50• fuego

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En cuanto el tren paró trate de salir lo más rápido posible, estaba totalmente emocionada, quería ver a todos de nuevo y así lo hice.

En cuanto baje lo primero que hice fue identificar un par de cabelleras rojas entre el tumulto de gente, cuando tuve mis objetivos localizados y con mis cosas en mano comencé a escabullirme entre las personas hasta llegar frente a ellos.

—nunca había amado tanto que fueran pelirrojos—dije en un chillido de emoción para después abrazarlos.

Los gemelos tenían una sonrisa burlona en su cara mientras correspondían mi abrazo pero aun así nunca había estado tan feliz de verlos.

Al separarme de ellos me giré para ver a Fred y di un golpe en su hombro.

—tres meses para responder una carta, tres meses Fred Weasley—achiné los ojos para intimidarlo.

—bueno—soltó una risa nerviosa—ya sabes, a la tienda le está llenado muy bien y hemos tenido que trabajar.

—no estás tú para saberlo ni yo para contarlo—interrumpió George—pero entre tantas cosas que tenía en la cabeza, alguien perdió por bastante tiempo un pergamino traído desde Hogwarts.

Fred fulminó a su gemelo con la mirada mientras yo reía levemente para luego entregar mis maletas a los chicos y reunirnos con el resto de los Weasley.

(...)

Llegamos a la madriguera y luego de la ya conocida bienvenida de la señora Weasley llena de abrazos cálidos acompañe a los chicos a su habitación.

—parece que tiene siglos que no venía a este lugar—dije viendo las cajas con algunos productos de Sortilegios Weasley.

Todo se veía tan extraño, era un sentimiento como si nunca antes hubiera visto la habitación de los chicos, parecía todo tan distinto que un sentimiento de tristeza oprimió mi pecho, no había pasado mucho sin verlos pero tal vez era todo lo que estaba pasando que me ponía tan tensa y sentimental a la vez.

Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas que no podía retener por lo cual se convirtió rápidamente en un llanto silencioso.

Los gemelos tardaron un poco en notarlo, pero al ver que no me unía a su conversación y ni siquiera me giraba a verlos me llamaron

—¿Qué pasa _____? ¿Te comió la lengua el dragón?—no respondí.

—oye ¿Está todo bien?—dijo Fred en tono preocupado.

Me giré lentamente sabiendo que estaba a punto de explotar, y ellos lo verían todo.

—¿Qué pasa? —el pelirrojo más cercano me abrazo.

Escondí mi rostro en su pecho y solté varias lagrimas, necesitaba esto, estuve guardando por tanto tiempo estos sentimientos que ahora necesitaba sacarlos todos.

—Estoy cansada de todo, tú y George están haciendo sus vidas fuera de Hogwarts y sé que es horrible depender de alguien, pero ustedes tienen la culpa por haber hecho que me acostumbrara a siempre estar con ustedes—dije entre sollozos.

Y eso era solo una porción de lo que pasaba, cada lágrima tenía un significado, las serpientes rubias, el sentirme tan sola, todo era significativo y estaba cansado de que las cosas fueran así.

Mi idiota favorito (Fred Weasley y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora