Capítulo 11

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La mañana siguiente, Matt se presenta en mi casa. Él les dice a mis padres que somos compañeros de laboratorio y terminamos en la sala de estar el uno junto al otro, tranquilos y luego nos besamos. Él dice que no puede vivir sin mí, que tiene que estar conmigo y que ya habló con Anna ayer por la noche, que ella está feliz por nosotros porque quiere que seamos felices porque soy su mejor amiga... Oh, olvídalo.

Lo que realmente sucede es que estoy comiendo avena y preparándome para la escuela. Matt no aparece, y aunque lo hubiera hecho, no podría ni siquiera pensar en una forma de que mi estúpida fantasía tuviera un final feliz.

Anna viene a buscarme y dice: Matt fue tan dulce conmigo anoche.

Mientras nos dirigimos a la escuela.

—Él me acompañó hasta mi coche y me dijo que me amaba, que somos la pareja perfecta, lo cual si lo analizamos detalladamente te darás cuenta que es cierto. Estoy muy feliz, que no podía aguantar para contarte —en ese instante bloqueé mi mente, no quería escucharla, no soportaría oír ni una sola palabra más sobre ella y Matt, mientras podía sentir mi corazón destrozándose lentamente en mil pedacitos. Todas mis ilusiones, mi estúpida fantasía se iba a la basura en solo unos minutos.

Anna continuó hablando todo el camino, mientras yo continuaba inmersa en mis pensamientos, ¿En verdad yo significaba tan poco para Matt? ¿Acaso era solo su pasatiempo? ¿Una distracción? ¿Y Anna su verdadero amor?, estos pensamientos me atormentaban y lo que es peor, yo permitía que me atormentaran.

Sin darme cuenta, regresé a la conversación con Anna, para escucharla hablar de Mike. Por dios, ¿Cómo era posible que ella tuviera tiempo para hablar y pensar en alguien más, teniendo a un chico como Matt a su lado?

Si yo estuviera en su lugar, si yo fuera Anna, nunca me sentiria tentada a elegir entre dos chicos por muy inteligentes, atractivos o lo que sea que fueran, Matt era perfecto, ¿Qué más podría pedir?

Pero una vez más, tuve que poner los pies sobre la tierra. Yo no era estaba en su lugar... Yo no era Anna y por supuesto no tenía a Matt, grandioso. Ada, simplemente grandioso. ¿Cuándo entenderás que Matt y Anna están juntos, que tú no entras en esa ecuación? Si, lo sé, es la pregunta que me he hecho todos los días desde que ellos salen.

Logró despejar mi mente de Matt y Anna, Matt y yo. Para volver a la realidad, a la conversación con Anna. Ella está hablando sobre Mike y yo, sobre un beso, sobre nosotros juntos.

Me quedo paralizada, pero no hay nada de ira en su voz.

Meneo mi cabeza hacia mis lados.

—No, no, no hubo sentimientos. Mike siente cosas por ti de todos modos.

—Pero estamos otra vez, así que da igual.

Me encojo de hombros, mis ojos se posan sobre el cuello de Anna. Noto mi mirada porque poso su mano sobre este y luego la aleja rápidamente.

—Sabes que lo que pasó con Mike no quiere decir nada, ¿Cierto? solo fue una cosa del momento.

—Si —digo, porque lo sé. Entiendo lo que es un solo un momento.

Cuando salgo del periodo de clases, Matt está allí, caminando por mi clase cuando sé que esto es lo que se supone que debería pasar. Lo veo y él me sonríe, no como lo hace normalmente, pero con una curva divina, vacilante en su boca, esa sonrisa.

—Oye —dice, siguiéndome el paso, y conozco a Matt. No es el tipo nuevo y misterioso que no se puede leer. Es Matt y Matt no habla como si fuera una terrible pérdida. También no aparece ante ti sin ninguna razón, y la última vez que lo veo me sonríe como si acabara de pasar un día después de que él y Anna habían hablado por celular en mi casa.

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀 𝐍𝐎 𝐄𝐒𝐂𝐑𝐈𝐓𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora