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Estoy sentada a lado de Florian es su computadora mientras revisamos las cámaras de seguridad del metro. No entiendo como rayos consiguió eso, pero es lo que menos me importa.

— ¡Es él! —Grito más de lo esperado.

— Bien, este video es de hace dos meses y antes no se vio ningún rastro de ese desgraciado, así que veré las personas que sacaron una tarjeta del metro hace 3 o 2 meses. —Me intriga demasiado como hará eso, es la primera vez que le pido un favor que tenga que ver sobre su trabajo.

— ¿Seguro que se puede hacer eso?

— Cariño, yo puedo encontrar la pornografía que están en la computadora de Shawn Mendes. No te imaginarías que clase de porno tiene. —Pongo los ojos en blanco. —Dentro de una hora te enviaré a tu correo la lista de las personas que sacaron su tarjeta en esas fechas.

— Ok, gracias. —Asiente, se pone sus audífonos y empieza a teclear su computadora.

Llegaron los amigos de Miko y siento que mis oídios explotarán en cualquier comento por la música que ponen, y lo peor es que la música es tan mala que David Bowie se debe estar revolcando en su tumba.

Estoy a punto de quedarme dormida cuando escucho que me llega un correo a la computadora. Voy corriendo y la abro. Florian me envió la lista de las personas que sacaron su tarjeta del metro hace 3 meses. Paso las páginas rápidamente y ninguno de ellos se parece al chico que me ha robado mis pensamientos.

Cuando estoy por rendirme lo encuentro. Mi corazón late con demasiada fuerza que siento que me dará un infarto. Y ahí está, luciendo perfecto sin esforzarse.

Veo sus datos:

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Veo sus datos:

-Nombre: Edward Paganni, 24 años.
-Dirección: Calle Roybury - Número 6722.

No dice nada más, pero creo que es suficiente. Creo que esto será lo más cerca que llegue con él.

Estoy tan sumida en mis pensamientos que no escucho a Miko entrar a mi cuarto.

— Ya estás de aburrida. ¡Ven a divertirte! —Dicho esto, me jala el brazo y me saca de la cama.

Miko nunca se dará cuenta que su manera de divertirse no es igual que la mía. Me gustan las fiestas, pero no con sus estúpidos amigos que hablan de tonterías y critican todo, hasta si pasa una mosca, critican a esa pobre mosca. Metáfora: La mosca soy yo.
Odio haberla conocido en la compañía de ballet y que sus amigos bailarines sean las personas más dañinas que he conocido.

— WOW, a los años —Ahí viene. —Has cambiado, ya no usas ropa ajustada, ¿te sientes mal por tu cuerpo? —Dice una de las escuálidas que fueron mis amigas alguna vez.

— Me encanta mi cuerpo, solo que no me esforzaría en vestirme para personas con un coeficiente intelectual de una cabra. —Digo lo más calmada posible y me retiro a la cocina.

Estoy caminando toda victoriosa por mi respuesta y alguien me toca el hombro.

— Hola, ha pasado mucho. —Joder, no es solo alguien, es ese alguien que derramó la gota del vaso de mi paciencia e hizo que renuncie a la felicidad y al amor.

— Hola —Trato de estar lo más calmada posibles así que me sirvo un vaso con vodka tonic y tomo todo de un tirón. Una chica que supongo que es una bailarina de ballet, ya que mi escoba tiene más forma, le da un beso en la mejilla y pestañea sus ojos con un kilo de rímel.

— Bueno, espero verte más tarde. —Y se va con esa tipa.

Solo me queda servirme otro vaso con alcohol y olvidar que estoy rodeada de gente de mierda. Veo en medio de varios cuerpos a Florian con otros tíos fumando hierba. Así que me dirijo hacia donde están mis mejores amigos, la hierba, los otros me importan una mierda.

— Me prometiste guardarme un poco.-Le digo a Florian.

— Y tú prometiste follar conmigo. —Este idiota.

— ¡Hey, vamos! Será mañana. Lo prometo. —Digo con la sonrisa más falsa del mundo y el imbécil solo rueda los ojos.

— Nena, aquí te doy todo lo que quieras. —Dice uno de sus amigos que está apoyado en la baranda del balcón. Le muestro mi hermoso dedo del medio a Florian y voy hacia al chico que tiene pinta de traficante.

Me alcanza una pipa y ahí empiezo a relajarme y a ver a las personas no tan estúpidas.

Me alcanza una pipa y ahí empiezo a relajarme y a ver a las personas no tan estúpidas

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No sé en que momento me senté en el balcón y mis pies están colgando. Estoy en el piso 17 y se siente de la ostia. Enciendo un cigarrillo y le doy una calada profunda mientras pienso en aquellos ojos verdes. Escucho las risas que provienen de la sala y volteo. Veo a gente bailando, riendo y unos cuantos de ellos enrollándose y me pregunto:¿Porqué ellos son felices y yo no? No creo merecer toda esta mierda. Quizás es la vida que me está diciendo que siga lo que más deseo en la vida, que no es hora de arrepentirse y que mande todo a la mierda. Y decido hacerle caso a mi voz interior.

Me paro y entro a mi cuarto. Voy a la computadora y apunto en un papel la dirección de esa persona que más deseo. Cojo mis llaves y me dirijo a la estación de buses. Puede que luego me arrepienta, pero mi vida ya está muy jodida ¿Qué más me puede pasar?

———
~No sabe lo que le espera
A~

Dark Prince (HS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora