XI: No estoy bien

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- ¡Míranos! Nadie aquí está bien. No podemos tener más personas que se rompan, Wonwoo. Ya estamos colgando de un hilo -.


-

Ya era la segunda mañana desde todo el desastre, aunque se sentía como si hubiera sido una semana. Tanto había sucedido, tanto había que hacer, que Jeonghan sintió que estaba atrapado en un extraño bucle temporal. Aun así, las cosas estaban un poco mejor ahora. Jun estaba mejorando, y junto con eso, los estados de ánimo de todos los demás parecían estar mejorando también. Por supuesto, aún necesitaba descansar y recuperarse, pero no tenían prisa.

Jeonghan tenía su cabello escondido debajo de una gorra blanca y una sudadera gris, sin ninguna razón en particular. Solo le gustaba sentirse cómodo. Después de un par de días agotadores, fue lo único que realmente pidió. El niño esperó frente a la habitación de Jun, recostado contra la pared.

-Oye, - Jeonghan parpadeó ante la voz, mirando a su derecha para ver a Joshua saliendo de la habitación.

-Oye, ¿cómo está? - El mayor sonrió cálidamente, empujando sus manos en sus bolsillos y parándose derecho.

-Está mejorando constantemente. Todavía no podemos sacarlo de los analgésicos, pero podríamos cambiar a oral pronto -, explicó Joshua, y Jeonghan no pudo evitar sonreír burlonamente. -Necesitamos comenzar la terapia física para asegurarnos de que sus pulmones no estén afectados-.

-Oral, ¿eh? - El mayor levantó una ceja con un tono juguetón.

-No-. Joshua se rio. -De todos modos, él está arriba si quieres verlo-.

-No, no.- Jeonghan negó con la cabeza, sonriendo suavemente. -Quiero decir, me alegro, pero en realidad vine por ti esta vez-.

- ¿Yo? - Jisoo parpadeó, honestamente sorprendido.

-Tengo órdenes estrictas de arrastrarte a casa si es necesario-. Jeonghan sonrió.

- ¿Ordenes? ¿Seungcheol? -Jisoo se rio. -No eres alguien que recibe órdenes, ya sabes-.

-El suyo y el mío-, admitió el rubio. -Y te estás desviando-.

-No me estoy desviando-. Jisoo se rio entre dientes, aunque Jeonghan notó fácilmente la negación en su tono. -Iré a casa cuando termine aquí-.

-Tu turno terminó ayer, Shua-, señaló Jeonghan, lamiendo sus labios.

-Lo sé. - Jisoo le aseguró, aunque cuanto más lo intentaba, menos convincente sonaba. -Sólo quería quedarme un poco más, ¿de acuerdo? Todavía tenemos trabajo por aquí, y estoy bien -.

-Te quedaste el tiempo suficiente. - El mayor razonó, dándole una cálida sonrisa. No estaba enojado con él, solo estaba preocupado. Además, Joshua era mucho menos obstinado que Seungcheol, por lo que la forma en que se acercaba a él tenía que ser muy diferente. -Él está bien. -

-No es solo él-, razonó Joshua, aunque una vez más no lo estaba vendiendo muy bien. -Tengo otros pacientes-.

-Quienes también tienen otros médicos-, señaló Jeonghan. -Sé que estás preocupado por él, pero ya estás haciendo todo lo que puedes hacer. Tú mismo lo dijiste, él está mejorando -.

-Lo sé. - Joshua suspiró, la frustración crecía en su ceño fruncido. -Yo solo ...- Se mordió el labio, mirando a su alrededor. -Necesito estar aquí en caso de que algo suceda. Necesito ayudar. -

-Lo sé Jisoo, lo entiendo-. Si alguien sabía lo horrible que era sentirse impotente, era él. -Pero no puedes ayudarlo si estás corriendo con tres horas de sueño en una cama de hospital de mierda-.

On the Rough [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora