Capítulo 12

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Cuando la joven abrió los ojos no vio lo que esperaba, una habitación blanca y ella en una camilla, cuando abrió los ojos se encontró contra la pared de una vieja litera, se giro quedando boca arriba y el colchón casi rozaba su cara, su cabeza comenzaba a dar giros, miro a su alrededor y era exactamente como recordaba la vieja casa de su tía favorita, y la litera, en la que se solía quedarse a dormir junto con ella ya que era soltera y no tenía hijos. Aparto las sabanas a un lado y puso los pies en el suelo, un escalofrío le recorrió el cuerpo entero pero rápido supo que no se trataba del frío, algo pasaba, salio de la habitación con desesperación y se encontró en medio de un largo pasillo de madera descalza, comenzó a andar hacia la primera puerta, la madera sonaba asustándola aun más, la primer habitación vacía, la segunda vacía, la terceravacía, la cuarta vacía, su cuerpo le fallaba, la luz de la sala impactaba contra la pared de el pasillo. Apoyándose en la pared se aproximo a ella se notaba que era la tele encendida pero no sabia si es que estaba sin volumen o es que estaba sorda ya que no oía nada, cuando giro entrando a la sala sin puertas vio la tv prendida sin nadie viéndola.
-¿No es muy temprano para estar levantada?-Dijo una voz familiar tras ella, se erizo por completo y su cuerpo se paralizo y comenzó a temblar.
-¿Cariño estas bien?-Dijo preocupada dejando la bandeja que llevaba a un lado y agarrando sus brazos poniéndose frente a ella, Oriana levanto la mirada aun en su trance y observo los rasgos de su tía sin la vejes que ella asimilaría, estaba joven, dentro de lo que cabe...y a ella le asustaba más.
-¿Qué...que...día...?-Tartamudeo.
-¿Qué?-
-¿Qué día es hoy?-Dijo casi gritándole y alejándose de ella.
-¿Pero que te pasa Ori?-
-¿Estamos en el 2026 verdad?-
La mujer río.
-Pues si que has creído que dormías- Oriana no dijo nada solo seguía temblando horrorizada mirándola seria.-Es 1° de enero de 2013 mi vida-
La joven comenzaba a sudar, observo el rostro de su tía varios segundos y luego miro el suelo, todo le daba vueltas, comenzó a negar con la cabeza como si estuviese loca preocupando a la que le observaba con atención.
-¿Dónde están mis padres? -
-Tus padres se fueron cuando se despidieron de ti-
De pronto dio dos pasos atrás encontrándose con la pared, dejo que su cuerpo cayera al suelo restregándose con esta, mientras lágrimas empapaban más que el sudor frenético su rostro, recogió sus rodillas y puso totalmente el límite de su tía en pánico, no sabia lo que hacer.
-Paulo...-Susurro ella con dolor.
Ahora lo comprendía todo, había sido un sueño, había tenido razón, no era más que un estupido sueño del que por idiota se había enamorado, y ahora volvía a vivir la realidad en la que estaba sola...sin él.
Levanto la mirada y observo a su tía asustada contemplándola.
-¿Me preparas algo de comer?-Dijo fingiendo recuperar la cordura y calmando algo a su tía, ella solo asintió temblorosa y se acerco a ella ayudándola a levantarse.
-No se que te ocurre ¿pero quieres que llame a tus padres?-
-No-Dijo casi rogando, le asustaba que la tomaran por loca ya que había tenido ya sus propias experiencias.
-De todos modos comeremos allí-Dijo secando sus lagrimas-A tu madre le ha dado por cocinar-Dijo con algo de alegría para que sonriese pero ella no respondió-Ve a ver la television mientras preparo algo-Termino dándose por vencida.
Ella desapareció del alcance de la vista de sus sobrina y esta se sentó en el sofá frente al televisor, lo miraba pero no prestaba atencion, su mente estaba muy revuelta y atrofiada para prestar atención a una pantalla que solo anunciaba catástrofes...de pronto quedo congelada, comenzaba de nuevo con sus temblores y sudores...
...catástrofes...
...catástrofes...
Retumbaba una y otra vez en la cabeza de ella, las imágenes de incendio llenaban su cabeza como información, nublándole la vista, entonces recordó.
"-A tu madre le ha dado por cocinar-"
"-Tus padres fallecieron...-" "-En un incendio, tu madre cocinaba-"-recordo aquellas palabras que le dijo Paulo en aquel hermoso sueño-
Dejo de mirar la tele y se puso rápidamente en pie, la luz del gran ventanal de la entrada le golpeo cegándola por completo y provocando que chocase contra su tía y que esta dejase caer la bandeja con el desayuno para ella.
-Tengo que llamar a mi madre-
-¿Qué es lo que pasa Oriana? No entiendo ¿que ocurre?-
-Mis padres morirán en un incendio eso es lo que ocurre-
-Con eso no se juega, son tus padres-
-No es un juego Tía es la verdad necesito llamarles, mi madre no puede cocinar, la casa se incendiara y con ellos dentro-
-No pienso llamarles para semejante estupidez, te quedaras aquí anta el almuerzo y deja ya de tonterías, creí que te habías vuelto loca y solo estas jugando conmigo-
-Tía por favor-
-No, sabes que esos juegos no son de mi gusto-
-Si no la llamas tú la llamare yo-
-Tocas el teléfono y olvídate de que soy tu tía-
A la joven poco le importo aquello pero debía actuar más rápido una llamada podría ocasionar aquel despiste, en el cual su corazón gritaba que sus padres morirían, miro al ventanal por donde entraba la luz del día y observo la moto de Peter, el vecino de su tía, cuando volvió a mirar a esta estaba clavada frente a ella, intento esquivarla pero ella no le dejaba.
