Capítulo 5: "¿Has encontrado algo qué no estabas buscando?"

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Ryder salió a esperar a la muchacha afuera, se quedo parado al lado de su motocicleta y se dio cuenta de lo absurdo de la situación.
¿Un café? ¿En serio?

Se sintió de pronto con frío y ansiedad. ¿Qué era lo que le causaba tanta curiosidad de aquella muchacha? ¿Era el hecho de qué le recordaba otra época de su vida?
No recordaba al pequeño Mathias con demasiado sentimiento. Era cierto que había sido un niño muy majo y el le había agarrado algo de aprecio en el poco tiempo que había pasado cuidándole. Pero no le parecía suficiente.

Era algo más, un sentimiento más complicado que aquello. Porque esa muchacha no era nada de lo que había sido el pequeño enclenque, eso era más que evidente. Evito el recuerdo de lo bonita que había encontrado a la muchacha la primera vez que la vio.

No le gustaba sentirse así. Y no quería confundir aquello tampoco. Era como encontrarse con un viejo conocido, un café, un par de copas para saber que había sido de su vida y ya está.
Tampoco era gran cosa ¿verdad?

Después de todo era solo eso; un viejo ¿amigo? ¿amiga?, vaya lío.

Lo pensó un momento y llegó a la conclusión de que llamarle Mathias y decirle "amigo" podía resultar grosero. No sabía como actuar a decir verdad, jamás había conocido alguien así y tenía la cabeza llena de preguntas extrañas sobre ella.
Y algunas otras que quiso ignorar, eran sobre sí mismo.

******

Nora se sacudió las manos y se soltó el cabello, ya habían terminado de cerrar, solo quedaban ella y Alicia que estaba terminando de guardar unas cosas.

Mdenos mal que Elena había salido hace unos minutos, no quería tener que enfrentarse a los cuestionamientos de su amiga.

Cogió su pequeño bolso, saco una remera que tenía y se la puso, pues estaba segura de que hacía frío afuera. Pero que va, ella misma estaba congelada por dentro.

¿Que había sido eso? ¿Un café? ¿En serio?

Parecia una situación salida de una mala película de comedia. Ella sentía muchas cosas menos ganas de reírse.
Estaba nerviosa, incluso asustada. ¿Como la habría reconocido?
No pensaría en eso, había aceptado por simple cortesía, así como quién no quiere la cosa.
Y ella no quería. ¿Verdad?

Salió de La Fuente y sintió el frío golpearle la cara, se sacudió un poco y siguió caminando.

Lo vio parado al frente al lado de una motocicleta, con los brazos cruzados y un cigarrillo en los labios. Vaya tipo, pensó ella.

Ryder la vió salir del establecimiento y se quedó observandola unos segundos en lo que ella se acercaba a él.
Le dió una ultima calada a su cigarrillo, lo lanzó al suelo y lo piso con la punta de su bota.

La miró con curiosidad un momento, el cabello negro, tan obscuro como esa misma noche, contrastaba enormemente con la tez de su piel. Le daba un toque interesante bajo la luz de la luna.

Miró su reloj de mano, sacudió sus propios pensamientos para evitarse la mala sensación posterior.

Nora se acercó caminando con pasó tranquilo y despreocupado, en contrariedad con el manojo de nervios que era ella misma en ese momento.
Se mantuvo firme.
Se acerco a él con un poco de vergüenza, ¿Que le diría?, ¿Hola? Le parecía tan absurdo todo eso.

Ryder la miro llegar hasta su lado, tampoco tenía idea de que decir o como iniciar una conversación, era malisimo en aquello de socializar, y por lo que recordaba o podía recordar, ella no era muy buena en eso tampoco.

Carraspeo un poco, se aclaro la garganta. La muchacha estaba lo suficientemente cerca para que lo escuchara.

=¿Dónde vives?.=dijo él, siento lo único que se le ocurrió.

Ella le miro, un poco confundida pòr la pregunta.

=Algo lejos de aquí.=respondió ella.

=¿En el mismo vecindario?=pregunto Ryder.

=No, nos mudamos de allí hace mucho.

=Ya veo.=dijo él.

Podía sentir lo incomodo del momento, y eso le pareció lo más extraño de todo, no sabía como actuar con aquella chica, ni mucho menos que decir.

Fue ella quién dijo algo, queriendo romper el ambiente tan denso.

=¿Y tú?

=¿Yo? ¿Yo qué?-dijo él confundido.

=¿Donde vives?.=respondió ella.

=Ah,um, vivo en un piso cerca del centro.

=¿Es tú motocicleta?.=pregunto la muchacha señalando el cacharro.

=Si, es mía. Te puedo llevar a casa, si quieres.=dijo él.

Ella se sorprendió con las palabras de Ryder, ¿Llevarle? Dios, no. No se imaginaba montada en aquel aparato y menos con él.
Le aterraban las motocicletas, y montarse en una con Ryder le generaba una sensación de vertigo indescriptible.

=Eh, no, no creo que sea buena idea, el subterráneo me queda muy cerca. Gracias, de todos modos.=dijo ella.

El se frotó un poco la barbilla antes de responder.

=No hay de qué.=dijo, y se quedo callado un momento.= y bien, ¿Sabes donde sirven buen café por aquí?.=dijo él.

Ella alzo la mirada, el tipo parecía ir en serio con aquello del café.
Nora penso en el pequeño café vecino que estaba abierto hasta poco más allá de las doce.

Ella lo miró y le regalo una pequeña sonrisa.
Ël se la devolvió.

=Si, eso creo.=dijo ella.

Ryder and Nora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora