Jongdae no era capaz de distinguir todos esos rostros, ni siquiera los más cercanos. Los flashes siempre lo dejaban medio ciego, aún siendo así, elevó en sus labios su mejor sonrisa e intentó mostrarse seguro de sí mismo mientras le daba voz a su discurso. Lo había repetido muchas veces, variando solo un poco, pero ese día la cantidad de asistentes era descomunal. Sus manos sudaban y como no podía limpiarlas las llevó al podio; eso lo ayudó a mantenerse en una pieza.
Los ojos del país estaban sobre él y sobre el más mínimo error que pudiera cometer. La prensa estaba atenta a cualquier equivocación, algunos tal vez esperaban verlo acobardarse y dar un paso atrás.
No lo haría. Por supuesto que Jongdae nunca daría un paso atrás, ese era su lema; siempre hacia adelante.
Dio las gracias a todos los asistentes, sonrió con esa calidez característica suya y bajó del estrado luego de lo que le pareció una eternidad.
—Tranquilo —Junmyeon, el director de su campaña, se adelantó para estrechar su mano antes que nadie—. Estoy seguro de que ganarás —le dijo con total confianza y sonrió de esa forma que convertía sus ojos en medias lunas.
Junmyeon no hizo ningún comentario acerca de sus manos sudorosas, solo lo miró con cariño, comprensión y orgullo. Jongdae se sintió muy agradecido por tenerlo en su vida y no pudo contener las ganas de abrazarlo.
Estrechó muchas otras manos. Hubo algunos simpatizantes privilegiados que incluso lo abrazaron. Para cuando la cena a la que solo asistieron los políticos más influyentes de su partido finalizó y él por fin fue libre de subirse al vehículo que lo llevaría a su hotel, Jongdae sentía que sus mejillas estaban entumecidas de tanto sonreír. La confianza de que ganaría lo embargó y él se permitió unos minutos para cerrar los ojos y fantasear con entrar por la puerta grande a la casa presidencial y tomar asiento en el lugar privilegiado para el hombre más importante del país.
Tenía muchas ideas, muchas reformas en mente, muchos cambios que podrían guiar a su país a una nueva era. A una mejor. Evolución, pensó.
Cuando el auto se detuvo y la puerta a su lado se abrió para él, ya no tuvo que sonreír más de lo que era educadamente necesario. Afortunadamente. Estaba agotado. Bajó de la camioneta y notó a los cuatro hombres que lo rodearon inmediatamente. Los conocía, a cada uno de ellos; conocía sus nombres, sus apellidos, su historia, su forma de sonreír, incluso había tenido oportunidad de conocer a sus esposas, novias o hijos. Confiaba plenamente en ellos, después de todo el tiempo que habían compartido juntos creía firmemente que podían considerarse amigos.
A Jongdae le tomaría unos días más darse cuenta de que un hombre deja de ser un amigo cuando hay suficiente dinero de por medio. Tal vez con unas pocas excepciones; una de las cuales estaba entrando al mismo hotel por la entrada lateral en ese instante.
Registró su entrada como de costumbre y fue escoltado hasta la suite presidencial.
—Buenas noches, señor.
Jongdae asintió y se despidió de Dongwoo y de Sungjong, ambos harían guardia en su puerta por unas horas. Luego Sungkyu y Woohyun los relevarían.
Uno de ellos abrió la puerta invitándolo a pasar y Jongdae caminó dentro de su habitación.
Aunque habían algunas luces encendidas, un mal presentimiento se instaló en su pecho en cuanto se quedó completamente solo. Encendió las luces que faltaban y la suite se iluminó, mostrándose lujosa e impecable. Jongdae dio un paso dentro de la gran estancia y acarició el sofá blanco al pasar por su lado, miró al suelo y notó la huella de un zapato en la alfombra. Frunció el ceño. Las personas de limpieza siempre eran muy minuciosas.
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PRESIDENTE [Xiuchen]
FanfictionA solo diez días de las elecciones presidenciales, el candidato más popular es puesto bajo custodia de un asesino a sueldo para que este asegure su vida hasta que sea el legítimo presidente de la República. ⚠️ Xiuchen (Sí, Xiu arriba 😉) ⚠️ Género:...