Foxy.
Estaba en un restaurante barato pero bueno con Bonnie, eran ya las seis de la tarde y nuestra cita iba de maravilla. Estábamos de regreso de ver una película así que pasamos a comer algo como otra de las tantas actividades que teníamos pensado, me sorprendía tanto mi conejito porque siempre tenía un tema de conversación haciendo el rato lleno de risas y bromas.
-Fox, quería pedirte un regalo pero... Me da pena.
-¿Qué? ¿Por qué?
-no lo se, para mi es vergonzoso.
Se sonrojo levemente desviando la mirada, sonreí ante tal acto y tome su mano haciendo que me mirara.
-pues sea lo que sea. Te lo daré.
-hehe te amo.
-yo también te amo Bonnie.
Seguimos comiendo felices disfrutando de nuestra comida, al terminar pague la cuenta y nos fuimos a su casa para poder ver una serie que los dos acabamos mucho, estábamos emocionados de saber lo que pasaría con el protagonista en el problema que se había metido.
El preparaba las palomitas miembros tras yo buscaba el video en la gran pantalla de sus padres, estábamos en la Sala y en la mesita de centro estaba un bote de helado de vainilla (mi favorito) con sodas y galletas; llegó Bonnie con las palomitas, apagamos la luz y nos acomodamos en el sofá ya que había comenzado la reproducción del video.
Un tiempo después sentí como me movían y abri los ojos, me había quedado dormido, mire a Bonnie que me estaba moviendo del brazo.
-perdón conejito, me ganó el sueño.
-no te preocupes Fox, siento despertarte pero aún falta algo.
-¿Qué? ¿Qué falta?
-¿Te acuerdas de mi petición?
-a sí, tu petición.
Talle me rostro con mis Palmas espantado todo el sueño para poner atención a lo que diría mi pareja, al quitarme las manos el las tomó y me beso tan tiernamente, movía sus labios torpemente así que tome el mandato del beso acariciando su mejilla, al separarnos me miro de una forma tan distinta que podría jurar que no era el.
-Fox... Te amo.
-yo también te amo conejito, eres muy especial para mi.
-¿Enserio?
-claro.
Me soltó las manos con algo de miedo y al querer moverlas no pude, mire estas y estaban amarradas con su liga para el cabello, sorprendido lo mire usted el estaba sonrojo.
-quiero demostrarte mi amor...
-¿¡Qué!? Bonnie es una locura.
Entre abrió mis piernas para después desabrochar mi pantalón con inseguridad además de un gran sonrojo en su rostro, intente quitarme pero no pude; sentí como me masrubaba con mucho cuidado sacando de mis labios un gemido ronco. Ya no lo detendría en nada, me gustaba la forma en como lo tomó y con mucha torpeza lo metió a su boca subiendo y bajando la cabeza una y otra vez tan lento.
