Capítulo 18: "El abismo que seremos"

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Nora se reía como si jamás en su vida hubiese sido feliz.

Ryder la miraba como si jamás en su vida hubiese vivido un milagro.

Aquella noche, después de una victoria y algunos tragos de alcohol, ambos encontraron consuelo el uno en el otro.

Nora sentía la cabeza a punto de caérsele del cuerpo y el sonido de la musica proveniente del pequeño reproductor de Ryder la mantenía en su lugar. El cuerpo ya no le pesaba, tampoco la culpa.

Solo sentía la risa calarse un poco dentro de sus entrañas, ya no recordaba de que estaba riendo y realmente no importaba. Importaba la sensación y el movimiento. El movimiento de las agujas del mundo en su contra la iba a alcanzar tarde o temprano por mucho que riera, ella sabía que pronto se acabaría esa sensación.

No creía estar realmente ebria, seguía estando consciente de las cosas que pasaban allí dentro. Sabia donde estaba, con quién. No entendía muy bien el porqué, pero era prácticamente un detalle comparado con los sucesos de aquella noche.

La pelea, los acercamientos, el miedo y la tranquilidad. Estaba encerrada en un pequeño apartamento con uno de los hombres más violentos que conocía, después de su padre.

Era una situación irónica, como esas cosas que ella sabía que no tendrían porque estar sucediendo, o al menos no a ella. No por alguna patética razón, si no porque ella sabía como podría terminar.

Se levantó del asiento y se tropezó con el pequeño comedor, luego caminó directo hacia el balcón y se quedo mirando la ciudad, observando la vida llenar cada rincón del mundo. Y no pudo evitar pensar en lo increíble que era estar viva incluso aunque el mundo fuera un lugar tan terrible a veces.

Le daba la oportunidad para intentar cambiar algo.

Ryder estaba concentrado intentando cambiar la canción desde su móvil, pero realmente no lograba hacer funcionar el aparato de la manera que deseaba. Estuvo a punto de darle un golpe cuando por fin logró reproducir la canción que quería.

Soltó una sonora risa y bebió un largo trago de su casi acabada cerveza.

Cerveza, Vodka, Nora. Todo parecía embriagador aquella noche, demasiado larga y seguramente demasiado corta para todas las cosas que pensaba y anhelaba.

Vió a Nora recostada en su pequeño balcón, mirando hacia afuera y pareciendo la dueña del mundo. La imagen le provocó una sonrisa.

Se levantó de donde estaba y se dirigió hacia ella, caminando de una manera lenta tratando de pensar en algo que decir o algo que hacer.

Nada parecía realmente adecuado. Así que solamente se colocó a su lado, e intento ver lo que ella veía a través de sus propios ojos.

Volteó a verla, pero ella lo había estado observando primero. Ninguno dijo nada porque eso hubiera acabado completamente con la magia que se sostenía entre ambos.

Ryder no podía negárselo más a si mismo. Le gustaba, llevaba a la muchacha de cabellos oscuros metida hasta la médula.

Nora se lanzó a sus brazos de repente. Lo abrazó con tanta fuerza que parecía sentir que el muchacho se iba a desaparecer en algún momento.

Él no pensaba ir a ninguna parte, porque no deseaba estar en otro lugar. Allí era perfecto, con la ciudad, la noche frente a él y con ella en sus brazos.

En todo el momento, Ryder solo podía pensar en qué quería tenerla así por el resto de su vida. O al menos por el resto de la noche, sería suficiente por ahora.

Nora se aferró fuertemente a él, sintiendo como los brazos del muchacho la hacían sentir como en casa, cuando todo estaba bien para ella.

Se recordó a si misma de pequeña, recordó lo mucho que había querido abrazar a Ryder de esa manera cuando tenía una edad tan corta. Se sintió como si toda su vida la hubiera devuelto a cuando era una niña pequeña que no sabía cuanto le costaría llegar a ese momento.

¿Valía realmente lo que ella estaba dispuesta a pagar?

Ryder estaba desorientado, confundido y le dolía la garganta de retener todas las cosas que quería decir en ese momento, se obligaba a sí mismo a paralizar sus manos para no hacer nada tonto. Trato de ser delicado, quería ser bueno para ella sin importarle todo el trabajo que le costará.

Nora se separó lentamente tratando de evitar mirarlo. Era la primera vez que sostenía ese tipo de contacto con Ryder estando a solas, sin un publico pequeño para apreciar su patetica actuación, esta vez se había sentido mejor. Se había sentido real, pero ¿lo era?.

Cuando los ojos de ambos se encontraron, Ryder notó que Nora tenía los ojos rojos y que estaba evitando mirarlo fijamente, y eso lo hizo sentirse enojado de alguna manera. ¿Por qué esconderse ahora? No había nada que temer realmente. Pero era algo que ella no sabía.

Finalmente la muchacha rompió el silencio y hablo entrecortada y silenciosamente.

=Lo siento, yo no...debí=dijo ella tratando de apartarse.

Ryder sintió como se estaba empezando a romper el pequeño cristal que estaba rodeando a ambos mientras estaban abrazados, y entendió que no los protegía del mundo exterior, si no de ellos mismos.

Ryder la miró fijamente esta vez y decidió que iba a decir cualquier cosa que se le pasará por la mente si eso podía salvarlo.

Salvarse a sí mismo con palabras era una muy mala idea.

=No tienes que disculparte, no has hecho nada malo=dijo él tratando de mirarla fijamente.

Ella respiró profundamente, y las palabras salieron de ella antes de tropezarse a si misma con sus ideas.

=No se supone que deba hacer algo como eso si no hay nadie aquí=dijo ella, alzando por fin la mirada.

Ryder sintió el peso de las palabras montado en la espalda. Ella tenía razón, no se supone que debía pasar nada entre ellos mientras no estaba su hermano o su novia para verlos. Patético.

Sin embargo, ya fuese por el alcohol, o porque sintió que en ese momento estaba a punto de explotar, Ryder hizó algo completamente diferente.

Se acercó lentamente a ella, mientras la muchacha intentaba esquivar su mirada. Trató de tomar su cara con delicadeza, y le dió un pequeño beso en la frente. Ella no se apartó, y él decidió que tenerla cerca era lo único que podía aplacarlo en ese momento, que nada más lo iba a retener atado en el mundo sin impedir que se perdiera en el intento por buscar una maldita respuesta, no cuando la tenía en frente sin ninguna duda.

¿Que estaba sucediendo en ese momento exactamente? No había una respuesta exacta, todo eran incógnitas y misterios. Pero había una certeza absoluta, una verdad completamente irrefutable. Juntos se sentían extraordinarios.

Ella se separó un poco de él al mismo tiempo que Ryder sonreía ampliamente.

=Supongo que yo tampoco debería haber hecho eso=dijo él.

Nora alzo la mirada hacia Ryder.

=¿Por qué lo hiciste?
Ryder se limitó a levantar los hombros.

=No necesito que este mi hermano o Marlee para acercarme a ti, Nora.

Ella abrió los ojos sorprendida, pero no dijo nada.

Ryder no podía soportar el silencio, quería escucharla, necesitaba que dijera cualquier cosa que lo tranquilizará un poco.

Nora no podía decir nada, no quería decir nada. Nisiquiera queria pensar-
Sabía que estar tan cerca de Ryder iba a terminar trayendo problemas, ¿Que se supone que significaba eso? ¿Se acercaba a ella porque si? ¿Le gustaba? No quería responder, le daba mucho terror maquinar ilusiones que alguien iba a romper como si fuese un trozo de papel. Ella misma era un trozo de papel.

Ella simplemente camino hacia donde estaba la botella de vodka y se sirvió un trago, dandole la espalda a Ryder. Escuchando la música, silenciando sus pensamientos.

Él se quedo afuera un momento más, tratando de respirar y buscando que iba a hacer ahora, que necesitaba hacer, que podía hacer.

Se acercó y se sirvió un trago el mismo, se lo tomo todo de un solo sorbo. Luego busco su telefono y cambio la canción por una de sus favoritas.

Cerró los ojos al mismo tiempo que sentía el alcohol hacer parte de él, se sintió ligero, y el sonido de la musica logro calmarlo. En un momento dado, empezó a tararear la canción con emoción. Incluso bailaba. Se recordó a si mismo que estaba contento y que tenía esa noche para celebrar.

Nora lo miraba con una sonrisa, jamás lo había visto así, de una manera tan espontanea y tan alegre. Ver a Ryder tan animado le daba una sesanción calida dentro de ella.

Ambos se miraron y comenzaron a reír. Estaban más ebrios ahora. Pero al menos se habían podido safar del incomodo momento anterior.

Ryder subió el volumen de la música, al tiempo que se dirigía un momento al cuarto de baño. Se miro en el espejo, y luego abrió el pequeño cajón del baño para buscar algo que Marco le había regalado tiempo atrás. En ese momento realmente lo necesitaba.

Nora estaba viendo fijamente su vaso vació ahora. ¿Cuantos tragos había llevado ya? 4? 5?

Un numero redondo y desconocido pero que necesitaba dejar de aumentar, no estaba en su casa, y aunque Ryder fuera su amigo seguía siendo un hombre que además de todo también estaba tomado. Así que necesitaba detenerse.

Busco en su bolsillo su telefóno para comprobar la hora, estaba demasiado tarde y pronto tendría que irse a casa.

Nora observó a Ryder salir del baño con una actitud extraña, sorbiendo ruidosamente por la nariz y apretando los ojos, luego espabiló rápidamente, a ella le pareció notar que se veía repentinamente lleno de energía. Algo en sus movimientos, que eran mas rápidos y más acertados. Ella supuso que debía ser el alcohol, que ahora también le estaba pasando factura a él.

El muchacho observó su móvil mientras trataba de acomodarse a la luz, de repente le molestaba en los ojos. Quizá se había pasado un poco con la cantidad. Pero se sentía increíble.

Puso otra canción y habilmente se acercó a Nora, con una sonrisa en la cara.

=¿Bailas, bonita?=le dijo con una sonrisa divertida al mismo tiempo que estiraba su mano hacia ella.

Nora lo miró un momento tratando de ver si era una broma. Soltó una sonora risa.

=¿Es en serio?=dijo ella riendo aún.

=Claro que si=respondió él.

Nora se limitó a levantarse y dejarse llevar por el sonido y por Ryder. La música sonaba lo suficientemente alto como para acallar sus pensamientos.

Ninguno podía dejar de reír, era una situación muy cómica pero agradable.

Se quedaron así por varias canciones, hasta que Nora sintió que necesitaba respirar un poco y se sentó en el pequeño sofa. Ryder seguía con la misma energía.

¿Como es que no estaba cansado? Era él quien había estado entrenando todo el día, había peleado y seguía como si nada. El muchacho la veía desde la esquina de la habitación una sonrisa burlona.

Nora le devolvió la mirada con la misma intensidad.

Ryder caminó unos cuantos pasos y se sento al lado de ella en el sofá.

=¿Estás cansada?=le pregunto.

=Esta un poco tarde, creo que debería irme a casa=dijo ella mirándolo esta vez a la cara.

Ryder la estaba mirando de una manera extraña, sin decir nada, pero era una mirada inusual, casi oscura. A ella le pareció estar viendo a otra persona.

Él cambio su mirada y le dirigió una sonrisa más normal.

=Quédate=le dijo él.

Nora alzó las cejas sorprendida, pero negó rápidamente con la cabeza.

=No puedo, le dije a mi madre que volvería. Tarde, pero volvería=dijo ella

Él hizo una mueca de fastidio.

=Vamos, no pasa nada, ¿la puedes llamar,no?=dijo él mirándola fijamente=No puedo llevarte así. Te llevó en la mañana.

Nora volvió a negar con la cabeza decididamente. De ninguna manera se iba a quedar a pasar la noche en casa de Ryder, era una mala idea en todos los sentidos, además de que se metería en grandes problemas con Jocelyn, incluso con Harrison si se enteraba.

=No puedo, de verdad. Tomaré un taxi, no pasa nada=dijo ella tranquilamente.

Ryder la miró frunciendo el ceño. ¿por qué tenia que ser tan terca?

