El corazón no olvida. |Aristemo

04. Unconditionally

Temo veía hacia el techo, no podía dejar de pensar todo lo que había pasado semanas atrás.

...

Nochebuena.

Él estaba en la calle esperando a Aristóteles y Yolo, tenía casi 10 minutos sintiendo el intenso frío, ya que Paloma se había ido, después de mandarle aquel mensaje a Guido bajó del auto y ella decidió irse. ¿Tenía miedo? Bastante, pero estaba seguro de lo que había hecho.

Unos minutos más tarde Ari bajo junto a Yolo y detrás de ellos su primo Robert y su esposa junto con una maleta. Aristóteles tenía el labio partido y un golpe muy notorio en la mejilla, Temo se alarmó y corrió hacia él para abrazarlo

—¿Qué pasó?—preguntó al tenerlo en sus brazos

—Una gran discusión —habló Julieta

Yolo también tenía sangre, pero proveniente de su nariz, como pudo también la integro en el abrazo.

—¿Y Paloma?—preguntó entre lágrimas

—Ella... Eh... Tuvo una emergencia con su papá, pero tranquila

—¿Cómo se irán?—pregunto Robert

—Yo creo que pediré un taxi—respondió Cuauhtémoc sin soltar a Ari y Yolo

—Nosotros los podemos llevar—sugirió Julieta

—No, gracias Julieta —dijo Arí separándose del abrazo— Ya hicieron bastante por nosotros, no queremos ocasionarles problemas

—No es ningún problema, vamos, suban al auto

Los chicos y el matrimonio subieron al auto, Yolo le pidió que primero pasarán a su departamento por sus cosas, no dudaba que su madre le quitará el departamento, pues estaba a su nombre. Empacaron o indispensable, como su ropa, cosas de trabajo y cuadros, después de eso los llevaron a la casa de Julieta y Robert, como se tenía planeado.

—Estás son las llaves de todos los cuartos—dijo Julieta al ya estar dentro del hogar y puso el llavero en una mesa

—Muchas gracias, Julieta, neta que nos has salvado—habló Ari envolviéndola en un abrazo

—No tienes que agradecer

—Exacto primo, nosotros lo hacemos con mucho gusto.

—Gracias —expresó Yolo con una sonrisa

—¿Tienen algún botiquín o algo para curarle ese labio a Ari?—preguntó Temo.

—En el baño debe haber algo, hace unos meses que venimos Blanquita tuvo un accidente, así que compramos unas cosas, puedes ir a ver si aún sirven—explicó y señaló una puerta las

—Gracias—dio media vuelta para ir a buscar lo necesario.

—Bueno, pues nosotros nos vamos, cualquier cosa no duden en llamarnos—dijo Robert

—Animo chicos, lo más difícil ya pasó y tomen en cuenta nuestra propuesta

Se dieron un abrazo, se desearon una feliz Navidad y la pareja salió le quitaron uno de los plásticos al sillón y se sentaron. Julieta les había ofrecido su casa de forma temporal en lo que encontraban un buen departamento, no sabían si aceptar, pero era una buena buena opción. Temo volvió del baño, con agua oxigenada y un algodón, Ari le sonrió.

—Por lo menos intentaré que no se te infecte o algo—dijo al ya estar frente a el, se arrodilló para así estar a su altura— ¿Y qué fue lo que pasó?—preguntó mientras examinaba como estaba la herida.