Ranma y Akane [Todos los caminos llevan al corazón]

Capitulo 1

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi

Estoy nervioso, me traspiran las manos. No recuerdo alguna otra vez en la que haya estado tan nervioso como ahora. Quizá en los primeros shows, donde eramos inexpertos.

Me asomo sin que nadie me vea.

Del otro lado del telón, la gente se va agolpando contra el escenario. Los veo empujarse, haciendome acordar a las olas que barren una playa. Yendo y viniendo. Chocando unos contra otros, gritando, empujando, puteando al de atrás.

Vuelvo a mi posición, ultimamos detalles mientras Ryoga me recuerda que la primer canción fué modificada y ahora esta una escala mas arriba.

-Ranma, recuerdas que la cambiamos de Do a Mibmol?

-Pss, si, claro -digo con nerviosismo- después del Mibmol que seguía?

-Que gracioso Saotome, vamos, concéntrate, en 5, salimos.

Tal parece que Mousse no esta de muy buen humor esta tarde.

Ryoga salta a la batería y el segundo se acomoda la guitarra. Yo me dedico a afinar bien el ¿Bajo? ¡Pero si yo toco la guitarra!

La música comienza a sonar. Los primeros acordes enardecen a la multitud mientras el telon cae a nuestros pies.

Veo como los fans comienzan a empujarse unos a otros, tratando de llegar lo más cerca del escenario posible. Visualizo muchas chicas sobre los hombros de algunos muchachos.

Siempre me gusto ese sentimiento de camaradería entre fans. Pienso en todos como una gran familia. Ellos y nosotros. Como esas que solo se juntan en ocaciones especiales pero mantienen un fuerte lazo.

Empezamos con una de nuestro primer álbum. Curiosamente se parece a "That Crazy Little Thing Called Love" de Queen.

Me confundo y se me resbalan los dedos sobre la marcha. Mi primer error en 7 años. Me siento como un idiota. Seguimos como si nada. Para el público y mis compañeros la equivocación pasó desapercibida.

Hago de cuenta que no paso nada y continúo. Mi mente se nubla y vuelvo a cometer un error, esta vez, más evidente, pero siguen sin prestarme atención.

Me giro al público, en su mayoría cabezas castañas y negras, exceptuando unas pocas de colores. Y ahí, entre la marea, está ella. Siempre es ella. Con su pelo corto, a veces negro, a veces castaño, otras verde y unas violeta.

Sin pensarlo un segundo, me quito la guitarra y me tiro del escenario. La gente no me hace caso. Es como si fuera invisible. Me esquivan, como si fuésemos los polos iguales de un imán.

Sigo intentando llegar a ella, pero no lo logro. Cada vez esta más lejos.

Me giro al escenario y nos veo.. a los tres.. tocando.. Ryoga esta en su posición con el bajo, Mousse en la batería y.. y yo cantando con la guitarra. Me giro hacia ella otra vez y está, incluso, más lejos.

Me decepciono antes de siquiera pensar y me llevo conmigo la frustración fuera del mundo de los sueños.

Siento la luz entrando por la ventana, aunque no mucha, hoy esta nublado y con pocas ganas abro los ojos. De fondo se escucha la canción de Queen con la que soñé. Me desperezo en la cama sin ganas de levantarme aún. Son las 8 de la mañana, o eso dice el locutor de radio.

-8 de la mañana en la ciudad de Tokyo, amigos, a prepararse porque se esperan lluvias para el mediodía

-Pff, genial, lluvia.. -digo en voz alta.