse seguido de sacar de sus labios un gruñido por el dolor, ambos se acercaron de lado derecho, Gold a lado de los pies y Bon a lado de la cabeza; el señor al observar al de ojos Esmeralda sonrió.
-hola joven James.
-hola señor Golden.
El mencionado miro a su Nieto.
-¿Dónde está Gabriel?
-ayer tuvo que ir a Los Ángeles para su entrevista. Pero tranquilo, volverá mañana.
-descuida... No me moverme hasta que vuelva.
Los tres rieron ante en comentario, comenzaron una charla entretenida para el abuelo del Albino.
***
Foxy y Bonnie se encontraban aún en el sofá teniendo su momento, el menor aún seguía con el oral mientras Foxy apretaba fuertemente sus manos suspirando, al sentir la corriente en su abdomen apretó más las manos corriendo se en la boca de su conejito, este al no poder tragar todo, el semen salía por las curvas de los labios; saco su boca para después limpiarla y mirar a su novio quien tenía un enorme sonrojo.
-Foxy...quiero hacerlo.
El mencionado tapó con sus manos atadas su miembro mirando a Bonnie sorprendido, ¿Cómo alguien tan inocente como Bonnie pensaría eso? Sin contar que ya le había hecho el oral, suspiro hondo analizando las palabras que le diría.
-Bonnie, te amo pero ahora no es momento...
-¿Qué? ¿Por qué?
-porque no debemos ir con prisa. Todo tiene su tiempo.
El pelimorado se levantó furioso apretando sus manos en puños.
-¡¿Por qué no me quieres tocar a mí?! ¡Soy tu novio!
-¡No es que no quiera!
Bonnie le soltó una bofetada al de ojos ámbar, dejando su mano marcada en la mejilla ajena.
-¡Tocaste a Bon! ¿¡Por qué a mi no me tocas!?
Foxy.
Desperté dando un gran salto, estaba acostado en el sofá de Bonnie con una cobija en mis piernas y la luz estaba apagada además que el ya no estaba.
-¿Qué mierda?
Toqué mi frente y estaba sudando como si hubiese corrido un maratón de cien metros, mire mis muñecas y estaban bien, quité la cobija de mi para sentarme bien pensando en lo que acababa de soñar. La culpa me estaba invadiendo.
Mire la hora desde mi celular y eran las cinco y treinta de la mañana, suspire recargando mi cabeza en mis manos, mis codos los apoye en mis rodillas para soportar el peso se mi cabeza. Escuche que alguien bajaba las escaleras y mire hacia esa dirección, era la madre de Bonnie con un traje de su trabajo con un portafolios en su mano derecha.
-buenos días yerno -caminó a la cocina.
-buenos días señora Liz, ¿Por qué no me despertaron?
Mi mayor salió con dos tazas en sus manos para después sentarse a mi lado y darme una taza, mire su contenido y era café recién hecho.
-Bonnie no quería despertarte, te veías feliz.
Me hizo una sonrisa recordando cuando me vio, yo me sonroje al recordar mi sueño.
-pues gracias por no hecharme.
-jejeje no es nada. Aunque te veías enfermo, estabas muy rojo.
Me sonrojo más al reconocer la razón, le dio un sorbo al café para después dejarlo en la mesita.
-eso luego suele pasar.
-o bueno, creí que te estaba dando temperatura.
Seguimos nuestra pequeña charla hasta que la señora tuvo que irse a su trabajo, en cuanto ella se había ido yo me marche también sin dejar de pensar en lo que había soñado.
AngelZeru_00