Be My Hero.

Capitulo 1

Basta. Ya me cansé. Déjame en paz.

Quería, pero no podía, decirlo. Estaba allí, inmóvil sin saber que hacer. Cobarde, lo definía en estos momentos, por no plantar cara e impedir que pisoteasen sus sueños, al igual que sus libretas, regados por el suelo.

Empuño sus manos con impotencia, no tenía oportunidad frente a él, era más grande, más fuerte y no flaqueaba ante nada. Lo contrario a como su persona era, débil, pequeño e inseguro.

Ellos lo hicieron así, tan, sumiso, a base de golpes e insultos. No tenía amigos que lo ayudasen, ni profesores a quién les preocupase su bienestar. Estaba solo.

Sus facciones se relajaron y miró abatido el suelo mientras raudos pensamientos viajaban por su mente, todos ellos con algo en común.

<<Ya rindete, nunca serás un héroe. >>

Sentía esa filosa mirada ojearle con prepotencia, siempre desde arriba, con desdén.

ㅡYa me parecíaㅡ, concluyó al ver que no haría nada, ni siquiera responder su provocación. ㅡpor que no mejor pruebas suerte y haces un salto de fe desde la azotea, tal vez tengas un quirk en tu próxima vida.

Esas duras palabras, tan perforantes, calando cada rincón de su ser. Los segundos, tan efímeros, se volvieron eternos para él. Y sonrió, con tristeza y dolor, pero una sonrisa al fin. ㅡDime, Kacchan tu ¿Quieres ser un héroe, no?

ㅡ¿eh? Es obvio que si maldito nerd, seré el jodido mejor del mundo, aún más que el bastardo de All Might.

Esa sonrisa socorrona y ladina adornaba su ceñudo rostro.

ㅡEllos se dedican a salvar personas.

Éste enarco una ceja, dudoso a donde llevará el rumbo de la conversación, su pequeña pandilla se había disuelto por la palabrería del pecoso y aburridos se fueron, dejándolos solos.

ㅡNo me digas lo que ya sé, inútil. No sé que mierda tramas con decirme estas estupideces, mejor me largo que...

Sus palabras fueron cortadas por la simple razón de ver el, tan conocido, rostro lloroso del más bajo. Lo extraño en él, era esa sonrisa que mantenía. Estaba distante, hecho que ocurrió mientras se acercaba para intimidarlo, más pegado a su asiento cuyo lugar era junto a la ventana. Vio en cámara lenta como este se posicionaba sobre su escritorio y lo miraba con un toque juguetón y atrevido, tan extraños en el.

ㅡEntonces. . . Salvame...

Dio un pequeño brinco de espaldas, como impulso, antes de lanzarse al vacío, desde aquella altura.