En la ciudad Shining Briar, situada en North Fantasy, vivía una niña, cuya madre murió envenenada, y su padre, el dueño multimillonarios de la empresa más conocida de productos de belleza, Beauty&Beautiful, decidió casarse con su modelo más competitiva y hermosa, Regina Grimhilde. Pero la modelo Regina vió cómo su hijastra, Blanca Nieves, empezó a crecer, volviéndose aún más linda que antes. El señor Mikus tenía en mente introducir a su hija al mundo del modelaje, pero Regina no aguantó semejante decisión, y decidió contratar a un sicario para matar a su esposo, luego de que éste le hubiera dejado su empresa en el testamento, que sería de la pequeña Blanca Nieves, cuando se graduara de comercio y finanzas en la universidad.
Aunque la mansión de la familia fuera de Blanca Nieves por ser la única hija de Mikus, la que amaba mandar era Regina. La pobre Blanca Nieves se dejaba mandar por esa bruja adicta a operarse el rostro, y no le gustaban los gritos ni las peleas, por lo tanto, Blanca Nieves la complacía con sus caprichos, hasta sus catorce años.Blanca Nieves decidió cortar su cabello, quedando más arriba de los hombros, lo que la hizo ver más bonita, ya que resaltaban más sus labios rojizos y su piel pálida, la piel de la chica era tan blanca como la nieve, gracias a que Regina no la dejaba salir nunca, y hasta los trabajadores de la empresa familiar consideraron fotografiarla. Regina enfureció y la encerró en su cuarto, una empleada le daría comida, no iría a la escuela nunca más, y sólo saldría de su cuarto los días que los trabajadores no estuvieran en la mansión.
Un día, Blanca Nieves estaba limpiando el antiguo pozo de su jardín, en lo que Regina trabajaba en tener una cintura aún más pequeña, y la joven empezó a tararear una melodía de una canción que escuchó en Spotify momentos antes. No se percató de que, un chico alto, de cabello marrón, ojos marrones y piel clara, estaba acercándose a ella, y tarareando la misma canción.
—¡Ah! —Chilló Blanca Nieves al notarlo tan cerca.
—¡No quería asustarte! —El chico se disculpó amablemente. —Lo siento mucho...
—¿Quién eres? —Preguntó un poco confundida.
—Soy Florian. Escuché cómo tarareabas esa canción, y yo venía escuchándola en mi teléfono, justamente.
—Ah... mira tú... —Ya se empezaba a poner incómodo.
—¿Cómo te llamas?
—Blanca Nieves. —Él le sonrió al escuchar su nombre, y veía detalladamente su rostro.
—Te queda bien. —Florian acarició la mejilla de Blanca Nieves, y los pómulos de la joven se empezaron a poner tan rojos como dos tomates. —Te ves linda, ruborizada.
—Um... —Blanca Nieves se alejó rápidamente del chico que se notaba que tendría más de quince años, unos diecisiete, más o menos.
—¿Qué edad tienes? —Florian se acercó a la joven, pero ella retrocedía.
—Yo...catorce... —Empezó a llegar a la puerta trasera del jardín.
—Oh, vaya... Te ves muy bien, para tener catorce. —Florian entendía que ella quería volver a su casa. —¿Qué tal si nos vemos mañana? Aquí, a la misma hora.
—No lo sé... —Y en eso, Regina salió por la puerta trasera, encontrándose con los dos adolescentes.
—¡Blanca Nieves! —Dijo algo fuerte. —¿Qué haces? Te dije que limpiaras el pozo, no que hicieras un amigo. ¡Entra ya mismo! —Señaló el interior de la mansión.
—Sí, Regina. —Movió la mano en modo de despedida hacia Florian.
—¡Muévete! —La agarró de la oreja con fuerza y la hizo entrar sin importarle que lastimaba a Blanca Nieves. Cuando ambas quedaron dentro del cuarto de Blanca, Regina la tiró bruscamente a la cama. —¡Eres una desobediente! ¡Te mandé a hacer una cosa, e hiciste otra muy diferente! ¡Y por eso, estás castigada! ¡No tienes derecho a usar ni un solo producto de maquillaje durante dos meses!
—Tomó de su mesita de noche el poco maquillaje que usaba, y se lo llevó. Al salir, trancó la puerta y se fue a seguir con su vida.
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Princesas Disney en el siglo XXI
Non-FictionEn este libro de cuentos verán las clásicas princesas de Disney vivir en el siglo XXI. -Blanca Nieves y los siete enanos. -Cenicienta. -La Bella durmiente. -La Sirenita. -La Bella y la bestia. -Aladdín. -Pocahontas. -Mulán. -La princesa y el sapo. ...