=¿Un taxi? Nora no voy a estar tranquilo=dijo él con tono molesto.

Nora suspiró y le puso una mano en el hombro.

=No puedo quedarme aquí, no está bien=dijo ella.

Ryder se removió incomodo. Al infierno lo que estaba bien.

=Me da igual si no esta bien. ¿por qué tienes que estar pensando en eso todo el tiempo?=dijo de repente, sonando enojado.

La muchacha permaneció en silencio.

=¿Es por eso que no dejas que me acerque a ti? ¿Porqué no esta bien?=pregunto él finalmente, esta vez Nora creyó oír una especie de decepción.

=No se trata de eso, Ryder.

=¿Entonces de qué se trata? Porque hace un rato saliste corriendo cuando me acerqué en el balcón.

=Yo...=había empezado a hablar ella cuando el le sujeto la cara para que volteará a verlo, ella se quedo callada.

Él se quedo mirándola fijamente. No podía soportarlo más.

Se empezó a acercar lentamente al rostro de ella, mientras aquellos ojos bonitos lo observaban atentamente.

=¿Tú?=le susurró él justo antes de besarla.

Ryder sintió que por fin se recuperaba, que por fin era una persona nuevamente. La calidez que sentía en ese momento se le expandía por el cuerpo como un incendio. Cada parte de su cuerpo, cada célula, había despertado para presenciar aquellas sensaciones. Estaba vivo, y por fin lo sentía.

Nora se quedó estática antes de corresponder torpemente al beso. Se sentía diferente, cada vez que estaba así de cerca con Ryder las sensaciones siempre eran diferentes. Pero había algo más, una especie de necesidad por parte de él, algo en la manera en que movía sus labios sobre los de ella. Como si ella fuera aire en un mundo contaminado por la maldad. Como si ella fuera un calmante.

Pero no se sentía calmado en absoluto y ambos se daban cuenta que los deseos profundos de ambos por fin estaban saliendo a flote.

Ryder volteo un poco su cuerpo para poder acercarse más a ella, la sujeto lentamente de la cintura y la atrajo más hacia él.

Nora sintió las manos de Ryder recorrer su cintura como si buscará algo, como si ella escondiese algo y él estaba dispuesto a descubrirlo.

Se quedaron así una fracción de tiempo hasta que ambos se separaron para poder respirar. Nora respiro profundamente y miró a Ryder a los ojos, sonrió y él le devolvió la sonrisa alzando una ceja de manera coqueta.

=¿Me vas a decir que esto no esta bien?=dijo él

Ella soltó una risita. Ryder se la devolvió.

Inesperadamente, Ryder agarró a Nora de la cintura y la sentó en su propio regazo. La muchacha abrió los ojos sorprendida y se sonrojó inmediatamente.

Ryder la observaba fijamente y sonreía de manera tonta, ya no le importaba nada más en absoluto que no fuera ella y sus expresiones.

Se acercó nuevamente a ella y la besó. Esta vez con mucha más intensidad. Ella colocó las manos en la cara de él y correspondió al beso, esta vez más adecuadamente.

Ella no sabía que estaba haciendo y llegados a este punto ya no le importaba, agradecía al alcohol el haberle otorgado la valentía para poder permanecer allí.

Sin embargo, rápidamente ella empezó a sentir como la intensidad y el tinte de la situación aumentaban. Ryder pasaba las manos por sus piernas, rozando lentamente con los dedos, al mismo tiempo que apretaba su cintura.

No era que se sintiera mal, o que no le gustará. Ella misma se sorprendió a gusto con el tacto de él sobre ella, pero de alguna manera se sentía incorrecto. En aquella situación, ebrios y encerrados en aquel lugar era muy facil hacer algo de lo que ambos podrían arrepentirse.

Rápidamente la intensidad del beso aumento. Nora al estar tan cerca de él podía sentirlo respirar apresuradamente, y aunque se movía con una gracia casi perfecta, se sobresaltó un poco al darse cuanta de que la situación estana afectando a Ryder, el muchacho se estaba excitando demasiado, y debido a la posición en la que se encontraba, ella podía sentirlo fácilmente.

En ese momento se dió cuenta de que debía detenerse, que algo no iba bien. Ryder estaba demasiado desesperado, fuera de si, estaba perdiendo el control y ella no tardaría demasiado en sentir lo mismo.

Ryder se sentía completamente en las nubes, como no se había sentido con nadie desde hacia muchísimo tiempo. Casi le costaba respirar y su cuerpo respondía rapidamente a los estímulos.

Se descontrolo más y más al pasar de los minutos. Y no se dió cuenta de que había empeazado a sujetarla demasiado fuerte, que de alguna manera se sentía como si intentara retenerla allí.

Nora también empezo a sentirlo. Y esta vez no le pareció tan agradable. Así que trato de ordenar sus ideas y separarse un poco de él. Sin embargo su agarre se sentía demasiado fuerte, poco común.

Y ella supo que definitivamente algo no estaba bien en él. Y que tenía que alejarse. Rápido.

Nora se separó lentamente para poder respirar, y luego se bajo del regazo de Ryder y caminó un poco lejos de él tratando de recomponerse.

El muchacho sintió inmediatamente como si le arrancaran algo del pecho cuando ella se separo de él. Le arrancó el corazón y lo llevaba en la mano, mientras él estaba ahí, sangrando.

Nora se llevo las manos a la cara y respiro profundamente al mismo tiempo que Ryder se levantaba y se acercaba a ella.

Ella lo miró fijamente y dió un pasó atrás. Él arqueo las cejas extrañado.

=¿Que pasa?=dijo él seriamente, aunque seguía hecho un desastre.

=Estás raro=dijo ella. Y era cierto, desde hacia un rato que sentía una vibra extraña alrededor de Ryder, algo que simplemente no cuadraba.

=No me pasa nada=dijo volteando la mirada. Sintiendo que ella podría descubrirlo aunque no lo estuviera mirando. Trato de recomponerse y le dió a Nora una sonrisa tratando de parecer normal.

Lejos de hacerlo, a Nora le pareció demasiado fingida y no le gusto para nada. Tampoco le gustaba la manera en que la estaba mirando en ese momento, como algo que estaba dispuesto a alcanzar, como un cazador observando su presa.

=Me tengo que ir=dijo ella tragando saliva al mismo tiempo que él se acercaba rápidamente y le sujetaba el brazo para detenerla.

=¿Por qué? La estamos pasando bien, quédate=le dijo nuevamente con esa expresión, tan fingida y tan extraña.

=Esto...=dijo ella mientras miraba su brazo donde el la estaba sujetando, y empezó a sentir que apretaba demasiado fuerte, de una manera brusca y trató de removerse pero él no la soltó.

=Ryder me estás lastimando=le dijo ella

El muchacho pareció reaccionar un poco, la miro fijamente y luego con una sonrisa burlona, la soltó.

=Lo siento=le dijo él. Y de repente empezó a reírse sonoramente.

Nora lo observó sin decir nada, esperaba solamente el momento oportuno para irse, la situación se había tornado demasiado extraña e incomoda.

Cuando se miro el brazo donde Ryder la había estado sujetando, se dio cuenta de que tenia sus dedos marcados en la piel. Aquello la descompuso, la transporto directamente a un lugar de su mente que no le gustaba.

Intento dirigirse hacia la puerta, pero Ryder se paró allí e impedía completamente el paso. Era demasiado grande. Nora tragó saliva.

=¿Podrías..?=la frase quedó en el aire cuando la voz de Ryder se hizo presente.

=¿Que es lo que pasa, Nora? ¿Por qué de repente quieres salir corriendo?=dijo mientras se cruzaba de brazos con una botella de cerveza en la mano.

La muchacha alzó la mirada y le respondió.

=Estás borracho=le dijo

El muchacho soltó una risa para nada agradable.

=¿Y eso te molesta tanto? Hace un minuto no me lo parecía.

=Solo quiero irme a casa, es tarde=dijo ella.

La actitud extraña de Ryder la estaba empezando a asustar. Pero él no sería capaz de lastimarla ¿o si?.

=Te acompaño entonces=dijo él.

Ella negó con la cabeza.

=Puedo irme sola=dijo ella tratando de sonar segura.

Ryder soltó otra sonora risa, pero esta vez sonaba más irónica que genuina.

=¿Que sucede, acaso no te gustó?=dijo mientras seguía riendo, hasta que se quedó serio de un momento a otro.=¿No te gusta que me acerque a ti, que te bese?

Nora no supo que responder. No se trataba de eso, no era la primera vez que ellos compartían contacto, pero ella no podía dejar de sentir que algo estaba mal con él, algo estaba fuera de lugar.

=No creo que sea el momento adecuado=dijo ella, tratando de sonar tranquila nuevamente.

Ryder volvió a reír. Él sabía que se estaba comportando extraño, que debía parecer un loco en ese momento, pero su cuerpo actuaba por si solo, su mente se había perdido completamente.

=¿Adecuado? ¿Acaso no es lo que quieres, Nora?=dijo él con un tono de voz demasiado profundo, una voz demasiado ronca. Se acerco a ella un poco hasta mirarla fijamente.

=¿No es esto lo que las chicas como tú quieren?=dijo él con una sonrisa irónica.

Las palabras le llegaron a Nora en una ráfaga de frío que la dejo completamente petrificada. Tragó saliva, y quiso preguntar aunque sabía muy bien a que se refería.

=¿Las chicas como yo?=preguntó, pero la voz le salió debil y chillona.

Ryder la miró seriamente. Y por más que ella lo intentaba, no veía en aquellos ojos a Ryder en ninguna parte.

=Ya sabes a qué me refiero, las chicas que...No lo eran=dijo él tranquilamente.

La rabia se encendió dentro de ella como un fogonazo. Era suficiente, no iba a soportar eso.

Se acercó a la puerta y al ver que Ryder se acercaba a ella, sin pensarlo lo empujo de manera fuerte hacia el otro lado de la habitación. Le dolía todo. Se sentía rota, ese había sido un golpe bajo.

=¡Tú no sabes nada!=dijo ella con desprecio cuando llegó a la puerta=No sabes nada de mí, no sabes nada de las mujeres como yo. No somos objetos Ryder, no estamos aquí esperando que cualquier imbécil como tú piense que nos hace un favor con acciones como estas=dijo ella completamente enojada, y empezó a sacar todo lo que llevaba dentro.=Lo cierto es que tú puedes ser muy bueno peleando, y sabrás mucho de mujeres. Pero al final del día no eres más que un tipo resentido y solitario que desea la vida que tiene su hermano.

Ryder estaba estático en su lugar. Las palabras lo habían calado por dentro. Recuperó la postura y supo dentro de sí mismo que lo había echado todo a perder en grande por su estupidez.

=Lo siento. No quise...=se quedo callado a media oración. La garganta se le cerro y iba a empezar a ahogarse rápidamente.

Nora lo observo con los ojos cristalizados.

Ryder la observó y todo dentro de él se derrumbo. Aquello la había lastimado de verdad, la expresión triste y asustada que llevaba en el rostro no era más que su culpa, y se sintió tan enojado y avergonzado que no pudo verla más de esa manera. La rabia por su estupidez no tardo nada en llegar.

Nora se limpió los ojos y salió del pequeño departamento cerrando la puerta con fuerza tras de ella, para luego apoyarse y respirar en busca de calmarse.

Ryder lanzó al suelo la botella que había estado sosteniendo en la mano, el cristal se estrelló contra el suelo. La botella al igual que ellos dos también se había roto abruptamente.

Nora se sobresaltó con el sonido del cristal romperse, y salió del edificio, donde afortunadamente pudo tomar un taxi para irse a casa.

Ryder se lanzo en su cama hecho un desastre completamente. Sabía que todo era su estúpida culpa, lo había arruinado una vez más y tenía la sensación de que esta vez era irreparable.

Estaba borracho y drogado como no lo había estado en mucho tiempo. Se había pasado esta vez, se había pasado demasiado con la droga esta vez.

Solo podía pensar en la muchacha.

La pequeña niña que le había arrancado el corazón y se iba corriendo con el en sus manos. 

Ryder and Nora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora