La caída del emperador (punto de vista de Kagami Taiga)
Kagami no entiende nada de lo que está pasando, pero sabe que algo no va bien por la preocupación en los ojos celestes de Kuroko mientras observa a un cabizbajo emperador sentado en el banquillo contrario. El pelirrojo capitán está rodeado por sus compañeros de Rakuzan que no parecen muy contentos con el juego del menor en estos últimos minutos. Era como si de repente Akashi se hubiese olvidado de como se juega al baloncesto, parecía más un principiante que el invencible capitán de la generación de los milagros.
El jugador de cabello gris enfadado dice algo que no logra oír pero que hace reaccionar al emperador. Es entonces cuando algo cambia en Akashi. Y sin saber por qué el corazón de Kagami empieza a latir con fuerza, como si tuviera el presentimiento de que algo le espera. Kagami trata de ignorar esta incómoda sensación, ahora mismo debe centrarse en el partido y no confiarse hasta que acabe, piensa tomando la botella de agua que le ofrece la entrenadora.
Cuando Akashi vuelve al partido todo parece diferente en él, su actitud, sus movimientos, sus pases... incluso su voz no es la misma. Es como si se tratase de una persona distinta. Niega con la cabeza. No tiene tiempo para pensar en esto, necesita concentrarse en el juego. Rakuzan es el rival más fuerte de los que se han enfrentado, más aun cuando los tres reyes sin corona y su hombre fantasma entran en la zona gracias a la habilidad de Akashi. Apenas quedan unos minutos de partido y Seirin va perdiendo con más de diez puntos de diferencia, parece una misión imposible pero en verdad esto es lo hace más emocionante el baloncesto para Kagami.
Escucha los gritos de ánimos desde la grada del resto de la generación de los milagros que dan su apoyo a kuroko, a Kagami y a todo Seirin. En ese momento Kagami no puede ver la cara de Akashi pero piensa que debe doler que tus anteriores compañeros se posicionen del lado del equipo contrario.
Haciendo un último esfuerzo Kagami recibe el pase de Kuroko y salta en uno de sus famosos meteor jump consiguiendo anotar dos puntos más. Justo después el partido acaba con el marcador 106-105, a favor de Seirin.
¡Lo han conseguido! Kagami sonríe chocando su puño con Kuroko antes de ser abrazado entre gritos de alegría por el resto del equipo de Seirin.
🥇🏆🥈
Cuando llega el momento de la despedida cordial entre los dos equipos, Kagami observa como Kuroko emocionado estrecha su mano con la de su ex capitán quien les felicita por su victoria. Llega el momento en el que por fin Kagami puede mirar directamente a los ojos de Akashi, sorprendiéndose cuando no ve unos ojos de distinto color, no hay rastro de la mirada heterocromática, fría y calculadora que en más de una ocasión le ha provocado escalofríos, en su lugar se encuentra con dos ojos de un rojo carmesí, brillantes por las lágrimas.
Kagami confuso no puede dejar de mirarlos hasta que Akashi le devuelve la mirada. En el preciso momento en que las miradas de los dos jóvenes se encuentran sienten una instantánea conexión con el otro.
Antes de que Kagami pueda asimilarlo o decir algo. El entrenador de Rakuzan pide a su equipo retirarse. Akashi le regala una pequeña sonrisa con los ojos aún llorosos antes de marcharse con el resto de su equipo. Kagami tiene que reprimir las ganas de ir tras él y abrazarle mientras ve alejarse la espalda con el número 4. Perdido en sus pensamientos Kagami no se da cuenta de que se ha quedado boquiabierto mirando a la nada hasta que Kuroko le da un fuerte golpe en el costado sacando al mayor de su ensoñación. Es entonces cuando el peso de la realidad cae en su estómago. 'La persona que casi me asesina con unas tijeras es mi pareja destinada' 'Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí?' dice Kagami para si mismo en voz baja 'Pero Akashi no parece el mismo que el de aquel día ¿Será este el otro Akashi del que hablaba Kuroko? ¡Esto es demasiado complicado!'
