Capitulo 39 (Maratón 4/5)

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El sujeto me sonrió, estirando sus delgados labios rosados y alzó la mano para saludarme.

–Hola– musitó, bañando al español con un matiz inimitable de coreano.

Sujeté su mano, respondiendo el saludo y le devolví la sonrisa a sabiendas de que la mía parecería turbia.

Como no hablé para nada, Namjoon, volvió a la plática con Taehyung.

–그는 스페인어조차 말하지 않는다?– (¿Ni siquiera habla español?)le preguntó, confundido.

Taehyung soltó una carcajada que al instante supo contraer.

–나는 그가이 장소를 싫어하고 개인적으로 받아들이지 않는다고 생각한다– (Creo que no le gustan estos lugares. No lo tomes personal) le dijo él, con amabilidad –글쎄, 우린 떠난다– (Bueno, nos vamos) el pesar en el rostro de Taehyung apareció de repente.

Al menos podía estudiar sus expresiones sino entendía nada de lo que hablaban.

–하지만 방금 도착했다면!– (Pero si acabas de llegar!) parloteó el sujeto tras la barra.

–예– (Si) una mueca se dibujó en el rostro de Taehyung

–괜찮아. 네 여자 친구에게 인사 해.–(Está bien. Saludame a Janeth)

–안녕히– (Adiós) Taehyung sonrió, fugaz.

–Hasta pronto, ______. Me dio mucho gusto conocerte– me dijo con su acento coreano, distorsionando un poco el español.

–Adiós, Namjoon– musité, tímida.

Taehyung levanto su mano despidiéndose con un movimiento.

El imitó su acto

Taehyung me tomó de la cintura y el tacto cálido de su mano sobre mi cuerpo, llegaba incluso a través de la ropa. La piel se me erizó, como si una lombriz de electricidad me recorriera el cuerpo.

Me sacó de aquel lugar y pude respirar el aire fresco una vez que estaba afuera. Aquel respiro me hizo pensar en Janeth. Me sobresalté.

–¿Qué hora es?– le pregunté

Sacó su celular y miró la pantalla del mismo.

–Las ocho con cuatro– contestó, como si nada.

–¡Janeth ya está en casa!–

–Conduciré rápido– dijo.

¿Esa era su respuesta? ¿Acaso me sentía más culpable yo que él? ¿Él se sentiría culpable al menos? Las preguntas revolotearon en mi cabeza con voz propia, mientras me esforzaba a mandarlas todas al rincón de mi mente. Callándolas.

Subí a su carro de Taehyung cuando este me abrió la puerta. El tiempo se me acababa; había pasado un buen rato con él, sin embargo para mí pareció sólo la prolongación de lo que dura un suspiro y ahora iba a ponerle final al día, a mi tarde con él.

Condujo hasta el departamento de Janeth, y en el camino casi no hablamos debido a que mi cabeza se encontraba hundida en pensamientos, buscando alguna manera de explicar la situación. Situación que a Taehyung parecía no preocuparle.

Cuando llegamos y él estacionó frente al edificio, me congelé en el asiento por que aun no tenía el pretexto ideal para decirle a Janeth. Hoy era una de esas noches en las que la cabeza no me daba para más, más que para sostener el cabello.

El rugido del motor se detuvo y el silencio se produjo la instante.

–Listo, subamos rápido– dijo, Taehyung, satisfecho del tiempo que había tardado en llegar. ¿Veinte minutos se le hacía poco?

"Manual de lo prohibido" [Kim Taehyung y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora