Don't leave me 《 taehyung- BTS》

C A P Í T U L O D I E Z

Me desperté debido a un fuerte dolor de cabeza que se hizo bastante visible. Miré a mi alrededor para averiguar donde estaba, visualice cada rincón examinandolo, pero, finalmente no reconocí el sitio, no tenía ni la más mínima idea de donde me había metido.

—Al fin te despiertas—Escuché decir a alguien en la entrada de la habitación en la que me encontraba.

—¿Dónde estoy?— Pregunté a jimin mientras me sentaba en el borde de la cama de la cual me había despertado. Él estaba bebiendo de una taza mientras me miraba fijamente a los ojos.

—En mi habitación—Sonrió con malicia.
Tardé unos segundos en analizar la respuesta, pero una vez que lo hice abrí mis ojos como platos mientras me tocaba la ropa para ver si la llevaba puesta. Acabé descubriendo que si estaba vestida y eso me tranquilizó.

—¿Qué hago en tu casa?—intenté gritar pero el fuerte dolor de cabeza se había vuelto más intenso.

Este me miró con fastidio para después chasquear la lengua y dejar la taza sobre el mueble más cercano.

—¿No te acuerdas de lo que pasó anoche?—Preguntó cruzándose de brazos. Negué con la cabeza.—Nos quedamos totalmente ebrios, Nam nos tuvo que traer a mi casa, a los dos, ya que no sabía cual era tu dirección—Aclaró mirándome fijamente a los ojos sin expresión ninguna.

Ahora que lo pienso, recuerdo a un chico, alto, que no paraba de gritar y de hablar. Sé que seguramente no haya pasado nada entre los dos, pero prefiero asegurarme.

—pero..., entre tu y yo..., no ha pasado nada, ¿no?— Pregunté con algo de temor a su respuesta.El chico me miró fijamente para después empezar a reírse como si le hubieran contado el mejor chiste de este mundo.

—¿Estas loca?, ¿sigues borracha?— Consiguió decir entre risas, yo le miraba con mi habitual cara de asco.—ohh, no me mires así—Se acercó a mí aún riéndose con los brazos abiertos.

Retrocedí unos centímetros  para mantener las distancias. Pero, antes de que el chico llegara hasta mi, el sonido de un móvil llamó nuestra atención, y no parecía ser de él ya que me miró extrañado.

Me acerqué a la mesita de noche que había a mi izquierda, de donde parecía provenir el sonido.
Abrí el cajón con delicadeza, como si se fuera a romper, y saqué mi móvil para después mirarlo con los ojos apunto de salirse de mi cara.

-mierda, mierda, mierda- maldije en mis adentros llevándome las manos a la cabeza.

Visualice mis zapatos rápidamente, y  corrí hacia ellos para ponérmelos lo más rápido que podía, sacudí mi ropa y me recogí el pelo en una coleta alta para que no se notara demasiado lo sucio y despeinado que estaba. El chico me miraba con los brazos cruzados y aún con su ceja alzada, como si no se enterase de nada.

—¿Por qué tanta prisa?— Se atrevió a preguntar después de un rato en silencio. Le miré un instante para luego rodar los ojos y salir por la puerta de la habitación.

Crucé todo el salón, hasta llegar a la puerta de entrada, pero antes de salir el chico de pelo naranja se me adelantó y se colocó en medio de la puerta impidiéndome el paso.

—¿Donde crees que vas?—Me sonrió con algo de burla mientras me miraba de arriba a bajo,  yo lo miré fulminante— No sabes como volver a tu casa desde aquí— añadió excusandose.
En ese momento volví a caer en la cuenta de que no sabía donde estaba.

El dolor de cabeza volvió a hacerse presente pero esta vez con mucha más intensidad, tantas que no pude ni sostenerme en pie, y acabé cayendo al suelo.