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capítulo catorce
La sudadera que vestía y los guantes que usaba parecían ser nada en comparación con el frío clima en que la ciudad de Seúl se encontraba.
Bebía de su vaso caliente queriendo un poco más de calor, desde su lugar podía ver a su hyung dentro de la panadería y ver como este conversaba amablemente con la dependiente del lugar.
Cuando salió del lugar lo hizo con una sonrisa en su rostro y una mano ondeando en dirección de Minhyuk.
── Te hice esperar mucho, ¿verdad? ── el mayor parecía verdaderamente apenado.
El menor negó con tranquilidad aún cuando todavía sentía el frío calando sus huesos. ── Tome. ── murmuró extendiendo un vaso térmico. Seungcheol lo acepto, dándole la bolsa de pan que había comprado para poder abrir el paraguas.
Con un pequeño ademán ambos se dirigieron al hogar del mayor. Después de todo, Seungcheol le había dicho que sus amigos querían hablar con él. No es que eso le alegrara en realidad.
── ¿Cree que sea buena idea? ── a unos pocos minutos de llegar el menor no pudo evitar dejar salir la misma pregunta que venía rondando su cabeza el último par de días. ── ¿No cree que deberíamos esperar un poco más?
── ¿No quieres conocerlos? ── el mayor se detuvo, observando al menor.
── Yo ya los conozco hyung.
── Sabes a que me refiero Min. ── suspiró ── Pero no haré nada que no quieres y tampoco te pondré en una situación en donde no te sientas cómodo. ── continuaba observando sus ojos avellana que con un poco de luz parecían convertirse en ámbar.
── Solo no quiero arruinarlo. ── sus mejillas se calentaron y su corazón latió un poco más rápido, ciertamente estaba asustado, asustado de no caerle en gracia a alguno de ellos, asustado de que su personalidad introvertida se volviera un problema. Sí, los conocía, pero solo superficialmente. No sabía nada más de ellos fuera de lo escenarios.
── Son buenos chicos Minnie. ── le brindó una pequeña sonrisa una vez que entendió el punto. ── sé que eres tímido con personas que no conoces, pero ellos no te van a juzgar Minhyuk, no van a buscar hacerte sentir incómodo y yo tampoco voy a dejarlos.
La lluvia se había aplacado, dejando que Seungcheol cerrara el paraguas. ── Además, tú le agradas al hyung de todos ellos. ── le sonrió divertido, tomándole de la mano y entrando al edificio.
