4. Marca

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Voy a comprarle un pastel de "puedes a la próxima"— anunció Edd esa mañana antes de que el ojicuencas se levantara.

Tord se terminó su tocino de un jalón y corrió al castaño. —Te acompaño— sonrió tratando de convencerlo.

El chico alzó una ceja. —Aún hay tocino en el refrigerador, si quieres más.

Tord se mordió el labio. Qué mejor mañana que con un plato de tocino y un manga hentai entre sus manos. Llevó una mano a su cuello y negó. —No es eso, sólo...— lo pensó. —Necesito...— ¿Qué podía ser tan importante como para dejar su amada comida grasosa y salir aún en pijamas sin delatar lo que en verdad quería?. Miró su brazo robótico y una idea estúpida se encendió en su cabeza con cuernos.

¿Necesitas?— amigos, amigos serán, pero Edd sabía cuando le mentía. Y no dejaría pasar una mentira tan grande como un robot gigante bajo su casa como la última vez.

Aceite.

¿Aceite?— se cruzó de brazos para nada convencido. —¿Para qué?.

Tord alzó su brazo metálico y lo movió obvio. —¿Qué pasa amigo Edd?, Creí que eras más inteligente— burló. —¿Brazo robótico no te dice algo?.

El británico suspiró. —Está bien, pero hoy hace calor. Si quieres ve a dejar tu suéter y yo te espero en la...

¡No! sus ojos grisáceos se abrieron de golpe. Y su grito dió un respingo en el más bajo.
A-así estoy bien— trató de sonreír y se encogió de hombros.

Edd entrecerró los ojos aún inseguro.

¡Edd!el pelirrojo corrió hacía ambos chicos en la entrada con una enorme sonrisa en sus labios y ligeras chispas de chocolate sobre sus pecas. —¿A dónde vas?.

El castaño se vio en la necesidad de sonreír y olvidó por completo su paranoia con Tord. —Por un pastel para Tom.

"¿Lo lograrás después?" argumentó Matt.

El amante de cola llevó una mano a su barbilla pensativo. —Yo pensaba más en un "suerte a la próxima".

El noruego alzó una ceja. —¿Para qué esos pasteles?.

Para su probable fracaso en la entrevista de hoy— Edd sonrió comprensivo. —No sería la primera entrevista de trabajo en la que llega devastado y se ahoga en el alcohol.

El de suéter rojo frunció el ceño. —¿Y sí lo logra?.

El silencio se armó rápidamente entre los tres. Ambos chicos abrieron los ojos más de lo que se podría y admiraron con sorpresa al comunista frente a ellos. ¿Acaso apoyaba a Tom?. ¡¿ESO ERA NORMAL?!.

¡El mundo se va a acabar! estalló el de pecas con un terror notorio en los ojos.

Edd se acercó al noruego y acarició su frente. —¿Tord te encuentras bien?, ¿No tienes nada?.

Ahora el comunista estaba confundido. Asintió con los labios fruncidos.

¿Cuantos dedos tengo?el castaño levantó tres de su mano derecha y trató de tranquilizar su preocupación.

¿¡Te vas a morir!? Matt se acercó al chico de sudadera roja y lo miró con las pupilas saliéndose de sus orbitas.

¡No! Tord alejó al castaño sin brusquedad y se cruzó de brazos. —Simplemente creo que deberían confiar más en Tom. ¿Se supone que son amigos no?. Él es... bajó la mirada y se forzó por no sonreír como estúpida colegiala enamorada. Un leve rubor abarcó su nariz. —Él es muy capaz.

Alcohólico ||TomTord||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora