Capítulo 9

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Es martes por la noche. Normalmente estaría haciendo lo que siempre hago los martes por la noche, que es mi tarea, cena y tarea. Pero esta noche no es normal. Esta noche estoy parada en frente de mi armario, frunciendo el ceño hacia mis vaqueros y camisetas, mirándolos uno por uno; manga larga, manga corta, linda (creo), era linda (antes).

Finalmente me conformé con un par de vaqueros y una camiseta que mamá lavó con una carga de sábanas y bloqueador así que ahora estaba manchada en algunos lugares. Me gusta la aleatoriedad del pantalón, el misterio de cómo y donde el blanqueador destiñe el color de la camiseta. Los zapatos son cómodos. Mis zapatillas de lona rosada, pero mis manos están temblando cuando ato los cordones. Me miraba a mí misma al espejo. Ojalá tuviera un sostén con relleno. Ojalá fuera más alta. Tengo un nudo en el estómago.

Apenas comí mi cena, pero además papá no comía mucho de la suya. La llamada para los finalistas del concurso de cocina familia fabulosa llegara este fin de semana, y mama no podía venir lo suficientemente pronto. Papá y yo estábamos de acuerdo en eso. Incluso mama lo estaba, y ha prometido dejar de cocinar las recetas enviadas por un tiempo cercano.

Pero ahora, ahora se supone que voy a la casa de Matt. A estudiar con él y Anna. No quiero estar ahí. Estar yendo a su casa. El lunes, fui a la escuela con Anna. Me dije a mi misma que todas las cosas con Matt tenía que terminar y me hice preguntarle.

—¿Que hicieron anoche? —Anna sonrió y respondió “Oh, ya sabes. Cosas” ella me tiro su bolso a través del asiento.

—Tengo estos nuevos polvos ahí. Hará que tu nariz esté menos brillante.

Me mire en el espejo compacto del bolso de Anna. Mi cara parecía enorme, grotesca con el brillo magnifico del espejo compacto. Pase los dedos sobre el polvo y luego sobre mi cara, inhalando el olor que solo los cosméticos caros tienen, una especie de sabor adinerado.

—Mucho mejor —dijo Anna, y echó su cabello hacia atrás con una mano. Todo cayó elegantemente en su lugar, su oscuro cabello brillante balanceándose alrededor de su cara—. Oh, mira, ahí está Matt.
Ella lo saludo con la mano y él le devolvió el saludo, dirigiéndose dentro de la escuela.

No me miró. Cuando entramos a la escuela, ella nos dirigió hacia Matt, y seguí caminando porque era solo Matt, el novio de Anna, y desde luego que ella tenía que saludarlo. Eso era lo que las parejas hacían, y los había visto saludarse antes.
Le había pasado el celular a Anna cuando él llamó a mi casa después de esa fiesta, de que él y yo hablamos. Nunca pensé que quizás me estaba llamando a mí.

—Hey —Anna dijo, y miré a Matt, planeando sonreír, ser normal, o intentarlo, pero cuando lo hice, vi que me estaba mirando.

Me estaba mirando y estaba de vuelta en el coche con él. simplemente así de rápido, de un latigazo empujando de regreso en mi memoria, un breve segundo de nuestras bocas, encontrándose, y luego estábamos en la plataforma en el patio de Anna y dijo que quería hablar conmigo y se estaba inclinando hacia mí y lo quería más cerca, lo quería a él, y…

—Iré a sacar algo de mi casillero —me fui.

—¡Nos vemos luego, Ada! —Anna me gritó.

Matt no dijo nada. Vi a Anna durante la escuela, desde luego, es la única persona que siempre veo, ella ha sido la persona que espere entre clases cuando podía e intercambiamos sonrisas en los pasillos, cuando no podía. Ella estaba con Matt, y ellos estaban con Mike. Anna me vio y me llamo.

—Ada, por aquí —con su voz más ligera que de costumbre, contenta y me detuve para sonreírle y me quedé con ellos. El hombro de Matt justo al lado mío mientras Anna miraba hacia Mike, hablaban, pero no sé de qué hablan.

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀 𝐍𝐎 𝐄𝐒𝐂𝐑𝐈𝐓𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora