La presencia que desconocía...

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Pov Hijikata Toushirou

“Estos días fueron extraños, y es que siento unos ojos puestos en mi que no puedo localizar.

Ha pasado un determinado tiempo desde que nosotros los del Dojo elegimos ser soldados del gobierno  para mantener nuestro orgullo como samuráis. Las espadas que portamos ahora eran gracias a kondo-san por elegir el puesto de policía en el país de Edo. En un cuartel con el nombre de Los Shinsengumi.

Aquí Sougo tiene un bajo rango que mi persona, pero su forma sádica a tratado de matarme numerosas veces .Mejor dicho , el debe de estar molesto por otra cosa , pero a eso no le doy importancia.

Ahora mismo estoy patrullando la zona del distrito de Kabuki  ha de interesarme un poco la leyenda de unos hombres que lucharon en una guerra , pero el que me llama la atención es el de Shiroyasha.

Según su ropa era tan blanca como su cabello y espada que portaba, su nombre provenía de la sangre que salpicaba sobre su cuerpo en un tono carmesí. Su historia la di a conocer cuando pude preguntarle a unos viejos lo ocurrido en esa guerra. Lo que causaba miedo de aquel demonio, eran sus ojos por tener un claro color rojo vivo.

En estos momentos mi cabellera sigue siendo larga, aunque ya me han pedido cortarla, este será el ultimo día que lo tenga así.”
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Narrador

— Hijikata- san. Escuché que se cortará la melena que tiene ¿le ayudo?

— Mejor iré a una peluquería a que me haga el favor, es mejor que perder la cabeza — Sougo hace un puchero mientras que juega con su antifaz rojo en su mano derecha.

La gran cantidad de gente que había en el lugar era demasiado desordenada, Toushirou se molestaba cada vez que le empujaban de un lugar a otro, pero ya vería como hacer para implementar reglas en esa calle. Su mano tocaba la empuñadura para desenvainarla en cualquier momento, la situación lo tenia intranquilo.

— Hijikata- san no se encabrone tanto , nos meteremos en problema si causamos muertes en la primera semana de trabajo — Su voz se oía dormilona para terminar de masticar un chicle.

— ¡Tsk! Me importa un comino si alguien se muere , ya estoy harto de este derrocadero de inmundos.

Su atención fue dirigida a la conversación que levantó el joven oficial , sin percatarse de que alguien fue capaz de tomarle del cabello sigilosamente.

— ¿Que demo-

//Nadie estaba allí//

“Estaba seguro de que alguien me había tocado”

— ¿Que pasa? No me digas que terminaste matando a un civil — Preguntó el menor al verlo sorprendido.

— N-No lo se...

Fue una verdadera intriga después de ese toque ¿Quien habrá sido? Ese tipo de preguntas inundaba su mente, lo que deseaba era cortarse la melena para no volver a pasar lo acontecido. 

— ...Sougo , ve guiándome por donde era la peluquería que habías dicho.

El aludido sonrió triunfante porque sabía que ese tema era para que cayera en su propia trampa , que de seguro disfrutará a carcajadas cuando vea el tipo de corte o peinado que le mande a decir al mencionado peluquero. Un “Vale , por aquí” eran las palabras iniciales para comenzar la operación.
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— ¡Maldita sea! — Se quejó a los cuatros vientos por décima vez ese día.

Después de la travesía de Sougo con la idea de que el peluquero lo dejara rapado lo tenia en la cabeza, sin duda pensaba que no iba a tener un mínimo de cabello . Suspiró profundamente al frente de su escritorio cuando terminó de escribir las reglas del cuartel y los planes para el día de mañana. Esta vez su mirada era fija a la hoja que escribía pero sentía una pequeña debilidad por mantenerse despierto.
“¿Será que uso los cigarrillos que me recomendó el superior Matsudaira?”

El Ángel que pude Encontrar //GinHiji//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora