Capítulo I: El atraso

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— ¡Ya!

— Vas a llegar tarde a la escuela Meledith...— La mujer dice relajada mientras va colocándole mantequilla a los panes tostados

— ¡Joder Madre!, ¡A estas alturas ya llegue tarde!—Grita a todo pulmón la chica con uniforme azul con falda de tonalidades azules en forma de cuadrille.

La joven viéndose en el espejo intentando concentrarse mientras que alisa el cabello con su plancha, dejándose un lado de la cara tapada con su cabellera café castaño que llega hasta los hombros.

De pronto por el apresuro, Meledith se queja a gritos; apretándose el dedo índice de su mano izquierda con la plancha de pelo.

— ¿Te quemaste el dedo nuevamente, Hija?—

— Mamá, ni era necesario preguntar... Ay,ay,ay— se queja mientras da saltitos pequeños, dejando la plancha encima de la mesa de auxiliar del baño y se coloca los dedos bajo la llave de agua fría.

—Apúrate y ven a comer tu desayuno...— La madre de Melidith saca la taza de leche de la microonda de la pequeña cocina americana que daba frente del comedor y Living—Antes que se te enfríe el pan y la leche.

— ¡Maldición! Para allá voy.

La madre de Melidith siempre presenta su aura de presencia agradable, su pelo castaño como el de su hija, su traje de trabajo era el más elegante entre tantos que tiene en su closet. Sus ojos de color verdes intenso que compartía con su hija por herencia.Estaban delineados en una forma tan fina que ni se notaba.

— Así que— Meledith se sienta rápidamente para comenzar a desayunar — ¿Hoy te toca un caso a defender?—

—Como todas las semanas—La madre de Melidith responde antes de tomar un sorbo de la taza de café.

—Interesante, ahora, ¿Me pasas dinero para el almuerzo? Como las dos nos quedamos dormidas...

La madre de Meledith suspira, cerrando los ojos para pensar una centésima de segundos para responder la frase que no era de esperarse para Meledith.

— Última plata de la semana, ya que ya ni estábamos en quincena y tengo que pagar mil y una cuentas.

Meledith se queja entre las mordidas rápidas que daba al pan, devorándolo sin que la interrumpiesen.

Al Terminar el pan, da las gracias a su madre con un beso apresurada en la mejilla con salpicones de pecas minimitas.

La chica rápidamente va a su cuarto, toma su bolso, los audífonos. Se mira nuevamente al espejo y piensa:

<<No suelo preocuparme mucho de mirarme,pero hoy ha sido el día del espejo. ¡Maldición son las 8:04 am!>>

Sale de su departamento que estaba en el piso Diez, el ascensor estaba justo en el piso con sus puertas abiertas esperando que alguien se subiera. Meledith va corriendo por el pasillo largo de madera con viejas ventanas. El ascensor al descender gemía entre los metales de la estructura. Meledith piensa que en cualquier momento el ascensor puede caer o soltarse para un final que a Meledith a veces le provocaba curiosidad...

¿Cómo será morir?

Al abrir la puerta, la chica sale corriendo hacia la puerta del edificio que quedaba en unas de las calles más peligrosas de la cuidad pero las más centrales. Su apariencia era fácil deducir que era un edificio antiguo con cuartos y espacios más grandes que los departamentos nuevos actuales.

Se detiene al ver que el semáforo de peatones esta en rojo; saca su celular que no era la gran cosa, nada que envidiar.

Coloca en su lista de reproducción el álbum "What If" de su banda de rock favorita llamada EarlyRise.

El techo gris claro predice que el mal clima se acerca pronto, y que el día será como todo los días de la semana. Un día Normal.

La luz del semáforo cambia a verde, y la chica con su peinado que tapa un ojo da los pasos acelerados para llegar cuanto antes a tomar el Autobús y llegar a su jornada escolar.

My Knight CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora