Capítulo X: El castigo y estar más lejos de las sombras.

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— Finalmente mi madre me termino castigando...— contaba Meledith a Ellen.

Era día sábado, hacía mucho calor en la cuidad jardín mientras que Meledith y Ellen estaban sentadas bajo un árbol en el parque a un lado del casino de la cuidad. Un lugar agradable donde la brisa marina se combinaba con el aroma de las flores y alfombra verde que dominaba parte del lugar.

— Pero digamos que no saliste tan tarde, y como tu madre te pudo haber castigado por haber llegado a las 22:00— confusa expresa Ellen, luego da un sorbo a su bebida de mediano tamaño de color trasparente y sabor a limón.

— Pero igual la entiendo, ella se debió haber preocupado mientras que no estaba en casa. Y el camino no...— Miente— no paso nada y llegue como todos los días.

— Y bueno... cosas de madres ¿Qué le vamos a hacer?

Ellen parecía estar mucho mejor luego que el día anterior, la crisis de pánico ya las sabia controlar luego de haberlas vivido. Es como si nada hubiera pasado el día anterior.

Las dos se paran, se limpian con sus propias manos los pantalones por haberse sentado a bajo de un árbol de gran tamaño con sus ramas extensas.

— Así es...— desmotiva dice Meledith— son cosas que pasan.

Van caminando por el parque hasta salir a una calle llamada Av. Perú, donde es una costanera simple, tiene grandes rocas que decoran al otro lado de la pequeña pared que uno fácilmente puede saltar para llegar arriba. Las olas parecían estar pacificas, sin estar furiosas con el chocar con las grandes rocas.

Meledith camina al lado izquierdo del camino y Ellen va al lado derecho de la joven. Conversaban el tema que a ellas dos las unía desde un principio, la música. Entre la charla, Ellen se lamentaba por no ir al concierto en el festival de música que hizo su escuela, para ver a Meledith en acción con su gran voz.

— ¿Cuáles fueron los temas que más corearon la gente?

— Podría decir que fueron Everlong de los Foo, y Wasterland de EarlyRise— responde fascinada al recordar como estuvo su espectáculo, ignorando los hechos de la noche pasada—. Pero a pesar de las demás canciones que solo hemos tocado una vez, intentaban corearla. Muchos saltaban, gritaban y miraban como si fuésemos como unas estrellas.

— Es que— destaca Ellen colocándose una mano en su bolsillo de su chaqueta de cuero— tocan muy bien, sobre todo con tu voz. Ya sabes lo que pienso de ti, y siempre te lo digo porque realmente vales la pena Mele.

Meledith sintiéndose bien por los comentarios de su amiga sonríe con sinceridad.

Pasan al lado de una tienda pequeña en un lado del camino, cerca de la curva que da a otros caminos, hacia la playa o la Avenida San Martin con 8 nortes. Calles de cuidado excesivo de la cuidad, grandes edificios de arquitectura de alta calidad. Se notaba el dineral invertido en cada edificio donde vivían familias de mucho dinero. 8 Nortes se caracterizaba por ser una gran avenida con vía exclusiva para bicicletas y los altos arboles tapaban gran parte del cielo cuando camina por la avenida. Además de ser unas de las calles centrales de la cuidad porque atraviesan las calles más importantes de la cuidad como Av. Libertad y los orientes.

“Frio asesinato en callejón de la cuidad”, era el titulo del diario local que se mostraba entre otros diarios. Parecía una foto bajo el titulo de color rojo, de una gran mancha de sangre salpicada en el piso. Meledith mira el diario al estar de pasada, cambia a un estado de culpabilidad y observación por parte de la gente que pasaba de frente de la joven. Su espacio personal no era el mismo desde ese entonces.

My Knight CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora