Era un lindo día, Stuart consiguió un trabajo después de tantos días.— No es lo que esperaba, pero esto es lo mínimo que la vida me puede dar ahora.
Stuart era un tipo alegre y simpático, bueno con los niños, eso hizo que un empleador de una tienda de juguetes lo contratara como animador para atraer público.
— ¿Vas a ser un pollo? Eso es ridículo — Noodle rió viendo a su amigo caminar con el disfraz.
— Ridícula tú, este trabajo es de medio tiempo y me pagan más de lo que deberían ¡es una ganga!
— Que bueno, ahora podrás comprarte esas hamburguesas todos los fines de semana.
— Uma delicia.