-No llamaras a nadie-
-No voy a llamar-
-No soy tonta jovencita-
Oriana no oía las palabras solo buscaba una manera de salir miro el viejo y pequeño sofá donde antes estaba y luego el cristal del ventanal.
-Lo siento tía, te lo pagare-
-¿Pagar....?-Dijo quedando a medias impactada cuando su sobrina tiraba su viejo y estropeado sofá estallando en pedacitos el gran ventanal.
La joven salto sin pensarlo y corrió hasta la moto hace años atrás le había preguntado a su vecino por que dejaba siempre las llaves puesta y el le había contestado con un simple "por si acaso ocurre una emergencia", ahora era cuando la joven lograba comprenderle, miro por ultima vez a la casa y su tía estaba completamente en shock mirando los cristales rotos, cuando sus miradas coincidieron Oriana bajo la mirada y girando la llave apretó el acelerador.
El viento golpeaba con brusquedad su cara y eso le aliviaba, cuando ya estuvo casi en su calle miles de personas le impedían el paso aun siendo una moto, sin pensárselo dos veces dejo caer la moto y comenzó a correr.
-¿Que es lo que ocurre allá afuera?-Pregunto la mujer a su marido revolviendo la comida.
-Hoy venía el chico que le gusta a tu hija-
-Ah ¿Esta ahí afuera? Me gustaría verlo-
La mujer tiro el paño a un lado y el hombre le siguió con curiosidad al rodar las cortinas divisaron un gran autobús negro y un montón de chicas gritando, no se les entendida bien pero se distinguía el nombre Paulo Dybala"
Cuando Oriana logro traspasar la barrera de chicas que gritaban a la vez distintas cosas a las que ella no le daba importancia se detuvo en seco al verlo frente a ella, frente a su casa y gritando para que le soltasen.
-Tengo que detenerlo, suéltenme suéltame!-
-Paulo! Ya basta! la gente pensara que estas loco-dijo su padre
-Pero no es verdad esa casa se va a quem...-De pronto dejo de resistirse y Adolfo lo solto, este cayo al césped aun sin dejar de observar aquello que parecía ser un ángel.
Se levanto rápidamente del suelo mientra sus amigos estaban desprevenidos y corrió esta vez no hacía la casa si no hacía ella, cuando estuvo enfrente escucho lo fuerte que era su respiración combinada junto con la de ella.
-Oriana...-Susurro congelando a la joven.
-¿Sabes quien soy?-dijo ella algo sorprendida-
-Mi mujer solo hace unas horas-¡Era verdad! Fue un sueño pero ¿Por qué se termino?
Aquello no tenía explicación científica pero tampoco es que se pusieran a buscarla, ya que de pronto comenzó como ambos esperaban, a salir humo negro desde la casa.
Paulo seguía en su shock particular pero la joven no dudo ni dos segundos en salir corriendo, cuando Paulo lo noto fue tras ella gritando su nombre para que se detuviera, toco frenéticamente la puerta y su madre la abrió.
-Hija no te espe...-Dijo ella abriendo los brazos pero Oriana siguió escaleras arriba, cuando su madre vio a Paulo pensó que seria algún pervertido.
-Por favor salga de la casa-
-El que se va a ir eres tú jovencito-
-¡La casa esta ardiendo!-Se oía desde lejos.
-Confíe en mi por favor debe salir lo antes posible de aquí-
-¿Y mi hija?-
-Yo me encargo de ella-
La mujer vio tanta sinceridad en sus ojos que no tuvo más opción que apartarse y este siguiese el camino de su hija.
-Papá!-
-Oriana!-Gritaban ambos desde distintos puntos de la casa
La joven comenzó a llorar con desesperación, le faltaba aire y el humo no le dejaba respirar, se acerco a una de las ventanas y se apoyo en esta, la cual daba al jardín, allí fue donde Paulo la encontró de espaldas tosiendo por falta de oxigeno, no se lo pensó dos veces aunque a el le costase respirar y corrió hasta ella llegando justamente en el momento en el que ella se desplomaba encontrando sus brazos y no el esperado ardiente suelo.
-Paulo...-Dijo en un esfuerzo.
-Tranquila yo estoy contigo-Dijo animándola hasta que cerro los ojos y no los volvió a abrir de pronto una puerta se empotro contra la pared del pasillo en el que estaban sacando fuego que les impedía bajar por las escaleras principales y el suelo comenzaba a chirriar.
-Dios por favor, Dios por favor ayudanos-Rogó Paulo acariciando el cabello de la joven cerrando los ojos con fuerza, luego beso su frente y con gran esfuerzo logro ponerse en pie con ella.
-Oriana!-Se oía gritar a alguien tras el fuego.
-¡Esta conmigo pero no puedo bajar!-Grito sin esperar que fuese útil pero deseándolo.
-Bajare a buscar ayuda no se muevan de la ventana-
  Paulo asintió como si se les viese y miro el bello y cuidado jardín por la ventana, luego miro con dulzura a Oriana y juro en voz alta.
-Ese sueño o lo que nos haya pasado se hará realidad, con tus padres vivos, te juro que saldremos de aquí, te lo juro amor-Dijo dejando a un lado eso de "los hombres no lloran" demostrando su miedo a perder la alegría.

Be careful what you wantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora