Capítulo IV: No todos los gatos, son gatos.

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— ¡Llegue!

Meledith entra con felicidad al departamento, han pasado tres días desde que encontró al Gato detrás de un basurero. Nubes rápidamente sale a recibir a la joven que estaba en uniforme, con su pelo desordenado, tapando su ojo derecho.

— Mira,mira— dice con tono cantado con delicadeza cuando se acerca a la mesa de té que estaba junto al sillón de terciopelo— te he traído unas cosas para ti Nubes.

Saca de una bolsa reciclable de tela color café claro, saca un ratón de plástico que contenía muchos colores vivos, un palo flexible que tenia al final unas cuantas plumas y un anti-pulgas.

El gato se sube de un salto, curioso a la mesa de té y comienza a olfatear las cosas que Meledith compro.

— ¿Te gustan no?— maravillada se vio cuando el gato se acerco a olfatear las cosas que había dejado encima de la mesa— Lo compré para ti, ahorre con el dinero del almuerzo en estos dos días.

El gato le mira fijo, se sienta, y solo se limpia la pata mostrando poco interés en los objetos.

La chica por unos segundos se desanima porque el gato muestra poco interés, pero le acaricia entre las orejas y el gato instantáneamente cae acostándose, cerrando sus ojos de placer.

— Por lo menos sé lo que te gusta, gatito Nubes.

Se levanta y se va a su habitación a sacarse el uniforme, el gato le sigue atrás, entra a la habitación y se sienta encima del escritorio. La joven de ojos verdes se saca la chaqueta de color azul marino y toma aire desde su estomago.

—“So I've been thinking lately

That I should try to grow up

Maybe start to show up on time...— canta con melodía, su tono de voz mantiene la notas musicales en la letra de la canción “Starlight” de Tonight Alive. Una de las tantas bandas de rock que le gustan y que canta sus canciones sin vergüenza, mientras que se quitaba su chaleco de color gris. Nubes estaba concentrado mirando cómo se quitaba la ropa y escuchando atentamente lo que cantaba

— ... But honestly I'm happy

I don't wanna worry about

How we got to be so broke. — Lanza su camisa blanca de la escuela al escritorio donde estaba Nubes, quedándose solo en ropa interior mientras que buscaba entre los cajones su ropa de diario
Don't want to say goodnight let's live it up!

Don't have to say we're giving up if you!”— Sin nada que encontrar, se da vuelta y ve una silueta del gato sentado, la camisa encima del animal. Para de cantar, con una sonrisa va donde Nubes y le quita la camisa que le tapaba.

— ¡Nubes! Ni te movías. — da unas pequeñas carcajadas. Ve al gato con contantes lamidas entre sus bigotes, Nubes se da cuenta y salta desde el escritorio a la salida de la habitación rápidamente, escapándose de la incómoda situación de ver a Meledith solamente en ropa interior.

Meledith no le da importancia, es un gato. No tenía nada de malo para ella cambiarse delante de nubes, es un gato. Pero no capto cuando Nubes se lamia los bigotes, como los gatos se lamen constantemente los bigotes por la comida, puede que haya tenido hambre. Pero Nubes no tenía una conciencia animal, estaba consciente y tiene la suficiente capacidad para saber en lo que estaba viendo y las sensaciones.

A la tarde, Meledith después de estudiar y hacer las tareas del día. Se dedica a ver la televisión, solamente los canales nacionales través de la antena que estaba conectada a la pantalla.

Nada bueno había en la televisión, todos los canales nacionales estaban con una noticia que era de gran importancia para el día.

— Según el gobierno— informa la periodista que estaba afueras de un lugar, estaba rodeada de otros periodistas y camarógrafos, había salido de una conferencia de prensa que había dado una persona importante—, nos dicen que no saben nada sobre las apariciones de estas especies no identificadas— Nubes llega nuevamente y se sienta lado de Meledith, viendo la televisión—. En las redes sociables cada vez se van sumando la foto que dejo a todos impresionados, como se muestra en pantalla, una especie de “hombre gato” color marrón dando una vuelta en el aire antes que fuese atropellado, logrando escapar de forma satisfactoria. La policía no tiene registro de nada que estas especies han registrado un desorden público.

Meledith atentamente miraba la foto, le impresionaba que justo fuera en el momento donde ese “hombre gato” estaba dando una vuelta invertida en el aire, piensa que es una farsa. Una buena edición de manipulación de foto y podría ser furor en internet, pero a la vez le impresiona como los medios de comunicación se den tanta importancia.

Nubes atentamente miraba, por rara razón su corazón estaba acelerado al escuchar las palabras “hombre gato”. Para relajarse, se acomoda en las piernas de la joven mientras que miraba la televisión.

Al cabo de un rato, suena unos sonidos de llaves cerca de la puerta del apartamento, introduce las llaves y abre la puerta. Era la madre de Meledith.

— Dios mío... Mira, ¿Quién es ese gato sentado encima las piernas de mi hija?— saluda con simpatía mientras que dejaba unas bolsas de compras en la cocina que daba también frente de la televisión.

— Hola mamá. ¿Cómo te fue hoy día?

— Ya sabes lo de siempre. Defender, escuchar lamentos y llantos, ir de un lado hacia otro. Cosas de abogados— comenta como si fuese lo más normal de la vida— y tú pequeña... ¿Cómo te fue hoy en la escuela?

— Me saque un cinco en Matemáticas, y hoy tuve ensayo para el viernes— Se levanta y deja al gato de lado, coloca sus manos en el bolsillo delantero de su polerón color gris. Acercándose para hablar con su madre—, además intentando conseguir un corcel y una falta negra con cadenas para la presentación.

— ¿Por qué tan gótica o que cosa?— intrigada se muestra, mientras que guardaba las cosas como la mercadería en los cajones de la cocina— Podrías tener un estilo más femenina o no sé.

— ¡Mamá! Sabes no es gótico, es el mismo vestido que uso siempre. Bueno... — se confiesa— habrá unas cuantas cosas que le he agregado. Como las cadenas, pero son finitas y serán de color dorado.

— Me tendrás que mostrar como es, acuérdate que es una escuela,no un concierto o presentación a tu pinta. El tema de la falda me complica, sabes que los chicos de tú edad se fijan mucho...

— Tendrá la misma medida de siempre...— luego capta lo que realmente quería decir su madre— ¡Mamá! No soy una suelta, no me gustaría mostrarme ni cosas así. ¡¿En qué piensas?!

— En nada, solo prevengo para mi hijita linda— La abraza y le da un beso en la frente. Meledith recibe el abrazo y lo devuelve.

— Demente...

— A todo esto— ve la mesa de té que está en el centro del living comedor—, ¿Y esas cosas, son para Nubes?

— ¡Sí! Ahorre y quise comprarle unas cositas para que se divierta—Sonríe.

— ¿Dinero de almuerzo?

— Eh, sí. — Avergonzada responde.

La madre de Meledith suspira a lo que se le vino a la mente, se encariño muy rápido con aquel gato.

— Mele... acuérdate que es callejero. No te impresiones si en unos de estos días se escape.

— Lo sé...— una pequeña pena se le vino al pecho y mira hacia abajo— Pero, creo que estaba vez no pasará.

Nubes escucha atentamente la conversación mientras que se hacia el dormido, sus orejas de color vara de oro estaban punta en punta.

— Te pido por favor, que comiences a prepararte. Que dentro de un tiempo— baja el tono de voz y mira a Nubes como dormía—, no lo veremos en una mañana.

Meledith suspira y pone a calentar el agua caliente para hacerse un té, pensativa se quedo con lo que su madre le había dicho. Mientras que espera, mantiene su vista sobre Nubes y aquella noticia bizarra que la encontró inútil por una parte, pero por otra no dejaba de sorprender.

My Knight CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora