-¡Oh Dios me voy a morir de verdad! mierda-Ella apretaba los dientes tratando de calmar el dolor-
-No te vas a morir amor-Dijo soltándole el cinturón-Iremos caminando-
-Es broma ¿no?-El no le hizo caso y abrió la puerta pero ella tiro de él-Me estoy muriendo, no puedo respirar y tú me vas a hacer caminar estupido, este niño quiere salir y ya-Dijo alterada sin control casi ahorcado al pobre de su marido.
-Esta bien no te muevas-Dijo saliendo rápidamente del coche.
-¡PAULO DYBALA NO ME DEJES AQUI!-Grito como si le pudiese oír.
Observo como Paulo se paraba en cada auto y hablaba con todos.
-No tiene otro momento para ser social el estupido este-Dijo en un quejido entonces vio como Paulo venía acompañado de un hombre algo más mayor que él con pelo blanco.
-Es ella, mi mujer-Dijo haciendo pensar a Oriana que su marido se había vuelto completamente loco, no era momento para presentaciones.
-Es mejor que pase a la parte de atrás estará más cómoda-
-Bueno-
Paulo volvió a correr y abrió la puerta
-¿Qué haces?-Le pregunto con odio y dolor en un susurro.
- Es un doctor muy bueno seguirá tu parto no pasara nada-
-¡No si que pasara estamos en medio del camino!-
-Nadie te vera salvo el y yo-Dijo sacándola y poniéndole en el asiento trasero, cuando Paulo intento soltarla ella le apretó con más fuerza la mano.
-Tengo miedo-el acerco su rostro al de ella y la miro a los ojos-
-Yo estaré contigo-Dijo y beso tierno y rápidamente los labios de la joven y sin saberlo la tranquilizo, Paulo se puso en él la parte de adelante en medio de los asientos y el señor atrás con ella las puertas cerradas los vidrios polarizados le daban algo de más de privacidad y Paulo la completaba ocultando con su cuerpo a su mujer.
-Las punzadas que siente son contracciones aprovéchelas cuando las sienta y puje-
-Ok...Okay...-Dijo asintiendo nerviosa, ni siquiera se había dado cuenta del momento en que no tenía ya su ropa interior, aunque en el fondo le agrado si estuviese pendiente de eso se hubiera muerto de vergüenza pero ya estaba ahí, con aquel hombre que no decía otra cosa que "respira" "puja" "tranquila" "muy bien".
-Tienes que pujar más fuerte-
-No puedo-Dijo ella ya en ese momento llorando.
-Vamos amor, tu puedes-Dijo Paulo quitando el cabello de su rostro y después de acariciar su mano, besarla.
La joven solo asintió y respiro profundamente para luego pujar con fuerza.
-Muy bien ya queda poco-La animaba el hombre.
Ella volvió a pujar apretando la mano de Paulo y finalmente el niño logro salir. Tanto Paulo como ella escucharon aquel llanto hermoso.
-Felicidades es un niño-
Paulo puso cara de resignado pero eso no le importo y sonrió tomo al niño envuelto en su chaqueta.
-Es precioso-Dijo el hombre de nuevo.
-¡Dijo que pararía!-Dijo despertándolos de aquella tranquilidad a ambos -
El hombre coloco la mano sobre el vientre de ella y sintió como algo continuaba pataleando.
-¿Qué pasa?-Pregunto Paulo nervioso.
-Son más contracciones hay un niño más-
El sonrío ilusionado hasta que escucho un quejido por parte de ella.
-Vamos mi amor solo un poco mas princesa-
-Luego de esto quiero que me compres chocolates ¿OISTE?-Dijo con algo de humor.
-Lo que quieras.
Ella sonrío entre el llanto y volvió a ponerse en marcha.
-Puja-dijo el hombre
-Te amo Paulo-Dijo sin pensarlo y Paulo sonrió y como la vez anterior el pequeño termino de salir, aunque en este caso de pequeño solo el tamaño.
-Felicidades nuevamente, es una niña hermosa-
Paulo no decía palabra sobro observaba a la niña impactado y con una sonrisa vio esas pequeñas manitas que no eran ni la mitad que la de él, ese cuerpecito y esos enormes ojos hermosos y luminosos decorados por unas largas pestañas.
-Princesa...-Dijo cuando el doctor se la entrego ni siquiera le importo que se manchase...ya tenía lo que deseaba, tenía a su princesa junior y a su nuevo campeón.
-Princesa y campeón...-Dijo ella calmando su respiración.
Bienvenidos al mundo decía emocionado Paulo con la mirada puesta en sus hijos, estaba tan ilusionado que no lograba creérselo, dos pequeños que no completaban a cerrar sus manitas alrededor de uno de sus dedos.
-Antes de los chocolates quiero una cama-Dijo cerrando los ojos.
-La tendrás mi amor, lo que pidas lo tendrás- El se acerco a ella con sus hijos en brazos ambos bajaron la mirada para contemplarlos- te amo-dijo él y con esto beso sus labios después beso la cabecita de sus hijos-
ESTÁS LEYENDO
Be careful what you want
RandomSeguí contemplado apoyada en la baranda del balcón los fuegos artificiales hasta que comenzaron a cesar, un destello parpadeo más de lo común junto con las demás estrellas y de pronto me di cuenta de que era una fugaz y sin pensarlo dos veces cerré...