Faltan unos días para que comiencen las vacaciones de Navidad pero no por eso se van a salvar de Riko y sus duros entrenamientos. Una tarde después de entrenar Kagami camina de regreso a casa junto a Kuroko, para el más alto es inevitable querer preguntar a su amigo sobre Akashi. Y es que Kagami no ha podido sacarse de la cabeza la imagen de esos bonitos ojos rojos llenos de lágrimas. Necesita saber si Akashi está bien, Kuroko es al único a quién puede preguntárselo. Sabe que el de cabellos celestes estuvo ayer con la generación de los milagros que se reunieron todos por primera vez después de su reconciliación. Y por ello debe saber cómo está Akashi. Kagami quiere preguntar aunque en el fondo ya conoce la respuesta, dentro de su pecho puede sentir la tristeza de Akashi como si fuese propia, gracias al vínculo que comparten dos almas gemelas conoce las emociones del otro. Piensa que es normal que el pelirrojo más pequeño no esté pasando su mejor momento, según Kuroko esta es la primera vez que Akashi pierde en dieciséis años, algo difícil de creer en otra persona pero en él tiene sentido. Pero ahora mismo lo que más preocupa a Kagami es como se lo habrá tomado el señor Akashi que es conocido por ser muy estricto con su hijo.
- ¿Cómo fue la reunión con la Kiseki? - pregunta Kagami - Siguen igual de molestos o se le han bajado los humos.
- Fue muy bien. Mejor de lo que esperaba- comenta inexpresivo Kuroko aunque en sus ojos celestes se nota lo feliz que está por haber recuperado a sus amigos de Teiko - Aomine-kun dijo de quedar este sábado para jugar un partido con nosotros, también vendrá Kise-kun.
- ¿Y los demás? - pregunta Kagami mal disimulado.
- Midorima-kun ya había hecho planes, creo que con Takao-kun. Murasakibara-kun no hará un viaje tan largo desde Akita solo para venir a jugar. Y Akashi-kun tampoco puede...- no termina lo que iba a decir sobre Akashi para la desesperación de Kagami que observa al peliceleste beber con parsimonia de su malteada de vainilla.
-¿Y por qué no puede Akashi? - pregunta finalmente Kagami impaciente.
- Kagami-kun, si lo que realmente quieres saber es cómo está Akashi-kun - responde divertido Kuroko que desde el principio intuía la intención de su amigo pelirrojo. - ¿Por qué no llamas y se lo preguntas?
- Yo...no... - intenta negarlo rojo hasta las orejas.
Kuroko roba su móvil empezando a marcar el número del capitán de Rakuzan y después se lo entrega al ruborizado pelirrojo.
- Akashi-kun se alegrará si lo llamas. Además hoy es su cumpleaños.
El pelirrojo guarda el número de Akashi entre sus contactos como si fuese un preciado tesoro.
Kagami tumbado en la cama mira de nuevo el reloj de su habitación, son las 23:40 h. Lleva horas esperando a tener el valor para llamar. Y ahora que decide hacerlo es cuando Akashi ya estará dormido o no acepte la llamada de un número desconocido en medio de la noche. Está a punto de rendirse y colgar cuando escucha la voz cansada del otro pelirrojo contestar.
- Hola, Akashi... espero no haberte despertado - habla rápido Kagami - llamo porque... quería saber cómo estás... emm... si estás ¿bien? ...después de que nosotros ganaramos... y tu perd... - se calla antes de que Akashi piense que llama para reírse de él o algo peor. Maldice por lo bajo como puede ser tan torpe. Cuando está nervioso no dice más de una frase con sentido y empiezan a sudarle las manos.
- ¿Eres Kagami Taiga? - pregunta Akashi sorprendido.
- Si, perdona. Kuroko me dio tu número - admite avergonzado - viendo que queda menos de unos minutos para que el 20 de diciembre llegue a su fin se apresura a decir - Feliz cumpleaños.
Escucha la risa de Akashi. El dulce sonido calma los nervios de Kagami que siente una calidez en su pecho.
- ¿Tú también lo notas? - pregunta Kagami llevándose la mano al corazón.
- Si - responde. Se quedan en silencio mientras escuchan la respiración del otro hasta que Akashi dice - La próxima semana estaré en Tokio. Si quieres podemos vernos y hablar. Prefiero hablarlo en persona.
Poco después de terminar la llamada, Kagami no puede dejar de sonreír como un idiota enamorado al pensar que pronto se volverán a ver.
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Kagami x Akashi: Soulmates
FanfictionDicen que en el instante que tu mirada se encuentra con la de tu alma gemela sientes como un flechazo, un inconfundible sentimiento de amor a primera vista. Para Akashi no puede suceder en peor momento, cuando no tiene el control de su propio cuerp...