The Heart Wants What It Wants. ||ChanBaek||

♕| Tercero

YiFan era imponente cuando lo veías sentado tras su escritorio, con un aire de sofisticación que se inclinaba más al estilo mafioso, aunque en realidad le faltara poco para serlo.

ChanYeol aceptaba que su amigo era guapo, era atractivo pero sin duda no era su tipo, él se inclinaba más para caras bonitas, piel suave y aspecto angelical. Era por ello que seguía volviendo a BaekHyun. Él epítome de la belleza, de su belleza.

Lo ponía casi enfermo el tener que pensar la mayor parte de su tiempo despierto pensando en el más joven, con la expectativa corriendo en su sangre. Pero algo había adictivo que lo hacía mantenerse y no guiarse por su inteligencia que siempre había sido alabada.

La puerta automática se cerró tras él, anunciando su llegada bajo la bocina. Su cara se mantuvo inexpresiva mientras caminaba hacía YiFan que para ese momento ya estaba lanzando improperios quejándose sobre él.

—Me pregunto —YiFan respiró profundamente entre blasfemias cuando ChanYeol se paró delante del cristal pesado que los separaba. —quién te crees para hacer una cita y jamás llegar a ella. Me quedé esperando tres horas y no hubo rastros de ti, sólo para enterarme que estabas revolcandote en una de mis habitaciones con algún niño pijo de los que últimamente te ves más que interesado.

ChanYeol frunció el ceño al verse claramente sermoneado y juzgado tras sus palabras. No era incumbencia de YiFan lo que él hiciera detrás de las puertas de su hotel, era un cliente al que básicamente se le estaban ignorando sus derechos de privacidad y discreción. Sin embargo, calló su propia molestia aceptando que había no acudido a una cita que el mismo había organizado, y que rayaba en lo importante, mucho más importante que sus deseos sexuales por lo menos.

Alzó el maletín que colgaba de sus manos y lo tiró sin brusquedad sobre los papeles frente a YiFan. Bajo la expectativa de su mirada tomó asiento, sin decir nada ni dar explicaciones de las quejas anteriores.

YiFan parecía realmente molesto por su falta de respuesta, aún así debería estar acostumbrado, él presumía de conocerlo y por ello sabía que ChanYeol pocas veces se disculpaba por más que hubiese cometido un error. Un defecto muy grande pero que era parte de su carácter que, por sus propias palabras, era fuerte y estable. Por algo era político, no llegabas a la cima o rozabas el éxito siendo un blandengue.

El mayor quitó el seguro del maletín, sus ojos se entrecerraron al ver el dinero que reposaba ordenado dentro de él. No parecía sorprendido pero si alzó la mirada hacia él. —¿No te parece un poco ortodoxo traerlo así?

—Así lo recibí. —aclaró cruzando una pierna sobre la otra. —Úsalo para las habitaciones que ocupo.

YiFan frunció el ceño pero no se negó. Cerró el maletín y lo colocó en alguno de los cajones de su escritorio. Cerrándolo con su huella. Después de todo, YiFan siempre había sido decantado por el dinero, como si en algún momento se hubiese visto falto de él y no hubiera sido criado en una jaula de oro cómo cada uno de ellos.

O era simplemente ambicioso. ChanYeol debería suponerlo por el interés que obtuvo en los negocios de su familia desde la primera vez que fue catalogado en la edad adolescente.

—Me parece hipócrita —Wu comenzó. Ahí iban de nuevo, rodó los ojos. —estás aquí para insistirme una vez más que deje de tomar dinero del gobierno, del pueblo, lo que sea al fin y al cabo dinero. Pero vienes tú a darme más de cincuenta mil dólares que lo más seguro es que salieron de Kim JunMyeon ¿Me equivoco? Y ambos sabemos que no es el más honesto, su riqueza viene de la misma fuente que una centésima de la mía.

—De dónde haya salido no es de mi incumbencia. —ChanYeol puntualizó. —De todas formas no estoy haciendo esto por JunMyeon y sus ansias de poder. Él es sólo un peón para el objetivo final.